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Ante la presencia de jabalíes, colocarán trampas en el Parque Llao Llao y preocupa su avance sobre el ejido urbano

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Preocupa la proliferación de ejemplares de jabalí en distintos puntos de Bariloche. La especie exótica es considerada una plaga por su rápida adaptación, rápida reproducción y por sus amplios hábitos alimenticios.

La presencia de al menos unos 15 jabalíes en el Parque Municipal Llao Llao impulsó a las autoridades a implementar trampas para atraparlos. El jabalí “es dañino, agresivo y destruye el medio ambiente, es como el humano”, precisó Alfredo Allen, subsecretario de Planeamiento de Bariloche.

En diálogo con El Cordillerano, Allen señaló que en una reunión con representantes de Fauna de Río Negro definieron que “lo más seguro para la gente es colocar las trampas porque no podemos utilizar métodos de caza”. Los dispositivos serán colocados en el Parque Municipal Llao Llao, cerca del hotel, “pero no dentro del predio del complejo hotelero. Estuvimos charlando con las autoridades porque son uno de los vecinos afectados, al igual que los habitantes de Villa Golf, Colonia Suiza y Bahía López”.

Consideran que en la zona hay “entre 12 y 15 ejemplares: dos machos, hembras y las crías. Es una especie que está en todo el mundo porque es de muy fácil adaptación y comen cualquier cosa en cualquier clima. Son muy inteligentes, se reproducen mucho y son muy difíciles de controlar. Es invasiva, como el pino, muy difícil de erradicarla, no deja crecer nada, comen renovables de bosque nativo, insectos, mamíferos, destruyen los mallines”.

Además de ser agresivas con el entorno, también lo pueden ser con el ser humano. En este sentido, recomiendan “darle espacio, no correr y esperar que el animal vea la vía de escape, no querer tocarlos y menos intentar darle de comer”.

“Tenemos el problema de que están perdiendo el miedo al hombre. El jabalí es de hábitos nocturnos, pero hemos visto que en el bosque del Llao Llao, en Casa de Piedra y hasta en Circunvalación. Están llegando a zonas del este porque se acostumbra al ruido, le pierde el miedo al hombre y, por lo tanto, penetra más en las ciudades”, agregó Allen.

La mayor preocupación de las autoridades es “que llegue al vertedero y las enfermedades que pueden llegar a transmitir”.

Por último, precisó que analizan la caza para utilizar la carne para comercializarla, exportarla y donarla a comedores y merenderos. “El tema es el siguiente: acá no hay plantas procesadoras de carne de animales silvestres. Tenemos dos salidas: o se destruye la carne del animal sacrificado, o se lo consume como proteína”.