Policiales y Judiciales
De no creer: tras irrisoria condena por abusos, “Comegatos” sumó nuevas acusaciones
Ya había sido condenado por violar a dos adolescentes, acumularon legajos por delitos varios y en juicio abreviado le regalaron una condena irrisoria mientras permaneció en libertad. Ahora está detenido, con nuevas causas por abuso, amenazas y más.
Gabriel Alejandro Hernández, más conocido como “Comegatos”.
Hace algunas semanas, Gabriel Alejandro Hernández sumó su segunda condena y declaración de reincidencia por tres hechos de abuso sexual, desobediencia a órdenes judiciales y amenazas. A partir de denuncias de lectores de El Cordillerano sobre la presencia de “Comegatos” en su vivienda del barrio 2 de Abril, la fiscalía confirmó que ahora está detenido con prisión preventiva en la comisaría Segunda del Centro Cívico, pero ligado a otros legajos judiciales en su contra, porque la última condena que recayó sobre él todavía no está firme, pero ya volvió a las andanzas.
Una de las nuevas acusaciones, es por amenazas a su expareja, la misma a la que había amenazado previamente y cuyos hechos formaron parte de la última condena en su contra.
La fiscala Mariana Lescano le atribuyó un hecho ocurrido sobre la calle Teniente Espinoza del barrio 2 de Abril, cuando Hernández se asomó por la ventana de su vivienda y exhibiendo cuchillos y un arma de fuego, volvió a amenazar de muerte a la mujer: “Te voy a matar, voy a llamar a mis hermanos y te voy a volver a prender fuego la casa”, le dijo, en alusión a un siniestro anterior en el que la vivienda de la mujer fue consumida por el fuego. Todo ocurrió el pasado 1° de febrero en horas de la tarde, ante la vista de los padres y los hijos menores de edad de la víctima.
Entre los detalles descriptos del hecho, la fiscalía explicó que existen diversos registros fílmicos de lo ocurrido, porque efectivamente después de las amenazas se presentaron en el lugar los parientes de Hernández y se produjo un fuerte altercado.
Lo curioso del caso es que en el marco de la audiencia de formulación de cargos, la defensora particular Ana Vera dijo que era necesario que el hecho se investigue y que aportaría mucha información al respecto, señalando que el hecho no ocurrió porque Hernández estaba en esos días con ella en un pequeño campo de su propiedad en El Bolsón, prestándole colaboración en el marco de los incendios que asolaron a la comarca el último verano. Fue más allá la defensora al señalar que la agresión fue inversa y que la Fiscalía no ha hecho nada con las denuncias presentadas por la familia Hernández.
Ante las consultas realizadas, fuentes oficiales confirmaron que Hernández también había sido imputado tiempo atrás en otra causa impulsada por el fiscal Gerardo Miranda -el mismo con el que acordó la ridícula pena de tres años de prisión por otros hechos-, por nuevos episodios de abuso sexual contra menores de edad. En ese caso, según se informó, le impusieron prisión preventiva hasta el mes de agosto, pero no fue posible obtener mayores precisiones pese a los requerimientos formales realizados al Ministerio Público Fiscal.
Otras fuentes consultadas aseguran que hay más legajos en trámite contra Hernández, aunque la información no pudo ser cotejada con fuentes fiables.
Hernández, que ya cumplió una condena de diez años de prisión por violar a dos adolescentes a los que embriagó y drogó previamente, se declaró culpable hace algunas semanas por tres hechos de abuso sexual simple cometidos contra dos menores distintas, por tres hechos de desobediencia a una orden judicial y por dos hechos de amenazas contra su expareja, a quien precisamente tenía prohibido acercarse.
Ese concurso real de delitos tenía una escala penal aplicable de entre 6 meses y 21 años de prisión, pero a cambio de su confesión la fiscalía acordó no pedir más de tres años de prisión y en definitiva esa pena le aplicó el juez Sergio Pichetto, tras remarcar la sustancial diferencia entre los montos, pero enfatizando en su imposibilidad de imponer una pena mayor a la solicitada por la parte acusadora.
Los hechos de abuso que motivaron esa sentencia tuvieron por víctimas a dos niñas de 11 y 7 años de edad y ocurrieron entre 2019 y 2021, en tanto que las amenazas a su expareja y los hechos por desobediencia fueron simultáneos y ocurrieron en 2023.
El propio fiscal había reconocido que todos los agravantes previstos en la norma se encontraban reunidos en la acusación y que la pena no era la más justa, pero era lo que había acordado con la defensa para obtener la confesión de “Comegatos”. Destacó inclusive que ya había cumplido su anterior condena sin que ello haya servido para que el sujeto “entendiera o internalizara la gravedad” de su conducta.
Más allá había ido la defensora particular, al señalar que estaba “convencida de la resocialización de la gente. Hay personas que cambian”, solicitando la pena de seis meses de prisión.
Lectores de El Cordillerano advirtieron en la anterior publicación del caso, que Hernández había sido beneficiado por el Gobierno municipal que comandaba el exintendente Gustavo Gennuso, con convenios para el tratamiento de chatarra urbana. De hecho, señalan, familiares de “Comegatos” se desempeñaban contemporáneamente a ese convenio, en diversas áreas del municipio.
Mientras tanto, otras personas del mismo apellido y presúntamente familiares del acusado, enviaron mensajes intimidantes a la redacción de El Cordillerano, tras la publicación de la condena de tres años de prisión que le impusieron.
