Publicada
hace 4 semanasel
En el mundo del fitness, cada detalle importa. Y cuando se trata de entrenamiento, una de las preguntas más repetidas es si conviene comer antes o salir a correr en ayunas. La decisión no solo afecta el rendimiento, también influye en el metabolismo y en cómo reacciona el cuerpo ante el esfuerzo.
Con la ciencia como aliada, nuevas investigaciones buscan cerrar esta discusión. Lo cierto es que no existe una respuesta universal: según el objetivo de cada persona, comer antes o no puede marcar la diferencia en la sesión de running. Y entender eso es clave para mejorar resultados.
Correr a la tarde
tener un entrenamiento constante hará la diferencia a la hora de buscar buenos resultados se salud corporal
Quienes eligen correr en ayunas suelen hacerlo con un objetivo claro: quemar grasa de forma más eficiente. Al no ingerir alimentos antes del ejercicio, el cuerpo recurre directamente a las reservas de energía almacenadas, especialmente a los lípidos.
Este mecanismo puede resultar útil para quienes buscan reducir grasa corporal. Sin embargo, también tiene un costo: con niveles bajos de glucógeno, el organismo pierde potencia y resistencia, lo que afecta la calidad del entrenamiento.
La ciencia respalda que correr en ayunas activa la oxidación de grasas, pero también advierte sobre el riesgo de fatiga prematura, mareos y menor capacidad de recuperación. Por eso, esta modalidad se recomienda solo para esfuerzos de baja a moderada intensidad.
En resumen, salir a correr sin desayunar podría beneficiar a quienes priorizan la quema de grasa, pero no a aquellos que buscan rendir al máximo nivel o entrenar a alta exigencia. Como siempre, el contexto y los objetivos mandan.
Incluir una comida liviana antes del running permite contar con niveles más estables de energía, mejora la resistencia y reduce el riesgo de bajones físicos. Esto resulta clave para quienes entrenan con intensidad o planean sesiones prolongadas.
La clave está en qué se consume y cuándo. Optar por hidratos de carbono de fácil digestión, como frutas, pan tostado o barritas energéticas, una hora antes de correr, garantiza combustible sin malestares.
Comer de forma inteligente antes de correr ayuda a sostener un ritmo parejo, evitar el agotamiento y recuperarse mejor. Para quienes apuntan a mejorar marcas o aumentar la carga semanal, esa energía previa puede ser decisiva.
El Quini 6 sorteará un pozo histórico de $5.000 millones: todos los detalles
Música y un sueño mundialista para el barilochense que integra la selección nacional paralímpica
Una persona murió en un incendio en una vivienda en Huergo
Turista brasileño caminó 25 kilómetros en la nieve tras perderse en la Ruta 40
Una macabra costumbre rioplatense que sobrevivió al 25 de mayo
Se fueron sin pagar de una rotisería y terminaron detenidos