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¿Cuál es el impacto ambiental de bitcoin y las criptomonedas?
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hace 4 semanasel
A pesar de las ventajas que ofrecen las criptomonedas, esta forma de dinero ha recibido fuertes críticas por su enorme consumo de energía eléctrica. De hecho, en algunos países se ha pensado en prohibirlas, mientras que en otros ya es ilegal realizar la minería. Pero ¿qué tan contaminante es esta actividad en realidad? ¿Supone un daño mayor al que ya producen otras industrias?
Algunos estudios han demostrado que, si bitcoin fuera un país, consumiría más electricidad que Finlandia o Argentina; de hecho, estaría dentro de los 30 países que más utilizan energía a nivel global. Asimismo, su porcentaje de huella de carbono es comparable al de otras industrias como la de carne y la de gasolina. Sin embargo, se trata de un tema que tiene muchas perspectivas y enfoques. En esta criptopedia te contamos lo que debes saber.
1 ¿Cuánto contamina bitcoin y por qué consume tanta energía?
El desarrollo tecnológico en diferentes áreas del conocimiento humano ha generado cambios en la biósfera y sus diferentes ecosistemas. Nosotros hemos podido presenciar uno de los avances más contundentes en nuestra historia: la transición del dinero custodiado por los bancos centrales al dinero independiente y controlado por los usuarios, cuyo crecimiento se ha impulsado por el nacimiento de Bitcoin y las criptomonedas.
Desde su creación, BTC ha experimentado una adopción mundial que se mantiene en constante crecimiento. Sin embargo, los procesos requeridos para crear, transferir y registrar movimientos de este activo digital requieren de una infraestructura física que funcione constantemente, lo que implica un consumo elevado de energía eléctrica.
En palabras más sencillas, se necesita de máquinas ASIC que nunca dejen de trabajar para producir el llamado “oro digital”. Este fenómeno ha generado polémica entre expertos, bitcoiners y activistas; de hecho, algunos comparan al sector cripto con la industria ganadera en términos de contaminación y empleo de los recursos, debido a sus elevadas emisiones de CO2.
¿Qué es el minado de bitcoin?
La minería de bitcoin es el proceso que permite poner en circulación nuevos bitcoin. Cada bloque de bitcoin genera 6,25 BTCs nuevos como recompensa al minero que registró el bloque; esta operación es lo que se conoce en el mundo cripto como “minado”. Vale resaltar que el monto de la recompensa no es fijo; aproximadamente cada cuatro años la recompensa se reduce a la mitad en un proceso que se conoce como halving.
Según los investigadores, la minería de bitcoin requiere un consumo anual de entre 121 y 143 teravatios por hora (TWh), lo que es comparable a la cantidad de energía que usan algunos países. De hecho, naciones como Argentina, Noruega y Chile tienen un consumo de electricidad menor que bitcoin.
Este gasto energético se multiplica, además, por el hecho de que la minería de Bitcoin es una actividad que se lleva a cabo de forma descentralizada y cualquier persona interesada la puede realizar. Por ende, se trata de un trabajo que ha florecido en todo el mundo, llegando a afectar a países que no poseen suficiente suministro eléctrico.
En China y en Venezuela, por ejemplo, está estrictamente prohibido realizar esta actividad. También se han implementado fuertes regulaciones en Rusia, Colombia, España, Argentina y Estados Unidos; entre las medidas de control más comunes están, por supuesto, la imposición de impuestos y penalidades.
Países que sí aceptan la minería de bitcoin
Si bien muchos países prohíben o regulan la minería, otros la promueven. En Estonia, por ejemplo, la minería es bastante común. Eso sí; el pago de impuestos sobre los ingresos de las criptomonedas se controla de forma estricta. También está permitida en Kuwait y Singapur, donde los precios de la electricidad resultan accesibles y las regulaciones son adecuadas. Otro país que promueve la minería es Islandia, pues sus bajas temperaturas resultan favorables para la maquinaria de bitcoin.
Ahora bien, ¿cuánto contamina bitcoin? Según unos estudios realizados en 2022, la producción de esta criptomoneda genera un impacto ambiental con una huella de carbono de 39,67 MTon de CO2.
Si realizamos una comparación con cifras más digeribles, la industria de la carne de res deja una huella de carbono del 33%, mientras que la de bitcoin se posiciona en un 35%. Sin embargo, las industrias del gas natural y la gasolina mantienen cifras mayores, con un 46% y 41% respectivamente. Por otro lado, la industria del carbón sigue liderando los niveles más altos de contaminación, con un 95%. Tengamos en cuenta que esta es una visión global, pues los datos pueden variar de país en país.
Industria
Porcentaje de huella de carbono
Carbón
95%
Gas natural
46%
Gasolina
41%
Bitcoin
35%
Carne de res
33%
Pollo
10%
Cerdo
8%
Energía solar
4%
Oro
4%
2 ¿Las otras criptomonedas tienen el mismo consumo energético?
Bitcoin ocupa el primer lugar en cuanto a consumo energético, con una media de 121,51 TWh, mientras que Ethereum requiere de 52,27 TWh y le sigue Dogecoin con 7,8 TWh. Después está Litecoin, con un consumo anual de 3,2 TWh y XRP con un consumo de menos de 1 TWh al año. En conjunto, el uso de energía de todas las criptomonedas oscila entre el 0,4% y el 0,9% del consumo de electricidad global.
Vale resaltar que el consumo de energía puede variar dependiendo de varios factores. Por ejemplo, los mineros que usan ASIC requieren de mucha más energía, mientras que otros que emplean ordenadores más sencillos resultan más amigables para el medioambiente.
También debemos tener en cuenta el clima de los países donde se mina bitcoin. Si se está realizando la actividad en una región fría, no se necesita refrigeración para los equipos, lo que reduce los costes eléctricos. Sin embargo, una región que experimenta altas temperaturas requerirá de una ventilación especializada para mantener las computadoras en óptimo funcionamiento.
Criptomoneda
Consumo energético
Bitcoin
121,51 TWh
Ethereum
52,27 TWh
Dogecoin
7,8 TWh
Litecoin
3,2 TWh
XRP
Menos de 1 TWh
Diferencias de consumo eléctrico entre PoW y PoS
En relación con el punto anterior, es importante destacar la diferencia de consumo energético entre los algoritmos de consenso PoW y PoS. Recordemos que el mecanismo PoW (Prueba de Trabajo) necesita que los mineros hagan cálculos aleatorios en milisegundos, lo que requiere de equipos informáticos especializados y muy potentes (ASIC). Este algoritmo es el que utiliza bitcoin y litecoin para producir más criptomonedas. En resumen, el algoritmo PoW necesita de una gran cantidad de energía eléctrica.
En cambio, el algoritmo PoS (Prueba de Participación) no necesita de un minero para generar criptomonedas, pues funciona con otro sistema: mientras que en la Prueba de Trabajo los mineros compiten entre sí para ver quien resuelve primero el acertijo, en la Prueba de Participación existen validadores que utilizan una cantidad determinada criptomonedas para participar en la validación de las transacciones.
Mientras más criptomonedas se utilicen, mayor será la posibilidad de ser seleccionado para validar la próxima transacción y recibir una recompensa. En otras palabras, la actividad que realiza el PoS no compite a nivel computacional, sino a nivel monetario, lo que reduce los gastos eléctricos. Las criptomonedas más populares que usan PoS son Ethereum y Tezos.
¿Qué es un algoritmo de consenso?
Un algoritmo de consenso consiste en un grupo de reglas o patrones que le permite a una red de computadoras llegar a un acuerdo (o un consenso) sobre el estado de una blockchain sin tener que recurrir a una autoridad central. Asimismo, este algoritmo permite que todos los agentes de un sistema puedan tomar decisiones y hacer cumplir órdenes.
3 ¿Qué fuentes de energía se utilizan para minar Bitcoin?
Se puede obtener energía para minar Bitcoin y otras criptomonedas a partir de diversas fuentes, tanto renovables como no renovables. Actualmente, casi el 50% de la minería está utilizando fuentes alternativas al carbón.
Si hablamos de números, la principal fuente de energía es la hidroeléctrica, que compone un 23% de la minería bitcoin. Le sigue el carbón, con un 22,92% y después el gas con un 21,14$. En menor medida aparece la energía eólica con un 13,98%, mientras que la energía nuclear y la solar representan el 7,94% y el 4,98% respectivamente. Otras fuentes menos populares representan el 2,40% de la minería.
Por lo tanto, más de la mitad de la energía utilizada proviene de fuentes más amigables con el medio ambiente y se espera que esta tendencia continue su crecimiento en los próximos años. Tengamos en cuenta que las fuentes no renovables de energía, como lo son el carbón y el petróleo, cada vez son menos atractivas y más costosas, lo que influye no solo en la criptoindustria sino en todos los mecanismos de producción que existen.
Países que utilizan fuentes alternativas al carbón
Un caso de minería con energía hidroeléctrica muy cercano a nosotros lo podemos visualizar en Venezuela: en esta nación, la minería de bitcoin se volvió muy popular como consecuencia de la inflación, pues cientos de venezolanos se dieron cuenta de que con el dinero digital era factible protegerse de la desvalorización del bolívar. En el país caribeño, la energía proviene principalmente de fuentes hidroeléctricas, por lo que minar bitcoin resulta mucho más sustentable. Además, el servicio de electricidad es muy económico.
Sin embargo, en 2024 el gobierno venezolano decidió prohibir la minería de bitcoin, pues según las autoridades dicha actividad es la responsable de las fallas eléctricas que afectan a gran parte de la población del país. A raíz de esto, los venezolanos han buscado una solución viable: la minería de bitcoin con gas. Esta es la que se usa en países como Argentina y Estados Unidos para abastecer a los ASIC. Sin embargo, la producción de bitcoin en el país caribeño sigue estando cuesta arriba, ya que el gobierno venezolano no promueve políticas que fomenten esta práctica.
Por otro lado, en África tenemos el Parque Nacional Virunga, ubicado en la República Democrática del Congo, el cual realiza minería bitcoin mediante tres generadores hidroeléctricos; estos proporcionan energía limpia para las operaciones mineras, lo que sienta un precedente muy importante para próximos proyectos ecológicos. Vale destacar que los ingresos generados se utilizan para mantener la infraestructura del parque y para pagar los salarios de sus trabajadores.
4 ¿Es tan contaminante la minería de Bitcoin como la producción de dinero tradicional?
Si bien la minería de bitcoin y la producción de criptomonedas generan un impacto considerable en el medioambiente, hay que tener en cuenta que la fabricación de billetes y monedas tradicionales supone un proceso aún mayor de explotación: para su producción, se necesitan recursos minerales finitos y no renovables, lo que genera un malestar más significativo a largo plazo.
La minería convencional trae como consecuencia la pérdida de la vegetación y geología local, mientras que acelera los procesos de erosión de la tierra. Además, hay riesgo de contaminación por agentes químicos, polución del aire y generación de residuos sólidos. Si bien con esto no se busca eximir las responsabilidades ambientales que deben tener los productores de criptomonedas, es importante resaltar que otros métodos de producción también generan un daño contundente en la biósfera.
Por otro lado, debemos mencionar que no es lo mismo hablar de consumo eléctrico que de la huella de carbono. Aunque es cierto que la mayor parte de la energía eléctrica se produce mediante combustibles fósiles como el carbón y el petróleo, que son agentes muy contaminantes, recordemos que hay un buen porcentaje que utiliza energías renovables como la hidroeléctrica o la eólica, como se mencionó en párrafos anteriores.
5 ¿Cuál es el futuro de la minería de Bitcoin y su impacto ambiental?
A pesar de los intentos por mitigar el impacto de la minería digital y por integrar energías limpias, el consumo energético de las criptomonedas sigue siendo todo un desafío. Sin embargo, para mitigar estas consecuencias muchos proponen incrementar el uso de energías limpias, como la hidráulica y la solar, que sin duda cada vez son más frecuentes; se trata de un cambio que ya estamos visualizando.
Asimismo, algunos expertos sugieren el desarrollo de un hardware más eficiente. Se cree que es posible diseñar un hardware que consuma menos energía, lo que sin duda contribuiría a reducir las consecuencias medioambientales.
Por otro lado, ciertos autores consideran que es posible implementar sistemas de captura y almacenamiento de carbono, una alternativa que está pensada para las instalaciones que aún requieren de combustibles fósiles para su funcionamiento. Estos expertos también aseguran que en el futuro se seguirán implementando impuestos y penalizaciones sobre el carbono para operaciones de minería, mientras que se promoverán beneficios fiscales para aquellas empresas mineras que empleen energía verde.
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