Enrique Szewach, vicepresidente del Banco de la Nación, destacó la necesaria renegociación con el FMI: “Tanto para el Fondo como para la Argentina va a ser bueno tener un acuerdo”, señaló en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1). A su vez, consideró que con alta inflación los presupuestos en Argentina “fueron falsos” en los últimos años. “La presentación del presupuesto en el Congreso será un hito en la política económica argentina”, destacó.
Enrique Szewach es economista, periodista, escritor, director ejecutivo de IERALD. También fue vicepresidente del Banco de la Nación entre el año 2015 y 2017,y director del Banco Central entre el año 2017 y el año 2019.
Me gustaría empezar por la disputa intelectual y económica entre la ex vicepresidenta y el Presidente. Respecto de si, como dice Cristina Kirchner, se acaba el déficit fiscal, igual los problemas de la Argentina no están resueltos porque la deuda y el bimonetarismo son un ancla compleja. O viceversa, si como dice Milei, finalmente solucionando el tema del déficit fiscal, se empiezan a solucionar todos los demás problemas. ¿Cuál es su propio balance sobre este duelo de ideas?
Esto no les gusta a los autoritarios
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A ver, terminar con el déficit fiscal es condición necesaria, inclusive porque el déficit fiscal fue la raíz de la bimonetariedad argentina, porque se terminó financiando con emisión monetaria, la emisión monetaria destruye el valor del peso, y la gente huyendo del impuesto inflacionario, huyó hacia el dólar, que hoy es el activo de ahorro de los argentinos. Así que cuando hacés una excavación arqueológica, aparece claramente el déficit fiscal y la forma de financiarlo.
Por supuesto que hoy ya ha tomado vuelo propio el tema de la bimonetariedad y va a pasar mucho tiempo, como le ha pasado a todos los países que fueron bimonetarios derivados de la crisis fiscal, para que la moneda local vuelve a ser apreciada como una moneda de ahorro en un contexto de estabilidad.
Vos mirás la experiencia peruana, uruguaya o la israelí si querés, en otra dimensión, en donde los activos dolarizados fueron perdiendo peso en los activos totales de los ciudadanos, y empezaron a crecer los activos en moneda local. Por supuesto, todavía con porcentajes que tienen componentes de moneda de dólar, pero mucho menor desde el punto de partida.
No quiero exagerar, pero Argentina va a tener que pasar años de estabilidad para que la gente vuelva a tener el peso como una moneda de ahorro, mucho más que lo efímero de unos meses con la tasa de interés o con el tipo de cambio.
¿Y reducir el déficit fiscal y sostener el superávit no soluciona los problemas de competitividad de la Argentina?
Bueno, depende de cómo lo hagan. A ver, vamos a ponerlo así: el gasto público o el sector público es parte del problema de competitividad de la Argentina. Lo que llamamos el costo argentino tiene metido adentro el costo impositivo, el costo de la logística, el costo de la baja calidad de los bienes públicos, el costo de la baja calidad de infraestructuras.
O sea, el sector público es un componente importante de la competitividad y, si lo mirás agregadamente en términos económicos, es el gasto no comercial por excelencia. Entonces, si vos lográs bajar el gasto y bajar los impuestos, claramente estás mejorando la competitividad de la Argentina, hay una relación directa.
Es decir, la competitividad es de la empresa para adentro y la competitividad es de la empresa para afuera. Y el sector público, el gasto público y todo el manejo fiscal tiene mucho que ver de la puerta para afuera. Así que ahí también hay componente fiscal. Por supuesto, no es el único.
También hay temas vinculados con las regulaciones, con los incentivos a la inversión del sector privado y a los acuerdos comerciales para que haya más exportaciones, etc. Pero, otra vez, el sector público (no solamente nacional) tiene tal peso en la competitividad de la Argentina que también ahí como condición necesaria, aunque no suficiente, aparece su influencia en la competitividad.
Pasaron 2 semanas, ¿qué te resuena hoy en día de aquello que dijo Ricardo Arriazu, uno de los pocos economistas que el Presidente todavía sigue elogiando y que sostuvo que “si devalúa se acaba el gobierno de Milei”?
Con todo el aprecio que le tengo a Ricardo, que además es un extraordinario economista, podría decir con el mismo criterio, que si Milei no hace reformas de fondo, también vuela por los aires. Uno puede entrarle al problema de un lado o del otro.
Me parece que hay una exageración en términos de que una cosa es una devaluación o maxi devaluación, esas cosas extraordinarias que hace la Argentina cada tanto, y otra cosa es adaptar la política cambiaria a una situación que es compleja porque tenemos todavía lo que llamamos un shock externo negativo, los precios de los commodities que Argentina exporta han caído fuerte y aunque ahora quizás no caigan más, quedan en un nivel bajo.
Además, tenemos un incipiente atraso cambiario porque el tipo de cambio se está usando como ancla antiinflacionaria y la inflación no va a converger o no converge todavía a la tasa de devaluación. O sea, el tipo de cambio es un tema y que el Banco Central no tenga reservas dificulta hacer frente a los compromisos de deuda. Es cierto que puede seguir endeudándose para hacer frente a esos compromisos pero siempre es deuda para pagar deuda,
Entonces es cierto que alterar la política cambiaria en el aire sería un problema muy serio para la macro que defiende Milei, pero no es menos cierto que si no se hacen rápido las reformas que hay que hacer, el problema va a ser más grave todavía. Hay que enfocarlo en el equilibrio general y no poner tanto énfasis en la política cambiaria exclusivamente.
La relevancia de la presentación del Presupuesto de Milei para el 2025
¿El día que el Presidente vaya a defender el presupuesto 2025 va a ser el día más importante desde el punto de vista de comprender la política económica del actual gobierno?
No solamente no te equivocás, sino que además me parece que es un hito en la historia de la política económica argentina. Hasta ahora el Presupuesto era un papel vacío lleno de números y lleno de carpetas que iban al Congreso a que alguien levante la mano y que pasara sin pena ni gloria porque era un presupuesto falso.
Con alta inflación los presupuestos en Argentina fueron falsos en los últimos años y además con una cláusula muy particular porque los gobiernos subestimaban los ingresos y la inflación, entonces después la cláusula que tenían los presupuestos era que si tenemos más ingresos el Poder Ejecutivo los asigna como se le da la gana.
Entonces el presupuesto no existía, de hecho había una cláusula en el presupuesto de 2023 que obligaba al Ejecutivo a volver al Congreso cuando la inflación superara algo así como el 50% anual. Por supuesto nunca se cumplió, e inclusive nuevamente hemos transcurrido todo el 2024 sin presupuesto porque el Presidente no envió un presupuesto para el 2024 al igual que el gobierno de Fernández. Y por lo tanto se va a vivir todo el 2024 sin presupuesto.
Es decir, que haya un verdadero presupuesto, en un contexto de una tasa de inflación mucho más baja que te permite calcular; que el Presidente vaya y defienda sus prioridades; y que el Congreso, parafraseando al Presidente, revele sus prioridades, con los diputados y los senadores diciendo que prefieren gastar en A más que en B, representando a la gente, para mí es un hito fundamental.
El horizonte inflacionario
Elizabeth Peger (EP): Hay cierta preocupación sobre un estancamiento en el nivel de desaceleración inflacionaria, sobre todo porque el número en torno al 4% no logra despejarse y viene con esa inercia desde el mes de mayo. ¿Qué observás vos y qué expectativas tenés para los próximos meses?
Bueno, septiembre viene bastante bien en términos de desaceleración, por lo menos la primera semana. Es cierto, digamos, estamos en algún número entre 3% y 4%, puede ser que esté más cerca del 3% en septiembre. No es fácil porque hay una inercia derivada de ajustes de precios relativos que todavía están pendientes, entre ellos tarifas públicas y precios privados.
Además, en la medida que la economía empieza a recuperarse, algunos sectores empiezan a tratar de recuperar algún margen. El otro problema que siempre tiene la Argentina, que es el problema habitual en los precios relativos, es que cada uno de nosotros cree que el precio relativo que le corresponde es el máximo que estuvo en historia. Entonces, si todos queremos subir nuestro precio, un precio relativo, algunos tienen que bajar, ¿no es cierto?
Consecuentemente, es difícil quebrar esa inercia inflacionaria y sobre todo cuando hay una percepción de que el tipo de cambio empieza a atrasarse, o sea, vos usas como ancla el tipo de cambio y si esa política cambiaria empieza a no ser creíble, deja de ser un ancla o pierde el efecto pleno del ancla. Entonces sí, va a ser difícil quebrar ese 3%.
Puede ser que algún mes, por alguna condición estacional, puedas estar un poquito más abajo y otra vez estar un poquito más arriba. Pero me parece que para ir a un quiebre definitivo de la tasa de inflación, todavía hay que acomodar precios relativos y hay que avanzar más en las reformas de fondo de Argentina en donde está la reforma impositiva en serio, la reforma laboral, la relación Nación-Provincia.
O sea, cada vez que el Estado Nacional estuvo bajando algo la presión impositiva nacional o le cortó transferencias a las provincias, el superávit fiscal de la Nación se transformó en más impuestos en las provincias y más impuestos en los municipios.
Las renovadas negociaciones con el FMI
EP: En el tema de la negociación con el Fondo, vos en algún momento mencionabas tu inquietud y tus dudas de que efectivamente se pueda conseguir algún desembolso antes del fin de año o en los primeros meses de 2025, ¿seguís pensando lo mismo?
Hay dos negociaciones pendientes con el Fondo. Una es por los dólares que Argentina le tiene que pagar en los próximos tres años al Fondo, en donde el año que viene son sólo intereses, cerca de 2.600 millones de dólares. Y después hay intereses y capital, o sea que cuando mirás los tres años son algo así como 13.000 millones de dólares.
Y la otra negociación sería por fondos frescos para tener en la vitrina del Banco Central y respaldar el tipo de cambio. Yo te diría que, primero, al Fondo no le conviene tener a su principal deudor sin un acuerdo. O sea, tener a su principal deudor refinanciando sus cuotas a 10 años y no tener ningún acuerdo con ese principal deudor, no es una situación cómoda para el Fondo.
Y a Argentina no le conviene no tener al Fondo como socio, porque si bien el prestigio del FMI se ha deteriorado muchísimo en estos años, sobre todo por los acuerdos con Argentina, tener un acuerdo con el Fondo te da cierto barniz de que alguien está mirando los números y la política económica.
Ahora, dicho esto, al Fondo no le gusta esta política cambiaria, lo ha explicitado en sus distintos reportes en los últimos tiempos, porque quiere un tipo de cambio único y reconoce que hay cierto atraso en el valor del tipo de cambio.
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Por otro lado, el Gobierno le está ofreciendo un récord fiscal que Argentina no ha tenido en décadas, y además si le aceptaste a Massa o a Fernández todas las barbaridades que se le aceptaron, es más difícil ponerse duro ahora. Creo que el Fondo va a exigir o va a negociar otro esquema cambiario o algo parecido.
Y por supuesto, siempre está la política detrás, porque el staff del Fondo tiene la dureza que tiene hasta que alguien importante le dice, mirá para otro lado. Porque si no, no hubiéramos tenido los acuerdos que tuvimos antes, y el Fondo tampoco quiere ser la causa de una crisis argentina, ni mucho menos.
Entonces yo creo que va a haber una negociación y que no va a ser fácil esa negociación. Y por otro lado, no tengo claro si, como veo que vos lo sugerías en la pregunta, no tengo claro si el Gobierno quiere un acuerdo con el Fondo durante el año electoral o si prefiere tratar de arreglárselas sin el Fondo hasta después de las elecciones. Me parece que la realidad se impone y que tanto para el Fondo como para la Argentina va a ser bueno tener un acuerdo.
El jueves 10 se viene del dato de inflación de septiembre y todo indica que será la inflación más baja de la era Milei. Finalmente, podría perforar la famosa pared dle 4% contra la que chocó en mayo, junio y julio y agosto.
Si los privados están en lo correcto, la inflación que anunciará el Indec este jueves arrancará con un 3 adelante.
La última inflación menor a 4% fue en enero de 2022: fue de 3,9%. Ahora, podría ser incluso menor. En diciembre de 2021 fue 3,5% y en noviembre de 2021, 2,5%.
Según Equilbra, dio 3,5%. Con la núcleo, algo más abajo: 3,4%. Otro dalo alentador: alimentos y bebidas subió poco: 2,5%.
En BBVA lo proyectan en 3,9%. Así lo anuncio Federico Forte, de BBVA Research, en X. “Nuestros modelos de machine learning en BBVA Research estiman la inflación de septiembre en 3,9% +/- 0.2% Por primera vez nos están empezando a dar abajo de 4% desde que los comenzamos a estimar”, dijo. Fueron uno de los que más cerca estuvieron con el dato de agosto: proyectaron 4,1% y dio 4,2%.
Según LCG, en septiembre incidieron ajustes de precios de gas y electricidad del 4% mensual (+ 0,2 pp a la inflación general) y los mismos aumentos de los últimos meses en combustibles, prepagas, educación privada y teléfono que sumarían otros 0,6 pp.
Particularmente en el GBA se suma el arrastre de la suba de colectivos de mitad de agosto y al aumento a mediados de septiembre de trenes del 40% que, en conjunto, aportan 0,9 pp de inflación en la región.
“En paralelo, la inflación de alimentos y bebidas de nuestro relevamiento de precios se mantuvo estable en 2,3% promedio del mes. Septiembre puede tener una ventaja para la desaceleración de la inflación mensual debido a la reducción de la alícuota del impuesto PAIS en 10 pp, tributo que podría reducir el costo de las importaciones y así el valor interno de algunos bienes”, dijeron desde LCG.
“Sostenemos nuestra proyección de inflación de 3,5% mensual (piso) para el noveno mes del año, mostrando que el sendero de desaceleración marcado después del pico de diciembre pierde fuerza, lo que nos hace pensar que el objetivo de inflaciones menores a 1% mensual del Gobierno se alejan en el corto plazo”, dijeron.
“La inflación rompió el piso del 4% en septiembre”, dijeron desde Ecolatina. El Nivel General del IPC GBA Ecolatina registró una suba mensual de 3,8%, desacelerando 0,2 p.p. respecto al mes previo producto del impacto (marginal) de la reducción del Impuesto PAIS. De esta manera, en la comparación interanual la suba fue del 237,6% y acumula 119,7% en el año.
“Volviendo a la evolución mensual, se destaca la desaceleración de 0,5 p.p. la inflación núcleo, que alcanzó 3,1% en el mes. Los precios estacionales aumentaron 5,2% en el noveno mes del año debido a turismo e indumentaria, mientras que los regulados subieron 5% por aumentos en transporte público (arrastre del aumento en colectivos a mediados de agosto y un nuevo aumento en el boleto de tren) prepagas, educación y tarifas de electricidad y agua. Vale aclarar que sin considerar los aumentos de transporte del GBA, el índice hubiera registrado una variación de 3,6%”, dijeron.
“Las estimaciones privadas de inflación para septiembre se ubican entre 3,2% m/m y 3,5% m/m. Así, a inflación por fin se encaminaría a quebrar el 4% m/m, de la mano de menores presiones inflacionarias por la rebaja del impuesto PAIS. En octubre seguramente la rebaja en los precios de los combustibles (entre 1% y 3%) y el precio mayorista del gas (10%) también impulse una mayor desaceleración inflacionaria, que podría acercar la inflación minorista al 3% m/m”, dijeron desde Delphos.
Para C&T Asesores Económicos, el relevamiento de precios para la región GBA presentó un alza de 3,5% mensual en septiembre.
Se trata de la menor tasa desde noviembre de 2021. A su vez, la variación de doce meses bajó a 216%. La inflación núcleo se ubicó en 3,8%, por debajo del 4,8% de agosto (4,3% en el relevamiento del Indec).
El IPC LyP (el índice de la Fundación Libertad & Progreso) arrojó un aumento de 3,2% en septiembre, lo que implicó una desaceleración de 1 punto porcentual respecto a la medición oficial de agosto (4,2%).
“A la hora de analizar el comportamiento mensual se destacan dos elementos claves que ayudan a explicar la desaceleración. En primer lugar, la baja del impuesto PAIS tuvo una incidencia que descomprimió la suba de los bienes transables. En segundo lugar, la estabilidad cambiaria jugó en el mismo sentido y la inflación núcleo se ubicó en 3,4%, volviendo a desacelerarse respecto a la medición de agosto”, dijeron desde LyP.
“Por su lado, esperamos que el IPC de octubre se ubique en torno al 3%. Con esto, mantendría su tendencia a la baja, motivada por la estabilidad cambiaria, que ha llevado a los bienes transables a converger hacia un ritmo del 2% mensual. La nueva fase de la política monetaria, que consiste en el congelamiento de la base monetaria amplia, podría ayudar a que la inflación siga bajando. Si este contexto se combina con un incremento de la demanda de dinero, entonces el peso dejará de perder valor al ritmo al cual venía haciéndolo”, agregaron.
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Según Ramiro Castiñeira, la inflación de septiembre fue de 3,4% y la de alimentos y bebidas fue 2,7%.
Por último, según el IPC-OJF (GBA), el que hace Orlando Ferreres, la inflación de septiembre fue de 3,2% mensual y registró un crecimiento interanual de 201,4%.
Por otra parte, la inflación núcleo avanzó a un ritmo mensual de 2,6%, marcando un aumento de 188,0% anual. Así, la inflación general acumulada fue de 96,3%, y la inflación núcleo acumuló 81,4% en septiembre.
El CEO de Mercado Libre, Marcos Galperin, anticipó lo que se viene de cara al futuro y opinó de diversos protagonistas de la actualidad como Javier Milei, Elon Musk y Franco Colapinto.
El empresario contó que la idea de crear Mercado Libre surgió cuando cursaba en la Universidad de Stanford, pero se encontró con opiniones muy negativas de la mayoría de sus compañeros.
“Todos me decían que no iba a funcionar. Que en América Latina nadie iba a comprar nada si no podía verlo o tocarlo y que mucho menos iban a pagar una comisión. Pero cuando estás convencido de algo, cuanto más te dicen que no, de alguna manera más energía te da. Porque ahí está la oportunidad. Si todo el mundo la ve, no hay oportunidad”, aseguró en diálogo con José del Río para La Nación.
Y agregó: “Jack MacDonald era mi profesor y todo el tiempo había invitados especiales en sus clases. Un día vino Warren Buffet y yo no lo reconocí. Estuve como cinco minutos con él y no le dije nada. Así que le pedí por favor a Jack que me ayudara porque yo estaba buscando inversores. Él me dijo que iba a venir John Muse, que quería invertir en América Latina y encima en la clase el tipo dijo que si tuviera nuestra edad invertiría en Argentina. Así que estaba todo alineado y arreglamos para que yo lo lleve al aeropuerto”.
También apuntó a otro de los “momentos bisagra” que fue la asociación con eBay. “Ellos tenían una subsidiaria en Brasil y estaban buscando un socio para que lo maneje. Nos compraron el 20% y no nos pagaron ni un dólar. Nos dieron esa subsidiaria en Brasil, pero nosotros con tal de asociarnos con eBay hacíamos cualquier cosa”.
Al día de hoy, el motivo de mayor orgullo según Galperin no es la valuación bursátil de la compañía sino “la cantidad de gente que usa la plataforma” (100 millones de personas) y la cantidad que trabaja a partir de su uso (2 millones).
De cara al futuro, anticipó que en los próximos años la plataforma será muy distinta a lo que vemos hoy y puntualizó algunas de las ideas que tienen en mente. “Veo muchas oportunidades hacia adelante. Tenemos un equipo de primer nivel mundial y estamos compitiendo contra las empresas más importantes del mundo. Hay muchos productos que tenemos en la cabeza que todavía no hemos lanzado. Por ejemplo, en el mundo del comercio, de las finanzas personales, y del contenido”.
Su admiración por Elon Musk
“No soy fanático de los empresarios, pero sí de Elon Musk. Me parece impresionante lo que ha hecho en Twitter, donde muchos habían sido censurados”, comentó.
Para Galperin, la adquisición de la red social ‘del pajarito’ por parte del empresario y magnate sudafricano representó un cambio a favor de la libertad de expresión, señalando que “Twitter era el lugar donde más se censuraba, y ahora cualquiera puede hablar con total libertad”.
Javier Milei
“Fue un honor que nos visite el presidente. Me sorprendió mucho la pasión que le mostraron los empleados de Mercado Libre. Vi a los chicos jóvenes con muchas ganas de acercarse”.
¿Dónde invertiría en Argentina?
“La mitad en el agro, en agro tech. Argentina podría tener un rol similar a Israel en innovación del sector agrícola ganadero. Otro 20% en minería, energía y renovables. Otro tanto en infraestructura, que es un déficit enorme que tiene Argentina. Y mínimo un 10% en emprendedurismo”.
Su candidatura en la política
“Es un mito total. No me interesa ser presidente”.
Bitcoin e IA
“Creo que van a tener un rol muy importante en el futuro de las finanzas de las personas”, afirmó. En este sentido, el empresario reveló que invirtió “temprano” en Bitcoin, en 2013, y que, desde su perspectiva, el valor de este activo digital radica en su independencia.
“Cuando uno ve los déficit fiscales que hay en todos los gobiernos del mundo, tener una moneda que los gobiernos no puedan devaluar, como BTC, es fundamental. Bitcoin le da libertad a las personas independientemente de los gobiernos y eso es súper valioso”, remarcó.
La inteligencia artificial también ocupa un lugar central en su pensamiento sobre el futuro. Aunque reconoce los riesgos asociados a esta tecnología, la ve como una herramienta que transformará las dinámicas laborales.
“La IA no te va a dejar sin trabajo, sino una persona que entendió la IA y la maneja”, observó, sugiriendo que aquellos que logren adaptarse a este cambio tendrán grandes oportunidades. “Es una oportunidad enorme, pero todos estos cambios generan oportunidades y amenazas“, añadió.
¿Qué recomienda estudiar a los jóvenes?
“Lo más importante es saber aprender. Eso te da un cerebro flexible y te permite adaptarte. Hace 10 años te hubiera dicho que era fundamental saber programar. Y ahora aparecieron estos robots que programan muy bien. Entonces lo importante es adaptarte”.
Inteligencia Artificial
“Para la gente que la rechaza es una amenaza. A vos no te va a dejar sin trabajo un robot de inteligencia artificial, sino una persona que la entendió y la está usando a su favor y vos no”.
Franco Colapinto en la Fórrmula 1
“Tuve la suerte de conocerlo y me parece un chico muy sano, extremadamente genuino. Me encanta cómo habla y cómo piensa. Su historia es una historia de mucho sacrificio y mucho mérito. Me sorprendió la pasión que despertó en los argentinos por la Fórmula 1. Es muy joven, hay que tenerle paciencia y que siga volando”.
¿Qué libros recomienda?
“La biografía de Elon Musk, Innovator’s Dilemma, Built to Last y Good to Great”.
En un movimiento que genera titulares y opiniones encontradas, el diputado nacional por el PRO, Alvaro González, ha mostrado su firme oposición al presidente Javier Milei al declarar su voto en contra del reciente veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario.
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Este enfrentamiento destaca por sus implicancias políticas y por la figura de González, quien no es ajeno a la discordia interna dentro de su partido. Desde su postura individual hasta su participación en la multitudinaria Marcha Federal Universitaria, González parece decidido a mantener su posición en favor de las universidades públicas.
Al ser entrevistado en un programa radial, González, un aliado cercano del ex jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, expresó su desconcierto ante el enfoque del gobierno. “El gobierno se aferra a un dogma, como el déficit cero, en vez de abordar la situación”, argumentó. Sus comentarios son un eco del clima tenso dentro del Congreso, donde los diferentes bloques parlamentarios se preparan para una confrontación crucial respecto a este tema.
El veto de Javier Milei ha levantado una polvareda significativa. A pesar de la fuerte resistencia manifestada en las calles con la Marcha Federal Universitaria, el decreto presidencial 879/2024 fue publicado, removiendo el proyecto del circuito parlamentario y generando diversas reacciones dentro del Congreso de la Nación. Los defensores de la ley sostienen que el financiamiento universitario es imprescindible en un país que valora su sistema de educación pública. González, se sitúa como un antioxidante político en el seno del PRO, negándose a ceder a las presiones internas que lo invitan a alinearse con el oficialismo.
Las perspectivas de reinstaurar el financiamiento universitario a través de la acción legislativa ahora dependen de lograr una mayoría calificada de dos tercios en ambas Cámaras. Este proceso legislativo de destinatarios directos es a menudo complejo, dada la naturaleza polarizada de la política reciente en Argentina. Sin embargo, González ha demostrado interés continuo en participar y fomentar el debate constructivo respecto al financiamiento de instituciones académicas que son, según él, piedra angular del desarrollo nacional.
En un contexto político-cultural que propicia las tensiones más que las resoluciones, el legislador del PRO afirmó: “Hay mecanismos en un presupuesto donde usted puede tener voluntad política para solucionar el problema”, reflejando una fe inquebrantable en el potencial del compromiso democrático para sortear obstáculos aparentes.
En esta línea, la próxima sesión parlamentaria, convocada para el crucial día 9 de octubre, será un campo de diálogo y discernimiento crítico respecto a la exigencia de exigir o declinar el poder del veto presidencial.