Un agente de la Guardia Revolucionaria de Irán habría dado instrucciones a un contacto para que vigilara y matara a Trump.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha anunciado formalmente que logró desbaratar un presunto complot para asesinar al presidente electo Donald Trump. Esta amenaza fue vinculada a un grupo que supuestamente recibió órdenes del gobierno iraní. El plan, que involucró vigilancias detalladas, fue informado en un comunicado oficial.
Un hombre identificado como Farjad Shakeri fue señalado por recibir instrucciones de un funcionario de alto rango de la Guardia Revolucionaria de Irán. Según informa la denuncia registrada en un tribunal federal de Manhattan, debía liderar los esfuerzos para llevar a cabo un ataque contra Trump en octubre, coincidiendo con su campaña electoral.
Shakeri aseguró que se le pidió directamente que relegara otras misiones en las que trabajaba para concentrarse exclusivamente en preparar el ataque. Sin embargo, existen indicios de que Irán estaba listo para posponer el atentado si no se lograba concretar antes de las elecciones presidenciales, apostando a una derrota de Trump que pudiera facilitar una futura ejecución del plan.
Los eventos llevaron también a la detención de dos ciudadanos estadounidenses, Carlisle Rivera y Jonathon Loadholt, aprehendidos en Nueva York. Acusados de haber asistido en tareas de vigilancia, ambos se enfrentaron a una primera audiencia judicial el jueves pasado y permanecen bajo custodia.
Christopher Wray, director del FBI, advirtió: “Los cargos anunciados hoy exponen los continuos y descarados intentos de Irán de atentar contra ciudadanos estadounidenses, incluido el presidente electo Donald Trump, otros líderes gubernamentales y disidentes que critican al régimen de Teherán”.
