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Policiales y Judiciales

Avanza compleja investigación de la secta rusa y de su líder acusado por trata de personas

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Con un complejo entramado de pericias la Justicia Federal de Bariloche avanza en la investigación que comenzó a mediados de marzo cuando una joven de 22 años rusa dio a luz a un bebé en un hospital Zonal Ramón Carrillo.

La división de pericias telefónicas de la Policía Federal y la Policía de Seguridad Aeroportuaria de Bariloche están realizando un trabajo “récord”. Foto: archivo

La Justicia Federal de Bariloche continúa desentrañando la compleja red de la denominada “Secta Rusa”, una organización transnacional acusada de trata de personas. La investigación, que se inició a mediados de marzo tras el nacimiento de un bebé en el Hospital Zonal Ramón Carrillo, avanza lentamente pero con firmeza, amparada en la figura de “causa compleja” otorgada por el juez de Garantías local. Konstantin Rudnev, sindicado como líder de la secta y actualmente el único detenido, junto a otras 20 personas, están bajo la lupa de la justicia.

El origen de la causa se remonta a marzo, cuando una joven rusa de 22 años dio a luz en el hospital de Bariloche. La sospecha principal es que el objetivo era registrar al recién nacido como hijo del presunto líder de la secta para que adquiriera la nacionalidad argentina, mientras Rudnev elude un pedido de captura de Montenegro. Las alarmas se encendieron entre el personal de salud por la apariencia de la joven, quien aparentaba 16 años, presentaba un embarazo avanzado con escasos controles y un manejo casi nulo del castellano. Además, siempre estaba acompañada por personas que evitaban que se quedara a solas con los médicos.

A casi tres meses del inicio de la causa, fuentes cercanas al caso confirmaron a la Agencia Noticias Argentinas que Rudnev ingresó al país en avión y permanece detenido en un centro penitenciario de máxima seguridad en Rawson. Respecto a los otros involucrados, 20 personas (19 mujeres y un hombre), continúan siendo investigadas.

El juez Gustavo Zapata aceptó la imputación fiscal contra Rudnev y el resto de los involucrados por integrar una organización criminal con fines de trata sexual y reducción a la servidumbre. El magistrado constató que el líder captó y trasladó a la joven rusa, engañándola y aprovechándose de su vulnerabilidad. La fiscalía también imputó a una de las mujeres por el delito de falsedad ideológica en grado de tentativa, al intentar modificar los datos en la partida de nacimiento del menor, que luego sería utilizada para confeccionar su DNI argentino. Se les otorgó un plazo máximo de un año de investigación para presentar la acusación, lapso durante el cual los imputados deben presentarse ante la Justicia una vez por semana y tienen prohibido salir del país.

El Juzgado de Garantías de Bariloche dictó la prisión preventiva por 60 días únicamente para Rudnev, mientras que el resto de los 20 imputados seguirán el proceso en libertad, aunque con estrictas medidas de coerción. Estas incluyen la prohibición de salir del país, la obligación de fijar domicilio, la retención de sus pasaportes y la obligatoriedad de presentarse cada siete días en una dependencia policial. Además, se les prohibió cualquier tipo de acercamiento, vínculo o contacto con las víctimas, es decir, la madre y su bebé. Pese a la oposición de la fiscalía, el juez ordenó la devolución del dinero secuestrado a los 20 imputados, con un tope de mil dólares por persona.

La fiscalía, a cargo de Fernando Arrigo, con la intervención de los auxiliares fiscales Gustavo Revora y Tomás Labal, sostuvo que la organización captó, trasladó y acogió a la mujer con fines de explotación sexual y reducción a la servidumbre, mediante coerción y engaño, bajo la fachada de un espacio espiritual y de práctica de yoga, aprovechando la extrema vulnerabilidad de la víctima. Por ello, se les imputó el delito de trata de personas con fines de explotación agravada, dado que la víctima estaba embarazada, participaron más de tres personas y se consumó la explotación.

A una de las integrantes de la organización también se le atribuyó el delito de falsedad ideológica en grado de tentativa y la tentativa de sustitución de identidad de un menor de 10 años. A otras dos imputadas, se les imputó el delito de transporte de estupefacientes desde Bariloche a Buenos Aires, tras el secuestro de frascos con pastillas de cocaína. Además, se atribuyó a la organización el delito de fraude migratorio.

 

Un líder con un pasado oscuro y la complejidad de la investigación

 

El fiscal Arrigo señaló que, con la maniobra que involucró a la mujer embarazada y a su hijo, Rudnev intentaba obtener la nacionalidad argentina para luego solicitar la residencia brasileña, consolidando así el asentamiento de la organización en ambos países. Rudnev es conocido como el fundador de una secta rusa en la década de los ’90, y fue condenado a 11 años de prisión en Siberia en agosto de 2013 por violar a integrantes de su secta, la cual cosechó 20.000 seguidores. Se llamaba Ashram Shambala y Rudnev se presentaba como un Dios extraterrestre. Explotaba sexualmente a sus fieles y los obligaba a entregar sus bienes. Se sabe que cumplió la condena y resarció económicamente a sus víctimas.

La investigación se presenta compleja no solo por el idioma, sino por la dificultad de discernir quiénes son víctimas y quiénes victimarios dentro del grupo. El análisis de todos los dispositivos electrónicos secuestrados en los allanamientos es crucial para obtener información relevante sobre el manejo de la secta a nivel local y global. La división de pericias telefónicas de la Policía Federal y la Policía de Seguridad Aeroportuaria de Bariloche están realizando un trabajo “récord” y con “excelente claridad” en el análisis de la información. Este avance se atribuye a la “voluntad por parte de todas las entidades estatales para esclarecer esto”, dada la naturaleza “complicada y delicada” del delito.

El caso tomó un giro dramático durante la detención del líder en el aeropuerto, cuando intentó autolesionarse con una hoja de afeitar que llevaba en su billetera, siendo rápidamente reducido por los oficiales.

La sociedad barilochense y las autoridades se mantienen expectantes ante los avances de esta investigación que busca desmantelar una organización que, bajo una fachada espiritual, habría cometido graves delitos de trata de personas.