Estrella Domínguez Fernández, de 75 años, quien había sido reportada como desaparecida desde principios de este mes, fue encontrada sin vida dentro de un tambor de 200 litros. El hallazgo se realizó en su propia casa situada en la calle Bidondo, en la zona de San Martín, Buenos Aires.
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El caso adquirió una dimensión aún más trágica y sorprendente cuando su propio nieto, Lucas Pedraza, se quebró en llanto y confesó ser el autor del crimen tras el descubrimiento del cuerpo.
La División de Investigaciones de San Martín (DDI) llevó a cabo un allanamiento urgente por orden de la Fiscalía N°6 de San Martín, debido a las notorias contradicciones y al testimonio poco creíble proporcionado por Pedraza. Otro individuo, conocido como Oscar Sanabria, también fue arrestado en relación con el caso. Sanabria vive en otra construcción dentro del mismo lote que compartía la familia, y se sospecha que mantenía una amistad cercana con el nieto acusado. La secuencia de eventos que llevaron al macabro descubrimiento comenzó de manera irónica.
Fue el propio Lucas quien inicialmente alertó a su madre sobre la supuesta desaparición de su abuela. La hija de la víctima presentó una denuncia ante la Policía Bonaerense el 2 de septiembre y las primeras búsquedas incluyendo visitas a hospitales fueron infructuosas. Ambas familias vivían en el mismo lote que comprende tres construcciones distintas: en una de ellas residía la abuela fallecida, en otra vivían Pedraza y su madre, y en la tercera, Sanabria, quien alquilaba esa parte.
El 9 de septiembre, la fiscalía involucró a la División de Investigaciones de San Martín para realizar acciones investigativas. Esa misma semana surgió información clave que indicaba una pelea reciente entre Pedraza y su abuela. Lucas fue convocado a prestar declaración este lunes, y afirmó que el día 20 de agosto discutió con Estrella y aseguró haberla visto salir con un pasaporte en mano, sugiriendo que podría haber viajado a España. Esta versión no convenció a la fiscalía, que ordenó un allanamiento en la casa de la abuela. Durante esa inspección, encontraron el tambor con el cadáver.
Forenses determinaron que el cuerpo estaba cubierto con una mezcla de tierra, cal y cemento, lo que sumó al horror del caso. Fue en ese momento cuando Pedraza, visiblemente afectado, confesó el crimen y dio detalles escalofriantes sobre cómo había terminado con la vida de su abuela.
Durante la investigación se incautó una estatua de madera en forma de búho, la cual se cree fue utilizada como arma para asesinar a Estrella. En un giro adicional, el inquilino Sanabria, quien trabaja en una carnicería, fue detenido por la DDI de San Martín.
La relación estrecha que mantenía con Lucas Pedraza ha levantado sospechas, y un examen médico reveló lesiones en su rostro que podrían corresponder a heridas defensivas.