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Acusan a Bolsonaro y a su hijo de comandar una red de espionaje ilegal
La Policía Federal de Brasil afirmó que el exmandatario vigiló al juez Alexandre de Moraes, al exgobernador de Sao Paulo Joao Doria y al expresidente de la Cámara de Diputados Rodrigo Maia.
En un giro sorprendente para la política brasileña, la Policía Federal de Brasil ha presentado una acusación contra el expresidente Jair Bolsonaro y su hijo Carlos Bolsonaro, vinculándolos a una intrincada red de espionaje ilegal. Según el informe mencionado en el Supremo Tribunal Federal -la máxima corte del país-, esta trama se sirvió de las infraestructuras de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) para sus operaciones clandestinas.
La figura central de esta investigación es el propio Jair Bolsonaro, quien, como señala el extenso informe de 1.200 páginas, no sólo ordenó dichas operaciones, sino que fue el principal receptor de la inteligencia obtenida. Es una acusación de magnitudes significativas, dado que las actividades ilegales implicaron a destacados personajes públicos como el juez Alexandre de Moraes, responsable de llevar las riendas del proceso judicial contra Bolsonaro. Entre las víctimas de esta red también se incluyen al exgobernador de Sao Paulo, Joao Doria, y al ex presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia. Estas personalidades fueron objeto de vigilancia metódica y no autorizada, tal como lo establece la documentación revelada al público.
En el centro de este escándalo se encuentran las investigaciones alusivas a la operación denominada “Abin Paralela”, cuyo contenido detallado fue desvelado por el juez Alexandre de Moraes. Este informe es particularmente alarmante, no sólo porque saca a la luz una organización formalmente establecida para fines de espionaje ilegal, sino porque lo hace en el contexto de acusaciones más graves que rodean a Bolsonaro y su administración. Recordemos que este mismo juez maneja el proceso vinculado al supuesto intento de golpe de Estado a finales de 2022, dirigido a evitar la legítima asunción del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, lo que otorga un peso considerable a sus actuales revelaciones.
Otra figura relevante señalada en el informe es Alexandre Ramagem, exdirector de la Abin durante el mandato de Bolsonaro, quien también enfrenta acusaciones en el contexto del frustrado golpe de Estado. Este vínculo entre Ramagem y las operaciones ilegales subraya la sofisticación y amplitud de la red detrás de estos oscuros movimientos.
Este caso pone de manifiesto las continuas y profundas divisiones políticas dentro del país, además de sus persistentes desafíos con la transparencia y los derechos civiles. Las implicaciones políticas son vastas. El informe ya ha sido remitido al fiscal general, Paulo Gonet, cuyo papel será decidir si se presentan cargos oficiales contra los involucrados. Mientras, el pueblo brasileño y la comunidad internacional observan atentamente este capítulo tenso y crítico de la política brasileña.