Deportivo Viedma (19-10) se ilusiona con meterse de manera directa en los cuartos de final de la Liga Argentina de básquet. Con un puñado de partidos por jugarse de la fase regular, los de la capital rionegrina se quedaron con un duelo importante ante Lanús (16-14) que les permite afianzarse en el cuarto lugar.
Los dirigidos por Guillermo Bogliacino se impusieron al Granate por 83 a 68 como locales en un duelo intenso en el que mostró carácter para llevarse puntos importantes.
En el primer cuarto, Viedma sufrió la defensa del equipo visitante y le costó entrar en ritmo. A medida que fueron pasando los minutos, Matías Eidintas se adueñó de la pelota y se lució con 19 puntos en la primera mitad. Gracias a su aporte, el segundo cuarto finalizó en 37 iguales.
El segundo tiempo fue muy friccionado e intenso, el Depo se puso arriba en el marcador desde el inicio y aumentó la distancia con gran efectividad desde el perímetro. Mariano Marina fue fundamental en los momentos decisivos y el dueño de casa sacó una máxima de 16 cerca del final para quedarse con el triunfo.
En Viedma sobresalió la actuación de Matías Eidintas con 26 puntos, acompañado por un intratable Mariano Marina con 24 unidades.
Con el triunfo, Viedma se mantiene en la cuarta colocación con un récord de de 19 triunfos y 10 caídas, apenas por encima de Hispano Americano (su rival directo en la recta final) que tiene 19 victorias y 12 derrotas en lo que va del certamen. A los de Santa Cruz les queda un partido por jugar, mientras que a los rionegrinos le faltan tres.
Deportivo Viedma tiene poco descanso y ya piensa en su próximo partido, dónde va a recibir a Zárate Básket el sábado 25 de marzo en el Ángel Cayetano Arias. Una victoria les permitirá prácticamente asegurarse su lugar entre los cuatro primeros de la Conferencia Sur.
Luego recibirá el 27 de marzo a Quilmes de Mar del Plata y finalizará su participación en la fase regular en casa ante Tomás de Rocamora el 29 del mismo mes.
Del Progreso, por su parte, volverá a jugar como local este sábado cuando reciba a Lanús en un duelo clave pensando en su futuro. El auriazul no tiene margen de error: está obligado a ganar los dos partidos que le quedan y esperar que Tomás de Rocamora (su rival del lunes) no gane ninguno de los tres que tiene en agenda para meterse en el último lugar del play-in.
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