Cristiano Ronaldo no sólo es conocido por el Fútbol, sino también por ser una marca propia y tener una vida llena de lujos. En este sentido, posee múltiples propiedades alrededor del mundo, incluyendo mansiones en España, Italia y Reino Unido, además de una villa en Madeira y un lujoso penthouse en Lisboa.
Su colección de autos es impresionante, con modelos de Bugatti, Ferrari y Lamborghini. Además, viaja frecuentemente en su avión privado, un Gulfstream G200. Ronaldo también invierte en hoteles de lujo bajo la marca “CR7” y es conocido por su atención al fitness y su vida familiar con lujos extravagantes.
A pesar de que los lujos de Ronaldo sean conocidos, lo raro es que nadie le compra una de sus tantas mansiones que está en el condado de Cheshire. No es que le falten lujos, ya que la propiedad es hermosa. Este es el motivo por el cuál se les dificulta tanto vender la mansión a Cristiano y a Georgina.
Mansion Cristiano Ronaldo
Cómo es la mansión de Cristiano Ronaldo que está a la venta
La mansión ubicada en Cheshire, Inglaterra, tiene un gran gran atractivo, con siete dormitorios, piscina, gimnasio, sauna, sala de cine y cancha de pádel. Además se ubica en una zona hermosa en la que la flora y fauna rodean el espacio.
La propiedad cuenta con más de 4.000 metros cuadrados y un interior con todas las excentricidades esperadas. En la parte frontal, esta imponente mansión de ladrillo rojo, tiene un amplio garaje en el que entran varios de los coches de Cristiano. La casa también posee 6 baños y una dependencia anexa para invitados con dos habitaciones.
Por qué no se puede vender la mansión de Cristiano Ronaldo
A pesar de que la mansión está valuada en 7 millones de euros, no puede venderse por más que bajen el precio. El verdadero motivo por el cuál nadie quiere comprar la propiedad es que tiene mucha cercanía a campos de ovejas, que provocaban ruido y afectaban el descanso del futbolista. Además, hay un sendero público cerca comprometía la privacidad.
El problema con las ovejas no es solo el ruido que estas hacen, sino el fuerte olor que pueden tener sus campos; y es cierto que para una persona que no está acostumbrada puede ser muy desagradable.