La emergencia ambiental se vuelve cada vez más preocupante, y a menos de dos semanas para el inicio de la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático (COP28), un nuevo estudio del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) alerta sobre un escenario catastrófico. Según el informe, el planeta se dirige hacia un aumento de temperatura de entre 2,5 y 2,9°C en este siglo, más del doble de lo considerado seguro.
Tal lo expresado en el sitio informativo de Cipolletti, www.cipo360.com.ar, la ONU también advirtió sobre la inminente hambruna en Gaza.
Durante el año actual se han registrado eventos preocupantes que evidencian las consecuencias del calentamiento global. El verano pasado, una ola de calor sin precedentes afectó a Europa, y en días recientes, Brasil registró temperaturas récord. Estos hechos alarmantes han llevado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a publicar informes de alerta a lo largo del año.
El estudio recientemente compartido por la PNUMA, titulado “Récord batido: las temperaturas alcanzan nuevos máximos, pero el mundo no logra reducir las emisiones (de nuevo)”, alerta sobre la inminente crisis que se desatará con el aumento de temperatura de 1,5° desde la era preindustrial. Actualmente, la temperatura media es 1,2° más alta, por lo que vastas zonas del planeta podrían volverse inhabitable y se producirían cambios irreversibles en la tierra y los océanos.
La directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, advierte sobre la magnitud del problema: “No queda ninguna persona o economía en el planeta que no se vea afectada por el cambio climático, por lo que debemos dejar de establecer récords no deseados en materia de emisiones de gases de efecto invernadero, temperaturas máximas globales y clima extremo“.
El secretario general de la ONU, António Guterres, instó a los líderes mundiales a tomar medidas urgentes. “Es necesario tomar medidas drásticas ya. Los líderes deben redoblar drásticamente sus esfuerzos, con ambiciones récord, acciones récord y reducciones récord de emisiones”, afirmó.
Mientras la COP28 se acerca, la presión sobre los países para que adopten medidas concretas y efectivas se vuelve cada vez más intensa. La emergencia climática es una realidad innegable, y el tiempo para actuar se agota. La comunidad internacional debe hacer caso a la advertencia de la ONU y tomar medidas urgentes para evitar una catástrofe.