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hace 2 añosel
En la iglesia de San Pablo de Fürth, en Alemania, usaron ChatGPT para realizar un sermón que reunió a cientos de feligreses, quienes estaban interesados en escuchar a la inteligencia artificial que usó pasajes de la biblia para dirigirse al público.
Este hecho se dio en el marco del Deutscher Evangelischer Kirchentag, una convención religiosa que se celebra cada dos años en ese país para hablar de temas que estén afectando el desarrollo humano, y para esta edición se escogieron tres temas: calentamiento global, la guerra en Ucrania y el surgimiento de la IA.
Por ese motivo, Jonas Simmerlein, un teólogo y filósofo en la Universidad de Viena, decidió emplear la plataforma de OpenAI para crear un discurso único en el que “alrededor del 98% proviene de la inteligencia artificial”.
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“Queridos amigos, es un honor para mí estar aquí y predicarles como la primera inteligencia artificial en la convención de protestantes de este año en Alemania”, fueron las palabras del avatar que se utilizó para proyectar el discurso generado por ChatGPT.
El interés por saber qué decía la IA en este evento llamó la atención de cientos de personas que acudieron a la iglesia e hicieron fila para ingresar y poder escuchar el discurso que duró cerca de 40 minutos.
Para lograr que el sistema diera su mejor sermón, Simmerlein cuenta que le pidió que tomara el rol de un predicador y que usara salmos, oraciones y una bendición final para adaptarse a las condiciones del evento. Lo que para el teólogo de 29 años fue un “resultado bastante sólido”.
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Cómo recibió la gente a la inteligencia artificial
Más allá de la curiosidad por escuchar a los pensamientos de una máquina, los feligreses quedaron satisfechos con la experiencia, asegurando que pensaban que iba a ser peor de lo que terminó siendo, aunque tienen claro que al avatar le faltó más dinamismo para interactuar con las personas.
“No había corazón ni alma. Los avatares no mostraban emociones en absoluto, no tenían lenguaje corporal y hablaban tan rápido y monótonamente que me resultaba muy difícil concentrarme en lo que decían”, aseguró a AP, Heiderose Schmidt, una mujer de 54 años que acudió al evento.
Muchos de los asistentes grabaron el sermón con sus celulares y prestaron atención al discurso, pero resaltaron que no es lo que buscan, aunque “tal vez sea diferente para la generación más joven que creció con todo esto”.
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Otra de las asistentes aprovechó para hacer un llamado y tener cuidado con el uso de esta tecnología, porque puede ser una herramienta que sea aprovechada de forma negativa para encarrillar pensamientos y sesgar ideas relgiosas.
“El desafío que veo es que la IA es muy parecida a la humana y es fácil dejarse engañar por ella. Además, no tenemos una sola opinión cristiana, y eso es lo que AI tiene que representar también. Tenemos que tener cuidado de que no se use indebidamente para difundir una sola opinión”, afirmó Anna Puzio, investigadora en ética de la tecnología de la Universidad de Twente en los Países Bajos.
Finalmente, Simmerlein resaltó que su idea con este discurso no es remplazar a los pastores o religiosos, sino mostrar el potencial de la inteligencia artificial para apoyarlos, porque considera que a la tecnología le hace falta el factor humano para ser diferente.
“El pastor está en la congregación, vive con ellos, entierra a la gente, los conoce desde el principio. La inteligencia artificial no puede hacer eso. No conoce a la congregación”, concluyó.
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