No siempre los aficionados corrían para participar en carreras. Pero cuando el fenómeno del running se volvió global y masivo, la mayoría empezó a anotarse en carreras y armar sus planes a partir de eso. Es muy común, hoy en día, que lo que generalmente marca un plan de entrenamiento para los runners es estar apuntando a una competencia específica. ¿Pero qué pasa si no tenemos una carrera en el horizonte o simplemente no nos interesa anotarnos en competencias?
Uno de los grandes enemigos de los runners es la falta de motivación. No tener objetivos puede producir una baja notable en la motivación, pero esto se ve aún más potenciado por la rutina. Un objetivo no sólo pone una marca en el calendario, sino que además genera una estructura que va creciendo en motivación y en alegría. No hay nada más lindo que prepararse para algo.
La expectativa de algo bueno es un motor imparable. Si eso no está, igualmente podemos mantener la motivación y esquivar la rutina. La rutina no entendida como como el hábito, sino como la repetición aburrida y sin rumbo.
Es muy importante recordar que aunque no estemos preparando una carrera, debemos mantener la variedad en el entrenamiento. Esa variedad tiene que incluir exigencia, porque otra forma de aburrirse y desmotivarse es sentir que no se produce ningún progreso o que incluso vamos perdiendo energía.
Cuando la mente de un corredor se estanca, detrás se estanca el resto de su cuerpo.
Las subidas y bajadas de kilómetros que nos da un plan de carrera se pueden tener en un armado sin ella. Se puede sumar kilómetros tres semanas y luego hacer una semana más liviana, se puede armar un esquema en que cada vez que repetimos un trabajo que hicimos anteriormente lo comparemos con el actual.
Se puede armar una prueba o un test al mes para medirnos en un trabajo en particular, no como una competencia pero sí como un trabajo que nos genere un pico de motivación para exigirnos un poco más.
Si siempre hablamos de tener un entrenador para preparar una competencia, pues también es fundamental tenerlo si se desea no perder el camino de mantenerse activos cuando no pensamos en correr carreras. Muchos running teams hacen un par de pruebas semestrales o trimestrales para ver cómo están los atletas y a partir de eso puedan calcular sus ritmos para eventuales posibles desafíos. Esas mismas pruebas le sirven a quien no busca una carrera.
Y finalmente tener amigos con quienes compartir entrenamientos, sea o no un equipo de corredores, nos empuja a estar siempre entrenados y motivados. Si alguien está preparando una carrera, podemos medirnos a partir de eso y acompañarlo en muchos de sus entrenamientos, en particular aquellos que no se alejen demasiado de lo que nosotros estamos haciendo. Lo importante es no dejar de entrenar nunca. Si la motivación y las ganas están, la disciplina y la felicidad viene detrás.
*Santiago García es maratonista, autor de los libros “Correr para vivir, vivir para correr” y “Volver a correr”. Completó la Six World Marathon Majors dos veces. En Instagram: @sangarciacorre.
Ubicado a menos de 4 horas de la Ciudad de Buenos Aires, el Partido de La Costa se extiende a lo largo de más de 96 kilómetros de playas, ofreciendo una combinación única de naturaleza, cultura y entretenimiento.
El Partido de la Costa comprende 14 localidades costeras, cada una con su encanto particular: San Clemente del Tuyú, Costa Chica, Las Toninas, Santa Teresita, Mar del Tuyú, Costa del Este, Aguas Verdes, Lucila del Mar, Costa Azul, San Bernardo, Mar de Ajó, Nueva Atlantis, Punta Médanos y Costa Esmeralda.
La Costa se consolida como un destino turístico versátil, ideal para disfrutar en cualquier época del año. Con su rica oferta natural, cultural y de entretenimiento, La Costa va más allá de ser un destino de sol y playa, invitando a los visitantes a descubrir una experiencia completa en todas las estaciones.
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Naturaleza en su máxima expresión
Durante la primavera y el verano, las extensas playas de La Costa son el escenario perfecto para disfrutar del sol, practicar deportes acuáticos y relajarse en un entorno natural incomparable. Sin embargo, en otoño e invierno, las reservas naturales y los bosques de pinos cobran protagonismo, ofreciendo senderos para caminatas, avistaje de aves y un contacto más íntimo con la naturaleza.
Cultura y tradición
La Costa también es un destino cultural que celebra sus tradiciones en cada estación. Desde las Fiestas Nacionales de la Corvina Rubia y Negra hasta la Fiesta Provincial del Alfajor en invierno, pasando por diversos eventos y festivales, siempre hay algo que ver y hacer. Además, los museos, centros culturales y ferias artesanales están abiertos durante todo el año, brindando a los visitantes una inmersión en la identidad local.
Diversión en parques temáticos
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La Costa cuenta con nueve parques temáticos que ofrecen entretenimiento para toda la familia, independientemente de la temporada. Desde aventuras acuáticas hasta recorridos por laberintos y aguas termales, los parques de La Costa son una opción ideal para disfrutar todo el año. Cada parque tiene su propia identidad y actividades, brindando experiencias únicas en cualquier momento del año.
Para los amantes de la adrenalina, La Costa ofrece una amplia gama de actividades de turismo aventura que se pueden disfrutar durante todo el año. Deportes como surf, kitesurf, sandboard, cabalgatas y kayak están disponibles en distintas localidades, permitiendo a los visitantes conectarse con la naturaleza de una manera emocionante y dinámica.
Bienestar y relax
Para quienes buscan desconectar y recargar energías, La Costa ofrece alternativas de bienestar disponibles los 365 días del año. El Parque Termal de aguas saladas es un refugio para el cuerpo y el alma, donde se puede disfrutar de masajes, terapias con fango y baños termales, independientemente de la temporada. Además, el destino cuenta con diferentes hoteles con spas para disfrutar todo el año.
Gastronomía auténtica
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La gastronomía de La Costa es un atractivo constante. Los restaurantes y parrillas locales sirven platos típicos que varían con las estaciones, destacando siempre los productos frescos de la región. Desde los tradicionales platos con la pesca del día hasta preparaciones con hongos de pinos, cervezas artesanales y los clásicos churros y alfajores, cada comida es una oportunidad para saborear la esencia de La Costa.
La Costa te invita a redescubrirla en cualquier momento del año. Con una propuesta turística que se adapta a todos los gustos y preferencias, este destino es mucho más que un amor de verano. Es un lugar donde cada estación tiene su encanto, y donde siempre encontrarás algo nuevo para explorar.
Costner es el propietario de una de las mansiones con mejores vistas. Conocela por dentro.
Kevin Michael Costner, el famoso actor, director y guionista estadounidense, logró darse grandes lujos gracias a sus talentos artísticos. Uno de ellos es una increíble mansión en Colorado, que tiene todas las comodidades y lujos que cualquiera podría querer.
Esta mansión, con una vista soñada, no es la elección principal de Costner para vivir debido a que no se siente seguro, por lo que se encuentra disponible para alquilar. Es capaz de arropar del frio invierno a más de 25 personas cómodamente. Conocé los detalles.
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Cómo es la mansión de Kevin Costner
Ubicada en Aspen, Colorado, la casa está compuesta por 64 hectáreas. Es conocida cómo Dunbar Ranch, en honor del actor de “Danzas con lobos”, el teniente Dunbar.
En su interior, la casa tiene 12 habitaciones y ocho baños, pudiendo hospedar hasta 27 personas cómodamente. También cuenta con un campo de béisbol.
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Los detalles de la propiedad se caracterizan por sus acentos de piedra, techos de roble y madera expuesta, generando un ambiente acogedor que no pierde los lujos. También cuenta con una chimenea de doble cara, fundamental para pasar el frio invierno.
Si bien es una casa soñada, el actor dice que no se siente seguro para vivir allí. Por eso mismo, alquila la mansión por 36.000 dólares por noche.
Ya sea con mate, café, sola o con amigos, esta receta de pepas caseras súper fácil te va a endulzar las tardes.
La receta de galletitas pepas es una de las más antiguas de Argentina. Son aperitivos clásicos en las meriendas y desayunos por su distribución justa entre membrillo y masa que se pueden encontrar en su versión comercial en supermercados, o en panaderías con una preparación más artesanal.
Para hacerlas caseras no se necesitan demasiados ingredientes, y la clave está en amasar bien y dejar reposar el tiempo necesario. Además, se pueden rellenar con muchísimas cosas como membrillo, batata, dulce de leche e incluso crema pastelera.
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Receta de las galletitas pepas
Esta receta demora un tiempo total de una hora, y rinde 20 pepas aproximadamente.
Ingredientes
200 g de harina
100 g de manteca
75 g de azúcar
Ralladura de 1 limón ( o naranja)
1 huevo
½ cucharadita de polvo de hornear
Dulce de membrillo
Agua hirviendo 2 cucharadas
Paso a paso
En un bol, mezclar la harina, el azúcar y el polvo de hornear. Agregar la manteca fría en trozos y desmenuzar con los dedos hasta obtener una textura arenosa.
Añadir el huevo y amasar hasta obtener una masa homogénea.
Envolver la masa en papel film y refrigerar durante 30 minutos. Mientras tanto precalentar el horno a 180°C.
Tomar pequeñas porciones y hacer bolitas de masa. Colocar sobre una placa enmantecada y enharinada (o con papel manteca) y aplastar levemente cada bolita, haciendo un huequito en el centro con una cuchara o con el pulgar.
Mezclar el dulce de membrillo con las dos cucharadas de agua hirviendo y revolver hasta que se forme una pasta. Rellenar los huecos de las pepas con el membrillo. espolvorear con azúcar por encima (opcional)
Hornear durante 15-20 minutos. Dejar enfriar sobre una rejilla y disfrutalas con la infusión que mas te guste.