También se incluyó en el temario revertir un decreto que habilita el libre canje de deuda.
La disputa por los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) del presidente Javier Milei establece un nuevo capítulo decisivo en el Congreso de la Nación Argentina. La oposición, destacándose por la amplia alianza entre distintos bloques como Encuentro Federal, Unión por la Patria y Democracia para Siempre, entre otros, presiona para reformar el sistema de DNUs antes de finalizar el año. Esta iniciativa es una respuesta a lo que señalan como una “excesiva” cantidad de decretos promulgados por el actual gobierno en sus primeros nueve meses de mandato, sumando un total de 39.
La importancia de este debate radica en modificar aspectos clave del régimen actual de DNUs establecido en la ley 26.122 del 2006. Las propuestas incluidas en el dictamen buscan adecuar y restringir las facultades otorgadas al Ejecutivo, aclarando la definición de “necesidad y urgencia” para promover su correcta utilización. Fundamentalmente, el esquema consiste en revocar el DNU con el voto desfavorable de una sola de las cámaras del Congreso y un límite temporal más estricto a su vigencia.
Las tensiones políticas aumentan, dado que se han suspendido otras prioridades legislativas que el oficialismo busca concretar, como el Presupuesto 2025 y otros proyectos importantes para su gestión. Por otro lado, el DNU 846/2024, referente a la deuda estatal, ha cruzado los límites del debate meramente legislativo para volverse un tema de relevancia nacional, enfrentando rechazos vehementes del sector peronista y otros partidos de la oposición.
El principal desafío para la oposición es conseguir la unanimidad necesaria en sus filas para poder sancionar esta reforma. Mientras el kirchnerismo, encabezado por Cristina Fernández, mantiene su postura opuesta, otros sectores aún no han definido su posición. El partido Innovación Federal y el Pro son todavía inciertos respecto a su participación, en tanto que La Libertad Avanza ha manifestado su desacuerdo con la proposición.
Queda en suspenso la efectiva reforma de los DNUs, pero todo parece indicar que, a menos de un mes de dicha sesión, la actividad parlamentaria se verá protagonizada por las estrategias y alianzas que logren firmar los distintos partidos.
