La administración del presidente Javier Milei ha emitido una contundente condena al secuestro de la influyente figura opositora venezolana, María Corina Machado, quien fue momentáneamente detenida por fuerzas asociadas al régimen de Nicolás Maduro mientras participaba en una manifestación en Chacao.
La Oficina del Presidente calificó el incidente como un ‘ataque criminal’ y expresó profunda preocupación por la seguridad de Machado y la escalada de represión en Venezuela.
El partido Vente Venezuela (VV) denunció que la líder opositora fue “violentemente interceptada” al salir de un evento en Caracas, describiendo la acción como un operativo frecuente en las más terribles dictaduras históricas. “Después del disparo a su escolta, la habrían secuestrado frente a miles de manifestantes”, declaró el Gobierno de Milei en uno de sus primeros comunicados, revelando la pérdida de conexión con Machado y generando alarma internacional.
En un contexto mediático cargado, la destacada periodista venezolana Carla Angola relató que el régimen dispuso de un vasto despliegue operativo compuesto por 17 motocicletas, drones y camionetas tipo jeep, quienes arremetieron contra el convoy de Machado, ocasionando heridos entre sus acompañantes y concretando el secuestro. Este relato sirve para retratar el alto nivel de confrontación y el ambiente peligroso al que se enfrentan opositores y ciudadanos durante manifestaciones.
Milei aprovechó la ocasión para hacer un llamado a sus pares en la región y “a exigir el fin del régimen socialista que ha dejado a millones de venezolanos en la pobreza, exiliados o dependientes de las dádivas de la dictadura, creando un verdadero infierno sobre la tierra”.
La tensión en Venezuela crece porque este 10 de enero es el acto de asunción presidencial, donde Nicolás Maduro pretende seguir en el poder sin mostrar las actas de la elección presidencial del 28 de julio.
