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hace 2 añosel
Una mañana diferente, pero que no afectó para nada el interés turístico, se vivió en el cerro Catedral. Al intenso frío reinante -igual que en toda la región- se sumó una intensa neblina que redujo en forma notable la visibilidad.
Tanto en la base como “arriba” el fenómeno se repitió desde las primeras horas, aunque eso no impidió que la gente se volcara en muy buen número hacia una de las principales atracciones turísticas de nuestra ciudad.
Es que la nieve acumulada resultó un atractivo especial para todos y así pudo verse como muchos jugaban con ella o se dedicaron al “culipatín” en medio de amplias sonrisas, a pesar de no poder aprovechar en toda su dimensión las bellezas naturales que se pueden visualizar desde las alturas.
Consultados algunos de los visitantes no se cansaban de hablar maravillas de Bariloche, a pesar de los contratiempos que muchos debieron pasar el día que la nieve cayó con mayor intensidad. “Acá son unos privilegiados. No se puede creer tanta inmensidad y belleza natural. Reconozco que está bien que los residentes se quejen por los problemas que la nevada ocasionó, pero para nosotros fue una bendición”, decía Carmen López, quien llegó de Rosario junto a su familia.
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