Yamila Legarreta, anda con el corazón roto desde el primero de junio, cuando un camionero de Brasil se cruzó de mano y embistió de frente a una camioneta chica, en la que iban dos padres y sus dos hijos, todos de la familia Linares. Allí perdieron la vida Ezequiel, Licha, Martina y Tahiel, que iban en el rodado menor y Carlos Da Silva, el imputado, debe quedarse en Bariloche, beneficiado por la justicia neuquina, que acaba de postergar por segunda vez la audiencia en beneficio de la defensa.
Yamila perdió a su hija, Martina ,y ya nada volvió a ser igual. A principios de octubre se prorrogó la audiencia para este miércoles, pero el juez hizo lugar a un pedido de la defensa del acusado Carlos Da Silva, y la suspendió hasta nuevo aviso, profundizando el dolor de la familia Linares, que ve a la justicia neuquina dándoles la espalda.
“Bajoneados, se sigue estirando, viene la feria judicial, se juega con nuestro tiempo”, lamentó Yamila en diálogo con Noticiero Seis.
Contó que la familia de Licha y Eze viajó desde Neuquén, para estar presente en el juicio en Villa La Angostura, pero se suspendió a último momento. “Hace un mes lo mismo, al camionero se le más días para investigar, porque él pidió hacer pericias privadas, nosotros ya tenemos las pericias que claramente marcan que él invadió el carril contrario, y se llevó estas cuatro vidas”. Reconoció que es difícil y sienten cada vez más un gusto amargo. “Tuvimos que ir hasta el lugar a reconocerlos, estuvieron 17 horas para ser retirados del vehículo, ahora beneficiaron al camionero, que ya no se presenta todos los días en la Comisaría, sino que lo hace tres veces por semana”, lamentó y agregó que “el día que le den sentencia, este tiempo que está sujeto a proceso se le va a descontar”.
La familia busca una pena de seis años, “que no es nada por cuatro vidas, que le descuenten cinco, seis siete meses, él está en una casa calentito, no tiene que hacer nada, solo firmar todos los días, nosotros tenemos que trabajar todos los días, afrontar la ausencia de mi hija, que falta todos los días”.
Lamentó que siempre se manejaron con respeto y “no se nos tiene en cuenta”. Finalmente expresó que “lo ideal sería pena máxima, seis años no es, se llevó cuatro vidas, el juez tiene que ponerse una mano en el corazón, si tiene seis años cuando salga mi hija tendría 12”.
Con todas las demoras comentó que van perdiendo confianza en la justicia, “nuestro dolor es muy fuerte, hay que salir todos los días a trabajar, mi hijo de 14 años, a nadie tienen en cuenta”.
