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Con 65 años, rompe barreras y se propone escalar el Kilimanjaro
A sus 65 años, Mirta Bellaescusa es la prueba de que nunca es tarde para desafiar nuestros propios límites y alcanzar nuevas alturas. Esta mujer, madre, abuela y amante de la aventura, ha transformado su vida a través del trekking, superando barreras que muchos considerarían imposibles.
Su más reciente hazaña fue escalar su propia cima hasta los 6.200 metros del Everest. Durante noviembre y diciembre, Mirta propone caminatas en Buenos Aires, e invita a mujeres y hombres a caminar y a redescubrir su propia fuerza interior.
Resiliencia y perseverancia: la receta de Mirta para llegar a la cima
Hace seis años, Mirta Bellaescusa decidió que quería más de la vida que sólo rutinas diarias y tareas de oficina. Así fue como descubrió el trekking de montaña y lo convirtió en un estilo de vida. Desde entonces, su pasión por este deporte la ha llevado a recorrer algunos de los cerros más desafiantes del mundo, incluyendo la imponente cordillera del Himalaya.
Así es como planea su propio desafío: escalar el Kilimanjaro; una montaña situada en el noreste de Tanzania, formada por tres volcanes inactivos con su pico más alto que alcanza los 5891,8 metros. Se trata de la montaña más alta de África.
“Amo escalar y caminar. He descubierto lugares maravillosos y en este maravilloso viaje supero día a día mis límites. Ahora tengo como meta escalar el Kilimanjaro”, explicó Mirta.
La disciplina y el cuidado detrás del éxito
El camino hacia el éxito de Mirta no ha sido fácil ni rápido. Su preparación física y mental es digna de admiración: “Entreno cuatro veces por semana con un preparador físico y sigo un riguroso régimen alimenticio que excluye el gluten, las harinas refinadas y la carne roja. Esta dedicación me ha permitido mantener el rendimiento necesario para realizar este tipo de travesías y cada vez que alcanzo un nuevo siento una emoción indescriptible”.
Desde que comenzó en el mundo del trekking, Mirta ha subido 10 montañas en un período de dos años y medio, culminando con el Aconcagua, la cima más alta de América. Ha soportado temperaturas extremas, mal de altura y la soledad de las noches en una carpa a -14°C. Sin embargo, cada desafío que ha enfrentado lo toma como una oportunidad para crecer y aprender, transformando los obstáculos en escalones hacia su propio desarrollo personal.
“Las bajas temperaturas u otro tipo de adversidades que uno debe enfrentar son desafíos a superar; no lo veo como un sufrimiento, aunque siempre cuido mi seguridad personal”.
Invitación a caminar con Mirta en Buenos Aires: octubre y noviembre 2024
En su misión de inspirar y conectar con más personas, Mirta estará liderando caminatas por espacios naturales de Buenos Aires. Durante noviembre y diciembre planea realizar diferentes propuestas por Buenos Aires.
“Caminar en la naturaleza es un acto de amor hacia uno mismo. Es dejar atrás las dudas, el miedo y el estrés, y dar ese primer paso hacia lo que realmente queremos en la vida”, comenta Mirta. “No es sólo un ejercicio físico, es una forma de reconectar con nuestra esencia”, recalcó.
Mirta invita a mujeres y hombres de todas las edades a unirse a estas caminatas, con la esperanza de que cada paso se convierta en una fuente de inspiración y motivación. Para ella, no se trata solo de caminar, sino de crear una comunidad de personas que se apoyan mutuamente y que creen en la posibilidad de superarse a sí mismas, sin importar las circunstancias.
En 2025, Mirta tiene nuevas cumbres en su horizonte: además del Kilimanjaro en África, planea escalar el Fitz Roy en la Patagonia argentina. Pero, antes de lanzarse a estos grandes retos, su foco está puesto en motivar a quienes la rodean a dar ese primer paso, el más importante de todos, hacia una vida más sana y plena.