Los últimos dos meses las críticas al Transporte Público de Pasajeros se intensificaron. Al mal estado de las unidades se suman las denuncias por incumplimiento de las frecuencias y de las paradas establecidas. Desde la Municipalidad aseguran haber triplicado los controles pero esta mañana los vecinos de El Frutillar se quedaron a en la garita cuando un colectivo de la línea 61 les “pasó por el frente” y no paró. Aseguran que es una situación reiterada.
La lluvia y el frío hacen que los largos minutos de espera se padezcan más. Desde hace semanas usuarios de las líneas 60 y 61 reiteran sus quejar por fallas en las unidades y por el incumplimiento de las paradas. Esta mañana, en el marco de una alerta amarilla por lluvias en Bariloche, al menos 7 vecinos de El Frutillar no pudieron subir al colectivo tras esperar una hora.
Desde el lugar un móvil de El Cordillerano Radio (F.M 93.7) presenció el momento en el que la unidad en cuestión pasó en frente de los usuario y no se detuvo. El malestar de los vecinos estalló y expusieron sus críticas. “Esto nos pasa casi todos los días, estamos hartos, hace una hora estamos esperando”, declararon. Contaron que no conocen los motivos de la actitud y añadieron que, “si el problema es que no vaya lleno, entonces que pongan un refuerzo; cuando hay clases hasta los nenes se quedan pagando en las garitas”.
La situación denunciada también se hizo pública semanas atrás cuando uno de los vecinos envió a este medio un video registrando el momento en el que una unidad del 60 no arrancaba, mientras el chofer, frustrado decía al operado de Mi Bus: “¿Cómo tengo que hacer para que entiendan que este colectivo ya no da más?”. Momentos después, los perjudicados debían caminar bajo la lluvia hacia otra garita y cuando- por fin- lograban subir a otro colectivo la unidad estaba llovida y con los asientos destruidos.
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En diálogo con este medio el secretario de Transporte del Municipio, Daniel Pincheira, aseguró que se están realizando controles focalizados en las irregularidades de los recorridos. “Lo que nosotros estamos haciendo es tener inspecciones en las unidades, con agentes que suben en las diferentes paradas y controlar que los colectivos salgan en los horarios pautados desde las cabeceras”, declaró.
Seguidamente, el funcionario aclaró que “muchas veces los horarios no se cumplen por problemas de tránsito o cuestiones de las condiciones de las calles y ahí no podemos señalar como única responsable a la empresa”. Por otra parte explicó que “es difícil hacer un seguimiento en tiempo real y por eso estamos avanzando en las homologaciones con SUBE para poder tener esa información y controlar mejor”.
