Por el hecho ocho personas resultaron heridas, la mayoría de gravedad.
En la comunidad rural de Bolivia, Lagunillas, una tragedia dejó un dolor imborrable para las familias de cinco adolescentes. En la tarde de este miércoles, un micro escolar se incendió de manera inesperada mientras llevaba a los estudiantes de regreso a sus hogares. Según los informes de las autoridades, se determinó que el incendio se originó a raíz de una modificación reciente que se le hizo al vehículo.
El reporte fue presentado por el coronel César Limbert Choque Fernández, perteneciente al Comando Departamental de la Policía de Potosí. De acuerdo con sus declaraciones, el siniestro ocurrió en la comunidad de Lagunillas, a unos 40 kilómetros de Uncía. Alrededor de las 15 horas, las autoridades locales recibieron los primeros reportes del lamentable incidente. Al llegar al lugar, encontraron el micro completamente incinerado, con los cuerpos de cinco adolescentes en su interior.
En las primeras horas después del accidente, se informó que otros ocho estudiantes, cuyos rangos de edad oscilaban entre los 12 y 17 años, lograron escapar; la mayoría lo hizo a través de las ventanas del bus. Desafortunadamente, las víctimas que no pudieron lograr escapar fueron atrapadas en la parte trasera del vehículo.Es notable que la mayoría de los heridos fueron trasladados rápidamente a un hospital en Oruro, dada la gravedad de sus heridas. Ellos habían recibido primeros auxilios iniciales en el Hospital Madre Obrera de Llallagua antes del traslado.
El coronel Choque Fernández divulgó detalles adicionales en su informe, señalando que los estudiantes eran originarios de poblados cercanos, y no propiamente de Uncía. Sin embargo, hasta la tarde de ese día, las identidades de las víctimas mortales no habían sido confirmadas públicamente, ya que yacían en la morgue a la espera de que sus familiares fueran entrevistados formalmente por las autoridades.
Otro aspecto preocupante que salió a la luz es que el micro era conducido por un hombre de 53 años, funcionaba sin patente y no presentó licencia de conducir a las autoridades. El vehículo, acondicionado recientemente para funcionar con gas licuado de petróleo (GLP), enfrentó una fuga mientras intentaban encender el motor, lo que derivó en el fatal incendio. La comunidad y sus alrededores están consternados, buscando respuestas y apuntando hacia la necesitas de una rigurosa revisión de las normas de seguridad en transportes escolares.
