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Cultura y Educación

30 años después jóvenes toman la posta y reviven los festi punk

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Chicas que no habían nacido en 1995 quisieron homenajear a los “viejos punkis” y vivir la experiencia. Prohibido Prohibir, Entropía, Augurio, Calibre 45, L.S.D. y Katarsis actualizarán el mito.

Entropía será de la partida.

Cultores del género suelen insistir en varios idiomas: el punk no murió. A raíz del suceso que va a tener lugar el próximo sábado en Dungun Piuke habrá que creerles, porque 30 años después del primer festi punk que tuvo lugar en Bariloche la mítica serie revivirá con el octavo. Dato no menor, organizan el cónclave jovencitas cuyos progenitores eran adolescentes cuando Último Recurso y Calibre 45 pusieron primera.

A partir de las 17:30 sonarán en el entrañable reducto de Ruta 40 y Quaglia bandas de ayer y de hoy: Prohibido Prohibir, Entropía, Augurio, Calibre 45, L.S.D. (Lucha Sin Detenerte) y Katarsis. Algunas volvieron a la actividad cuando salió a la calle “La otra cara de la postal. Punk en Bariloche”, el libro de 2022 en cuyas páginas Claudio Vargas Ojeda rescató aquella historia que hasta entonces, sólo vivía en las memorias, en las páginas amarillentas de diarios -entre ellos El Cordillerano- y en emblemáticos fanzines. Quizás el autor tenga que preparar un segundo volumen…

“Queríamos hacer una especie de homenaje por el trigésimo aniversario del primer festi punk y vivir la experiencia”, le dijeron al que firma Lihuen Moncada y Sofia Tiznado Labalta, las impulsoras iniciales del acontecimiento. “Ver a las bandas de ese entonces tocar junto a las nuevas, para nosotras es genial”, valoraron. “También queríamos tener la experiencia de organizar un festi y aunque por momentos estuvimos muy perdidas, fue muy lindo. Conocimos gente muy copada que nos ayudó desde el primero minuto y eso lo agradecemos un montón”.

Aunque en 1995 todavía faltaba para que nacieran, los festivales en los que la muchachada del Alto entraba en ebullición se entroncan directamente con la vida de Lihuen y Sofía. “Era la adolescencia de mi mamá”, compartió la primera. “Crecí escuchando las historias de esos festi punk que se hacían en La Panadería, las bandas que surgían y quería saber qué era un festi punk”, remarcó.

A horas de concretarse la octava edición, “para mí fue relindo ver toda la gente que nos re bancó y ayudó. Sofi es mi amiga y hacer este festi juntas fue muy lindo, aunque a veces queríamos mandar todo al carajo. Al final, está saliendo todo re bien y lindo. Tenemos muchas expectativas de lo que va a salir el sábado”, auguró. La entrada será libre y gratuita. El reducto anfitrión es un espacio de la Dirección de Promoción Social de la Municipalidad.

Sofía y Lihuen, las entusiastas organizadoras.

“Los movimientos culturales de Bariloche siempre me llamaron la atención”, aportó Sofía por su lado. “Creo que somos una ciudad llena de artistas talentosísimos que, lamentablemente, no tienen el reconocimiento que merecen ni un medio en donde encontrarse. El fenómeno que hubo con el punk y la comunidad que se formó alrededor en ese entonces me parece fascinante”, destacó.

Generar colectividad

Para la joven organizadora, “los festi punk en particular son un gran exponente de este movimiento y me alegra formar parte de la organización de uno. Creo que utilizar la música y el arte como un medio para generar colectividad no sólo es importante, sino también necesario”, proclamó. Además, “al igual que Lihuen siento cierta cercanía porque mi papá formó parte de la organización de las primeras ediciones. Hoy en día sigue tocando con Calibre 45. De hecho, van a presentarse este sábado en nuestra edición y eso me enorgullece muchísimo”.

La idea del octavo festi punk comenzó a pergeñarse en ambientes escolares. “Vamos juntas a la escuela, entonces en los recreos pensábamos cómo podíamos hacer, dónde preguntar y de dónde sacar las bandas”, confiaron las chicas. “A medida que fuimos tomando camino, le pedimos ayuda a nuestro compañero de curso, Eluney, porque él ensaya en la sala y conoce más bandas de ahora, que es lo que nos faltaba, así que también se sumó a ayudar en la organización”.

Con el paso de las semanas, el núcleo organizador se fue ampliando. “Cuando conseguimos el lugar también pasaron a ser parte de la organización las/os chicas/os de la sala de ensayo. Así que también (queremos) agradecerles a ellos, que se fueron sumando en el camino y entre todos pudimos armar este festi que tanto esperamos”, resaltaron Lihuen y Sofía. “Nos emociona mucho el hecho de mezclar ambas generaciones, que los viejos punkis puedan conocer las bandas nuevas y los jóvenes a las pioneras. Está muy bueno para todos renovar y ampliar el público”, señalaron.

“Nos parece muy lindo algo que se da con L.S.D.”, confiaron. Uno de sus integrantes compartió: “mi hijo toca en la banda que yo tenía de joven”. Entonces, “creemos que este festi también va a tener un ámbito familiar entre ambas generaciones”, añadieron las organizadoras. “La banda más nueva sería Katarsis, la del sábado va a ser su quinta presentación. Nos parecía importante, además de contar con una banda de pibes, que también esté formada por chicas, así que nos re copó que participen”.

Calibre, una de las históricas.

A la luz de la inminente concreción, “nosotras creemos que el punk no muere. Con los años cambia, como todo, pero nunca muere”, refrendaron Lihuen y Sofía. “El festi va a tener la participación de la UES (Unión de Estudiantes Secundarios) y van a estar los fanzines de Eskoria Mental, de Pulso Rebelde -formado por las/os chicas/os de la sala de ensayo- y de Wechekeche Newen, un grupo de jóvenes mapuche. Creemos que la participación de todos estos jóvenes de distintas organizaciones demuestra que nosotros/as estamos presentes, que tenemos ideales, que nos organizamos y participamos”, subrayaron.

En efecto, “los jóvenes estamos presentes, nos preocupamos por el contexto actual y nos organizamos para planificar y hacer cosas al respecto, desde un fanzine hasta las marchas al Consejo (Provincial de Educación) que ha hecho la UES. También creemos que es una oportunidad para que distintas organizaciones de jóvenes nos conozcamos, porque es importante seguir tejiendo redes, acompañarnos y apoyarnos. Mostrar todo lo que hacemos y nuestra forma de participación es como un grito a esta ciudad, que subestima tanto a los jóvenes. Un grito en forma de canción”, redondearon las chicas. Era cierto nomás: en Bariloche el punk no murió.

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