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Crisis en el sector cardiológico pone en riesgo procedimientos críticos como la colocación de stents
El Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) emitió un comunicado en el que advierte sobre la fuerte crisis que enfrenta el sector cardiológico. Según esta entidad, procedimientos críticos como la colocación de stents y la realización de angioplastias podrían suspenderse en numerosas situaciones debido a la complejidad y los altos costos asociados a estas intervenciones.
El aumento exponencial de los costos de equipos e insumos médicos, sumado a la baja sistemática de los honorarios profesionales, ha generado una situación insostenible para los cardiólogos intervencionistas. Ante esta situación, ya se están reprogramando procedimientos y se están registrando demoras de varios meses.
Un agravante para esta situación es que las enfermedades cardíacas y vasculares son la principal causa de muerte en Argentina.
“De no mediar una solución en el mediano plazo, toda la actividad va a verse paralizada, generando un impacto incalculable sobre la salud de la población”, apuntaron desde la entidad.
De acuerdo con los especialistas agrupados en el colegio, se está produciendo una combinación de factores que amenazan la continuidad de la actividad, una especie de “tormenta perfecta sobre esta imprescindible disciplina médica que atiende y asiste a una porción importante de la población”.
El aumento exponencial de los costos de equipos e insumos, que oscila entre un 300% y un 500%, no ha sido acompañado por un aumento en los honorarios pagados por las Obras Sociales y Sistemas de Medicina Privada. A esto se suma la diferencia salarial existente en comparación con otros países, lo que provoca que muchos profesionales opten por emigrar.
Juan José Fernández, presidente del CACI y cardioangiólogo intervencionista, advierte que la crisis también afecta la atención de las urgencias. Los especialistas se ven obligados a gastar tiempo y energía en buscar los insumos necesarios para llevar a cabo los procedimientos, lo que dificulta su labor y en algunos casos los lleva a trabajar en condiciones precarias.
La situación en el sector cardiológico es alarmante y requiere la atención urgente de las autoridades. La falta de recursos y la precariedad en las condiciones de trabajo amenazan la salud cardiovascular de la población.