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Sociedad

Aves migratorias, mensajeras del cielo que nos invitan a cuidar nuestro entorno

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Este 10 de mayo se celebra el Día Mundial de las Aves Migratorias, una oportunidad para reflexionar sobre el impacto de nuestras acciones en el entorno natural que compartimos con estas especies viajeras.

10/05/2025 19:16 Hs.

La biodiversidad convive con la vida urbana. Foto gentileza

Este sábado (10/05), Bariloche se suma a la celebración continental del Día Mundial de las Aves Migratorias, bajo el lema 2025: “Espacios Compartidos: Creando Ciudades y Comunidades Amigables con las Aves”.

Se trata de una fecha especial que busca poner en valor el papel fundamental que cumplen estas viajeras aladas en la salud de nuestros ecosistemas, al tiempo que promueve la creación de entornos más seguros y hospitalarios para ellas, tanto en zonas rurales como urbanas.

En una ciudad como Bariloche, rodeada de lagos, montañas y bosques nativos, el mensaje adquiere una relevancia particular: estamos directamente conectados con una biodiversidad que merece ser cuidada y celebrada.

La conmemoración coincide además con el “Global Big Day”, el gran día de observación de aves promovido por la plataforma eBird, que invita a personas de todo el continente americano a registrar sus avistamientos de aves como parte de un esfuerzo colectivo para generar información científica clave para la conservación.

Participar es sencillo y accesible: cualquier persona con binoculares (o incluso sin ellos) puede sumarse desde un balcón, una plaza o en medio del bosque.

“Las aves migratorias son embajadoras de la naturaleza, cruzando fronteras y recordándonos la interconexión de nuestro mundo”, expresó Diego Reina Anduze, director del proyecto 7 Maravillas Naturales de América. “Desde los paisajes boreales de Canadá hasta las pampas argentinas, su vuelo simboliza la libertad y la fragilidad de nuestros ecosistemas. Este Día Mundial de las Aves Migratorias, los invito a abrir nuestros ojos y nuestros corazones a estas maravillosas criaturas, y a tomar acciones concretas para asegurar que nuestros espacios, tanto urbanos como naturales, sean refugios seguros para ellas”.

La protección de las aves migratorias no depende únicamente de grandes políticas ambientales. También se construye desde gestos cotidianos. Crear jardines con plantas nativas, instalar bebederos o cajas nido, conservar árboles y tocones viejos que sirvan como refugio, reducir el uso de césped y apoyar proyectos de conservación de hábitats naturales son algunas de las acciones concretas que pueden marcar una diferencia significativa.

En este sentido, el lema de este año –“Espacios compartidos”– refuerza la idea de que las aves no son visitantes lejanos, sino vecinas que comparten nuestro entorno y necesitan condiciones adecuadas para sobrevivir en sus extensas travesías.

En Bariloche, muchas de estas especies encuentran descanso y alimento en humedales, costas y bosques que aún conservan su riqueza. Proteger estos espacios es también cuidar nuestra identidad como comunidad ligada profundamente a la naturaleza.

Este 10 de mayo, abramos bien los ojos al cielo y al entorno que nos rodea. Las aves migratorias nos recuerdan que todo está conectado, y que nuestras acciones, por pequeñas que parezcan, pueden tener un gran impacto en el equilibrio del planeta. (ANB)