A las 19, Jorge Alegret dará a conocer “La fricción de lo ausente” en una sede de la UNRN. Media hora después, Sebastián Di Silvestro hará otro tanto con “Parranda del güey popular” en La Llave.
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Si se califica de histórica tal vez sea una exageración, pero al menos será poco usual: en la noche del viernes (13 de septiembre) se presentarán dos libros en lugares distintos de Bariloche, aunque ambos pertenezcan al mismo género. En efecto, a partir de las 19 Jorge Alegret dará a conocer “La fricción de lo ausente” en una de las sedes de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), mientras que media hora más tarde Sebastián Di Silvestro hará otro tanto con “Parranda del güey popular” en La Llave. Pocas noches tan poéticas.
Vayamos por orden de aparición. Aunque de origen marplatenses y después de otros domicilios patagónicos, Alegret hace años que reside en Bariloche, a tal punto que supo publicar a través del Fondo Editorial Rionegrino (FER). En esta ocasión, su obra más reciente salió de imprenta con el sello de Baltasara Editora después de que nuestro vecino ganara una convocatoria que se concretó en 2023.
Dice de sí misma la editorial que es independiente y que “recoge la tradición del librero y editor español Laudelino Ruiz”, quien vivió en Rosario (Santa Fe) entre 1930 y 1972. El sello divide sus lanzamientos en siete colecciones: Narrativa, Poesía, Teatro, Ensayo, Testimonio, Patrimonio y Andrómeda. Con su catálogo, procura “rescatar la memoria de hechos acontecidos en Rosario y en el mundo, de los que se encuentran señales en el archivo Laudelino Ruiz”. También es su cometido “promover y difundir la obra de escritores locales, nacionales e internacionales”. Ahí entró el trabajo de Alegret.
A pedido de la editorial, escribió la crítica literaria Alejandra Dotta a modo de reseña: “Hay en este poemario dos ejercicios, el de la memoria como construcción y el de la palabra como medio”. Dice la especialista que “la primera parte del poemario nos devuelve la idea de contemplación, no como observación, no como conocimiento, no como admiración. La contemplación que propone el poeta se acerca más a ser una consecuencia de haber vivido, al acto por el cual nos hacemos conscientes de un irremediable pasar sobre el que no opera la voluntad”.
Así las cosas, “lo trágico, propio de la existencia humana, pierde en la vivencia cotidiana su dramatismo, pero no cierra la herida”. Entonces, cita la reseñadora: “[…] el tiempo se va por el sumidero de las mercancías […]”. Dichos del poeta. En sus escritos, continúa Dotta, “el paisaje se agranda, toma una dimensión inaccesible a la escala humana, repite sus ciclos infinitos; nos devuelve punto. En las palabras de Alegret cada cosa hiere porque su ser no oculta su sentido. O, mejor dicho, su sinsentido”.
El autor escribe así: “Hoy el temporal es como una nota pedal en el continuo minimalista de mis latidos. Contrapunto de galerna y miocardio. La imagen de una enamorada con boina que me invitaba a traducir Prévert, su desesperado silencio en mis ojos. El abuelo, los restos de una centolla frita, una botella de jerez vacía, después la embolia. La piel del viento, mi piel. Los cerros volátiles exhalando el cielo de mi pueblo, y una bicicleta, animal de bajamares. Todo ese tiempo de vagar con la música del vendaval en los párpados. Desalojados, nos pensamos en cuerpos negados al dolor. Nunca nos buscamos la yugular y el vientre. Sólo vibramos en el mismo temporal, con el mismo vicio de hacernos lejanía”. Cualquier adjetivo se antoja superfluo para el cronista.
La presentación de “La fricción de lo ausente” tendrá lugar en Anasagasti 1463 (2do piso). Jorge contará con la participación de Fabián Zampini, quien es docente e investigador en la casa de altos estudios, donde fue director del Profesorado de Lengua y Literatura. Además, la actriz y directora de elencos Lihue Vizcaíno leerá páginas del flamante libro.
En cuanto al libro de Di Silvestro, El Cordillerano ya anticipó su salida cuando estaba en etapa de preventa. En su contratapa, resalta el trabajo otro gigante de las letras regionales, Rafael Urretabizkaya, quien escribió: “No le alcanzan las orillas del idioma ni los márgenes del cuerpo. Desbordante, no pregunta cuántos son porque está claro que no le importa. Entra riendo a la batalla como solo puede hacerlo el que sabe llorar. Y Sebas sabe”.
En efecto, el autor sabe “reír, llorar, escribir. Busca pelos y señales entreverando su voz con otras muchas”, añade su colega de San Martín de los Andes. “La Parranda del güey popular; un libro fabuloso que no pide permiso ni perdón al estilo de los bueyes, las rebeliones, los pájaros, los bichos, el amor, la realidad, la vida, la fantasía, la muerte. Al estilo de la ‘gauchada’, esa fe criolla en la humanidad”, concluye tamaña presentación.
Un tanto más académico, el también poeta Jorge Spíndola dice en el prólogo: “Si bien la lengua de este güey se asienta en la rica tradición del verso popular de Nuestra América, abre un espacio, un resto de aire que respira un aire abierto. En esa respiración en que se hace el verso de Sebastián Di Silvestro, uno puede hilvanar una conversación abierta que tiene en su trasfondo la memoria social de los desposeídos”.
Por su parte, Sebas ideó una presentación un tanto más multitudinaria que la de su colega. Aportarán música Alejandro Otsubo, Püllü Legüero, Romina Blanco y Joaco Conte, junto con “más de treinta amigas y amigos con sus voces”. Cuando finalicen, “compartiremos una picadita a la canasta”, dice el flyer. Sabrán lectores a qué presentación concurrir, pero sería necio quedarse en casa en la más poética de las tardecitas barilochenses.