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El G7 inicia su cumbre en Canadá: el conflicto entre Irán e Israel, en agenda
Debatirán una posible declaración conjunta mientras crecen las diferencias sobre cómo abordar la ofensiva israelí y el rol de Teherán.
A medida que los líderes mundiales del Grupo de los Siete (G7) se congregan en Kananaskis, Canadá, la expectativa gira en torno a una cumbre cargada de tensiones internacionales. Durante tres días, los jefes de Estado de Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y Japón se verán obligados a confrontar temas de gran calado, con especial atención a la reciente escalada bélica entre Israel e Irán.
La inesperada ofensiva militar de Israel contra blancos iraníes ha ensombrecido la agenda originalmente prevista, desencadenando divisiones internas entre los asistentes. Este escenario, que se mantiene incierto, marca también el regreso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a las lides de la diplomacia multilateral tras su criticada aparición en la cumbre de 2018. Trump llegó a territorio canadiense en un clima de tensiones internas debido a su controvertida política migratoria, preparando el terreno para su reaparición en el foro global.
Con Mark Carney al mando del gobierno canadiense, se busca minimizar cualquier posible roce diplomático. Carney, conocido por su experiencia en economía global, ha destacado la necesidad de consenso para abordar los retos actuales. Sin embargo, el impacto de los ataques de Israel coloca en el foco la fractura de prioridades entre las naciones presentes.
La Comisión Europea, por su parte, ha expresado una posición concreta ante el conflicto. Su presidenta, Ursula von der Leyen, apuntó su dedo acusador hacia Irán, evidenciando la peligrosa delic de la crisis. Sin embargo, su reluctancia a exigir un alto el fuego inmediato sugiere la complejidad del nuevo paradigma geopolítico.
Internamente, el G7 se enfrenta a una notable disonancia. Japón, encontrándose en una postura aislada, condena los ataques israelíes, lo que destaca la heterogeneidad de enfoques en la cumbre. En cambio, Francia, en una posición conciliadora, llama a la moderación sin absolver a Teherán de responsabilidades.
Además, mientras el foro atiende el altercado en Medio Oriente, otros conflictos también llaman a la puerta del consenso. Desde Ucrania, donde el presidente Volodimir Zelensky intentará con diplomacia avivar el interés estadounidense sobre las amenazas rusas, hasta las tensiones comerciales impulsadas por Trump, la reuniones del G7 prometen debates acalorados y resoluciones inciertas.