“Es preocupante, es un tema que venimos abordando hace tiempo y ya está muy agravado”, planteó Pablo uno de los padres de la comunidad educativa del CET 2.
Enfatizó que es una escuela de las más viejas de la ciudad y “recién ahora han empezado a escuchar”. Señaló que en una de las reuniones “iba a correr la ventana y me quedé con media ventana en la mano”. A esto sumó el estado de los bancos y comentó que cuando fue a correr uno, “me quedé con la mitad del banco en la mano”.
Lamentó que “el Consejo hace poco y nada” y no permiten que los chicos, al ser un colegio industrial, puedan arreglar algo o se sumen los padres a colaborar. Remarcó que los calefactores no funcionan, entra agua por todos lados, conviven con roedores…
Lamentó que al entrar “parece una cárcel, es una escuela”. Cuestionó que van a una escuela en pésimo estado. Comentó que hay un grupo de padres autoconvocados para trabajar por la problemática.