De ser aprobado, se lo conmemorará cada 21 de abril.
En una reciente movida que ha capturado la atención del escenario político y social de Argentina, diputados de Unión por la Patria han presentado un impactante proyecto de ley ante la Cámara baja. La propuesta busca instituir el 21 de abril como un nuevo feriado nacional, una fecha que serviría en memoria del fallecimiento del papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio. Esta propuesta parlamentaria está impulsada por los diputados Carlos Cisneros y Sergio Palazzo, junto a otros notables legisladores.
El proyecto reconoce a Bergoglio como ‘el argentino más importante de la historia’, un reconocimiento que surge de su Rol preponderante a nivel mundial como Pontífice de la Iglesia Católica. Entre los firmantes del proyecto se encuentran figuras políticas resaltantes como Eduardo Valdés, íntimo aliado de Francisco y ex embajador argentino ante el Vaticano, además de referentes como Victoria Tolosa Paz y Santiago Cafiero.
Los impulsores de la idea fundamentan que establecer un feriado en esta fecha no solo honra la figura del papa Francisco, sino que también crea un espacio para la introspección colectiva sobre su legado. Subrayan los valores que Bergoglio encarnó: la defensa de los más desfavorecidos, la reivindicación de los derechos de las mujeres, los migrantes y las diversidades. Asimismo, resaltan su lucha por la justicia social y el cuidado del medio ambiente.
Destacan que Francisco, el primer pontífice del sur global y primer jesuita en dicho cargo, simboliza para la Argentina y el mundo una figura que va más allá de lo religioso. La encíclica ‘Laudato Si’ (2015) es citada como un toque de atención global sobre la preservación del planeta, mientras que su discurso en ‘Fratelli Tutti’ (2020) recalca que ‘nadie se salva solo’, proponiendo un mundo movido por la fraternidad y la atención a los más vulnerables.
El fallecimiento del papa Francisco ha dejado un vacío significativo, y su entierro congregó a una multitud de más de 200,000 fieles en el Vaticano, en una ceremonia tanto solemne como sencilla, emulando los deseos personales de Francisco para tal evento. Personalidades internacionales y líderes mundiales se hicieron presentes en un homenaje marcado por la emotividad. La ceremonia, sencilla y solemne, reunió a influyentes líderes de diversos continentes, rindiendo tributo a la indiscutible estatura moral del papa Francisco y su ilustre legado.
Entre los asistentes a las ceremonias en el Vaticano se encontraban dirigentes de los cinco continentes, incluido el expresidente estadounidense Donald Trump, el francés Emmanuel Macron, el ucraniano Volodímir Zelensky, y la familia real española, representada por Felipe VI y Letizia, así como mandatarios latinoamericanos notables como Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil y Daniel Noboa de Ecuador.
