Villa Mascardi, tras el desalojo realizado el 4 de octubre de 2022 de la Lafken Winkul Mapu, no dejó de ser tema de discusión.
Muestra de ello es que el viernes se producirán –de no mediar suspensiones, ya que anteriormente hubo aplazamientos– dos encuentros sobre la situación.
Por un lado, referentes mapuches defenderán el enfoque de la Lafken Winkul Mapu en una reunión enmarcada en una mesa de diálogo con funcionarios nacionales.
Por otra parte, habitantes de la zona se encontrarán con los mismos representantes del Ejecutivo para dejar clara su posición.
Cabe recordar que una de las principales discusiones en este tema se produce por la presencia de lo que algunos consideran un rewe (sitio sagrado) en Mascardi, utilizado por la machi (una especie de sanadora) Betiana Colhuan, actualmente en prisión domiciliaria.
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Justamente, la joven, en 2017, cuando tenía dieciséis años, habría tenido algo así como una visión y por eso un grupo de personas –ella incluida– se asentó en un predio de Parques Nacionales en el paraje.
Luego vinieron diferentes hechos de violencia, como incendios de propiedades y toma de terrenos privados.
Debe resaltarse que muchos integrantes de los pueblos originarios –aunque no todos, porque están quienes no creen en ella– responden a la muchacha porque respetan su condición dentro de la medicina ancestral.
¿Pero qué es una machi?
Una forma de acercarse a la temática puede encontrarse en el Museo de la Patagonia, que, entre su exposición permanente, cuenta con una sala referida a los pueblos originarios.
Allí, en la vitrina donde se expone información y objetos mapuches, hay un apartado referido a lo que es ser machi.
Así, se lee: “El machi es el intermediario entre los hombres y la divinidad y como tal es el encargado, en la tierra, de mantener el equilibrio entre las fuerzas del bien y del mal”.
Luego se indica que “en la antigüedad la función de machi estaba reservada a homosexuales de ambos sexos, pero con el tiempo pasó a ser una función casi exclusivamente femenina”.
“Conocedores por excelencia de la tradición y creencias mapuche, ejercen como ‘sacerdotes’, dirigiendo las ceremonias (sobre todo en Chile), elevando pedidos de bienestar o en busca de respuestas sobre acontecimientos futuros”, expone la información que se presenta al visitante del museo ubicado en el Centro Cívico.
También se señala: “El machi emprende una ascensión espiritual para comunicarse con los seres del mundo celeste, que los guían en el cumplimiento de sus funciones. Este viaje lo realiza en estado de éxtasis o trance provocado por el sonido del kultrún, las danzas y cantos rituales y ocasionalmente el uso de alucinógenos”.
A la vez, se indica: “Entre sus tareas el diagnóstico y la curación de enfermedades tienen especial importancia. La enfermedad es considerada como de origen sobrenatural, provocada por espíritus maléficos (wekufe) al servicio de algún brujo (kalku) que los induce a introducirse en el organismo humano”.
En ese sentido, se explica: “La función del machi es la de ahuyentar el mal, para lo cual, en éxtasis, recibe la ayuda de los buenos espíritus que además lo guían en la selección y administración de hierbas medicinales y otras técnicas terapéuticas que utilizan para restablecer física y espiritualmente al enfermo”.