La semana pasada Cristina Fernández de Kirchner escribió una nueva carta con críticas al programa económico, así como ideas sobre cómo el peronismo “se torció y se desordenó” durante el Gobierno pasado (posiblemente mientras ella estaba ocupada escribiendo otras cartas y dando charlas).
En sus reflexiones sobre la deriva del peronismo, CFK muestra señales de haber obtenido algunas lecciones de estos meses de Gobierno libertario. Entre otras, parece admitir que los intermediarios de planes sociales fueron un error que atenta contra “la universalidad” de las políticas de asistencia social y que el “Estado omnipresente” puede alcanzar dimensiones que lo vuelven “ineficiente e ineficaz”.
Hay que celebrar el reconocimiento de que pedirle más de 40% del PIB a la población para darle a cambio servicios malos más descalabro macroeconómico podría llegar a ser percibido como una estafa por una mayoría de votantes.
Sin embargo, en la primera parte del documento Cristina insiste en las ideas de política monetaria y cambiaria que generaron el problema del cual estamos tratando de salir hoy: la “restricción externa”, es decir, “la escasez de dólares” como responsables de la inestabilidad macroeconómica.
Que la economía argentina es bimonetaria lo sabemos todos. Pero esto es el resultado de años de castigar el poder adquisitivo del peso, no su causa. En la formulación kirchnerista, el bimonetarismo aparece como dato exógeno que parecería no tener ninguna relación con la emisión descontrolada de moneda y con su ancestro inmediato, el déficit fiscal.
Del mismo modo, las “corridas cambiarias” son presentadas como un evento externo, desvinculado de la emisión: la decisión de tener menos pesos en cartera no aparece como una consecuencia del valor esperado del activo “peso” o de que el BCRA provea más de este activo de lo que demanda la gente.
Esto lleva a pensar el problema como algo que ocurre en un mercado específico (el “del dólar”) como si este fuera un mercado de bienes a regularse, en lugar de un problema de la moneda “peso”, que pierde valor frente a todo. Así, el cepo se convierte en un instrumento necesario en lugar de excepcional; e incluso se advierte que entre 2019 y 2023 se fracasó en “administrar divisas”.
CFK no lo dice en su carta, pero economistas cercanos a ella incluso insisten en que hubiera sido mejor tener más controles aún, con más funcionarios estudiando y decidiendo el uso de dólares.
Como si la virtual administración del comercio exterior a través de permisos y licencias no automáticas en 2023 no hubiera sido suficiente muestra de la ineficiencia del sector público para este propósito, sin mencionar su enorme potencial para generar corrupción.
En contraste con este marco conceptual, durante los últimos 20 años muchos países de la región dejaron atrás el problema de la inflación y construyeron monedas estables. Lo hicieron sin cepos ni administración cambiaria, mediante el establecimiento de bancos centrales responsables, prudencia macroeconómica y poniendo el foco en el valor de la moneda doméstica.
En el caso de Perú, a pesar de una enorme inestabilidad política, el Banco Central de Reserva del Perú fue una institución firme que incluso logró revertir en gran medida el uso del dólar como depósito de valor preferido por la población.
En el caso de Chile, gobiernos de centro izquierda y centro derecha se alternaron respetando la independencia del Banco Central de Chile, así como reglas presupuestarias prudentes para moderar la influencia de precios volátiles de los principales productos de exportación.
En el caso de Brasil, Lula no dudó (en su primer mandato) en utilizar altas tasas de interés real ni tampoco en ajustar al sector público más allá de lo pedido por el FMI para anclar expectativas y mostrarse fiscalmente responsable.
¿Por qué es tan difícil en Argentina generar prácticas similares? Porque el objetivo de largo plazo -construir una moneda sólida y confiable- es constantemente subordinado a otros objetivos de política pública, como la actividad, el consumo, el empleo o satisfacer los pedidos de cada grupo de interés que obtiene partidas del presupuesto.
Las señales del Gobierno (o en su momento, del principal partido de oposición) terminan marcando siempre la misma dirección: si hay que elegir entre objetivos contrapuestos, siempre se va a aceptar más inflación antes que afectar la actividad o poner en riesgo las próximas elecciones.
La sumatoria de estas decisiones, año tras año, es la destrucción del peso y la creación de “la economía bimonetaria”.
Durante el Gobierno kirchnerista, no solo se eliminó cualquier independencia del BCRA sino que también literalmente se cambió su misión para que quedara bien claro que lo importante ya no era “preservar el valor de la moneda” (una “máxima neoliberal” comentó Página/12 en 2012) sino un montón de vaguedades impulsadas por el Poder Ejecutivo de turno.
Y por supuesto no podemos olvidar la intervención del Indec para falsear los datos de inflación así como muchas otras medidas en detrimento del mercado de capitales -estatizaciones, defaults, cepos y arbitrariedad- cercenando la capacidad del sector privado de construir mecanismos para que el sector público pudiera eventualmente obtener financiamiento genuino a largo plazo en moneda doméstica.
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Lo que aprendimos los argentinos en esas dos décadas es que siempre que las papas quemen, los tenedores de pesos van a ser el pato de la fiesta.
Paradójicamente, el Presidente que ganó las elecciones prometiendo dolarizar es quien ha puesto en marcha medidas que realmente contribuyen a recuperar credibilidad para el peso: reparando la hoja de balance del BCRA, proponiendo prudencia en la emisión monetaria y proporcionando señales de que el sector público puede operar sin requerir financiamiento permanente del Banco Central.
Son sólo los primeros pasos: falta mucho y construir credibilidad requiere años de esfuerzo sostenido.
Históricamente fue difícil para gobiernos mirando la próxima elección, pero quizá no lo sea tanto para un Gobierno que arriesga poquísimos escaños en el Congreso en 2025.
Quienes creen que una moneda nacional es una herramienta fundamental de política pública o un atributo indelegable de soberanía deberían pedir más, no menos, de este esfuerzo.
El jueves 10 se viene del dato de inflación de septiembre y todo indica que será la inflación más baja de la era Milei. Finalmente, podría perforar la famosa pared dle 4% contra la que chocó en mayo, junio y julio y agosto.
Si los privados están en lo correcto, la inflación que anunciará el Indec este jueves arrancará con un 3 adelante.
La última inflación menor a 4% fue en enero de 2022: fue de 3,9%. Ahora, podría ser incluso menor. En diciembre de 2021 fue 3,5% y en noviembre de 2021, 2,5%.
Según Equilbra, dio 3,5%. Con la núcleo, algo más abajo: 3,4%. Otro dalo alentador: alimentos y bebidas subió poco: 2,5%.
En BBVA lo proyectan en 3,9%. Así lo anuncio Federico Forte, de BBVA Research, en X. “Nuestros modelos de machine learning en BBVA Research estiman la inflación de septiembre en 3,9% +/- 0.2% Por primera vez nos están empezando a dar abajo de 4% desde que los comenzamos a estimar”, dijo. Fueron uno de los que más cerca estuvieron con el dato de agosto: proyectaron 4,1% y dio 4,2%.
Según LCG, en septiembre incidieron ajustes de precios de gas y electricidad del 4% mensual (+ 0,2 pp a la inflación general) y los mismos aumentos de los últimos meses en combustibles, prepagas, educación privada y teléfono que sumarían otros 0,6 pp.
Particularmente en el GBA se suma el arrastre de la suba de colectivos de mitad de agosto y al aumento a mediados de septiembre de trenes del 40% que, en conjunto, aportan 0,9 pp de inflación en la región.
“En paralelo, la inflación de alimentos y bebidas de nuestro relevamiento de precios se mantuvo estable en 2,3% promedio del mes. Septiembre puede tener una ventaja para la desaceleración de la inflación mensual debido a la reducción de la alícuota del impuesto PAIS en 10 pp, tributo que podría reducir el costo de las importaciones y así el valor interno de algunos bienes”, dijeron desde LCG.
“Sostenemos nuestra proyección de inflación de 3,5% mensual (piso) para el noveno mes del año, mostrando que el sendero de desaceleración marcado después del pico de diciembre pierde fuerza, lo que nos hace pensar que el objetivo de inflaciones menores a 1% mensual del Gobierno se alejan en el corto plazo”, dijeron.
“La inflación rompió el piso del 4% en septiembre”, dijeron desde Ecolatina. El Nivel General del IPC GBA Ecolatina registró una suba mensual de 3,8%, desacelerando 0,2 p.p. respecto al mes previo producto del impacto (marginal) de la reducción del Impuesto PAIS. De esta manera, en la comparación interanual la suba fue del 237,6% y acumula 119,7% en el año.
“Volviendo a la evolución mensual, se destaca la desaceleración de 0,5 p.p. la inflación núcleo, que alcanzó 3,1% en el mes. Los precios estacionales aumentaron 5,2% en el noveno mes del año debido a turismo e indumentaria, mientras que los regulados subieron 5% por aumentos en transporte público (arrastre del aumento en colectivos a mediados de agosto y un nuevo aumento en el boleto de tren) prepagas, educación y tarifas de electricidad y agua. Vale aclarar que sin considerar los aumentos de transporte del GBA, el índice hubiera registrado una variación de 3,6%”, dijeron.
“Las estimaciones privadas de inflación para septiembre se ubican entre 3,2% m/m y 3,5% m/m. Así, a inflación por fin se encaminaría a quebrar el 4% m/m, de la mano de menores presiones inflacionarias por la rebaja del impuesto PAIS. En octubre seguramente la rebaja en los precios de los combustibles (entre 1% y 3%) y el precio mayorista del gas (10%) también impulse una mayor desaceleración inflacionaria, que podría acercar la inflación minorista al 3% m/m”, dijeron desde Delphos.
Para C&T Asesores Económicos, el relevamiento de precios para la región GBA presentó un alza de 3,5% mensual en septiembre.
Se trata de la menor tasa desde noviembre de 2021. A su vez, la variación de doce meses bajó a 216%. La inflación núcleo se ubicó en 3,8%, por debajo del 4,8% de agosto (4,3% en el relevamiento del Indec).
El IPC LyP (el índice de la Fundación Libertad & Progreso) arrojó un aumento de 3,2% en septiembre, lo que implicó una desaceleración de 1 punto porcentual respecto a la medición oficial de agosto (4,2%).
“A la hora de analizar el comportamiento mensual se destacan dos elementos claves que ayudan a explicar la desaceleración. En primer lugar, la baja del impuesto PAIS tuvo una incidencia que descomprimió la suba de los bienes transables. En segundo lugar, la estabilidad cambiaria jugó en el mismo sentido y la inflación núcleo se ubicó en 3,4%, volviendo a desacelerarse respecto a la medición de agosto”, dijeron desde LyP.
“Por su lado, esperamos que el IPC de octubre se ubique en torno al 3%. Con esto, mantendría su tendencia a la baja, motivada por la estabilidad cambiaria, que ha llevado a los bienes transables a converger hacia un ritmo del 2% mensual. La nueva fase de la política monetaria, que consiste en el congelamiento de la base monetaria amplia, podría ayudar a que la inflación siga bajando. Si este contexto se combina con un incremento de la demanda de dinero, entonces el peso dejará de perder valor al ritmo al cual venía haciéndolo”, agregaron.
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Según Ramiro Castiñeira, la inflación de septiembre fue de 3,4% y la de alimentos y bebidas fue 2,7%.
Por último, según el IPC-OJF (GBA), el que hace Orlando Ferreres, la inflación de septiembre fue de 3,2% mensual y registró un crecimiento interanual de 201,4%.
Por otra parte, la inflación núcleo avanzó a un ritmo mensual de 2,6%, marcando un aumento de 188,0% anual. Así, la inflación general acumulada fue de 96,3%, y la inflación núcleo acumuló 81,4% en septiembre.
El CEO de Mercado Libre, Marcos Galperin, anticipó lo que se viene de cara al futuro y opinó de diversos protagonistas de la actualidad como Javier Milei, Elon Musk y Franco Colapinto.
El empresario contó que la idea de crear Mercado Libre surgió cuando cursaba en la Universidad de Stanford, pero se encontró con opiniones muy negativas de la mayoría de sus compañeros.
“Todos me decían que no iba a funcionar. Que en América Latina nadie iba a comprar nada si no podía verlo o tocarlo y que mucho menos iban a pagar una comisión. Pero cuando estás convencido de algo, cuanto más te dicen que no, de alguna manera más energía te da. Porque ahí está la oportunidad. Si todo el mundo la ve, no hay oportunidad”, aseguró en diálogo con José del Río para La Nación.
Y agregó: “Jack MacDonald era mi profesor y todo el tiempo había invitados especiales en sus clases. Un día vino Warren Buffet y yo no lo reconocí. Estuve como cinco minutos con él y no le dije nada. Así que le pedí por favor a Jack que me ayudara porque yo estaba buscando inversores. Él me dijo que iba a venir John Muse, que quería invertir en América Latina y encima en la clase el tipo dijo que si tuviera nuestra edad invertiría en Argentina. Así que estaba todo alineado y arreglamos para que yo lo lleve al aeropuerto”.
También apuntó a otro de los “momentos bisagra” que fue la asociación con eBay. “Ellos tenían una subsidiaria en Brasil y estaban buscando un socio para que lo maneje. Nos compraron el 20% y no nos pagaron ni un dólar. Nos dieron esa subsidiaria en Brasil, pero nosotros con tal de asociarnos con eBay hacíamos cualquier cosa”.
Al día de hoy, el motivo de mayor orgullo según Galperin no es la valuación bursátil de la compañía sino “la cantidad de gente que usa la plataforma” (100 millones de personas) y la cantidad que trabaja a partir de su uso (2 millones).
De cara al futuro, anticipó que en los próximos años la plataforma será muy distinta a lo que vemos hoy y puntualizó algunas de las ideas que tienen en mente. “Veo muchas oportunidades hacia adelante. Tenemos un equipo de primer nivel mundial y estamos compitiendo contra las empresas más importantes del mundo. Hay muchos productos que tenemos en la cabeza que todavía no hemos lanzado. Por ejemplo, en el mundo del comercio, de las finanzas personales, y del contenido”.
Su admiración por Elon Musk
“No soy fanático de los empresarios, pero sí de Elon Musk. Me parece impresionante lo que ha hecho en Twitter, donde muchos habían sido censurados”, comentó.
Para Galperin, la adquisición de la red social ‘del pajarito’ por parte del empresario y magnate sudafricano representó un cambio a favor de la libertad de expresión, señalando que “Twitter era el lugar donde más se censuraba, y ahora cualquiera puede hablar con total libertad”.
Javier Milei
“Fue un honor que nos visite el presidente. Me sorprendió mucho la pasión que le mostraron los empleados de Mercado Libre. Vi a los chicos jóvenes con muchas ganas de acercarse”.
¿Dónde invertiría en Argentina?
“La mitad en el agro, en agro tech. Argentina podría tener un rol similar a Israel en innovación del sector agrícola ganadero. Otro 20% en minería, energía y renovables. Otro tanto en infraestructura, que es un déficit enorme que tiene Argentina. Y mínimo un 10% en emprendedurismo”.
Su candidatura en la política
“Es un mito total. No me interesa ser presidente”.
Bitcoin e IA
“Creo que van a tener un rol muy importante en el futuro de las finanzas de las personas”, afirmó. En este sentido, el empresario reveló que invirtió “temprano” en Bitcoin, en 2013, y que, desde su perspectiva, el valor de este activo digital radica en su independencia.
“Cuando uno ve los déficit fiscales que hay en todos los gobiernos del mundo, tener una moneda que los gobiernos no puedan devaluar, como BTC, es fundamental. Bitcoin le da libertad a las personas independientemente de los gobiernos y eso es súper valioso”, remarcó.
La inteligencia artificial también ocupa un lugar central en su pensamiento sobre el futuro. Aunque reconoce los riesgos asociados a esta tecnología, la ve como una herramienta que transformará las dinámicas laborales.
“La IA no te va a dejar sin trabajo, sino una persona que entendió la IA y la maneja”, observó, sugiriendo que aquellos que logren adaptarse a este cambio tendrán grandes oportunidades. “Es una oportunidad enorme, pero todos estos cambios generan oportunidades y amenazas“, añadió.
¿Qué recomienda estudiar a los jóvenes?
“Lo más importante es saber aprender. Eso te da un cerebro flexible y te permite adaptarte. Hace 10 años te hubiera dicho que era fundamental saber programar. Y ahora aparecieron estos robots que programan muy bien. Entonces lo importante es adaptarte”.
Inteligencia Artificial
“Para la gente que la rechaza es una amenaza. A vos no te va a dejar sin trabajo un robot de inteligencia artificial, sino una persona que la entendió y la está usando a su favor y vos no”.
Franco Colapinto en la Fórrmula 1
“Tuve la suerte de conocerlo y me parece un chico muy sano, extremadamente genuino. Me encanta cómo habla y cómo piensa. Su historia es una historia de mucho sacrificio y mucho mérito. Me sorprendió la pasión que despertó en los argentinos por la Fórmula 1. Es muy joven, hay que tenerle paciencia y que siga volando”.
¿Qué libros recomienda?
“La biografía de Elon Musk, Innovator’s Dilemma, Built to Last y Good to Great”.
En un movimiento que genera titulares y opiniones encontradas, el diputado nacional por el PRO, Alvaro González, ha mostrado su firme oposición al presidente Javier Milei al declarar su voto en contra del reciente veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario.
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Este enfrentamiento destaca por sus implicancias políticas y por la figura de González, quien no es ajeno a la discordia interna dentro de su partido. Desde su postura individual hasta su participación en la multitudinaria Marcha Federal Universitaria, González parece decidido a mantener su posición en favor de las universidades públicas.
Al ser entrevistado en un programa radial, González, un aliado cercano del ex jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, expresó su desconcierto ante el enfoque del gobierno. “El gobierno se aferra a un dogma, como el déficit cero, en vez de abordar la situación”, argumentó. Sus comentarios son un eco del clima tenso dentro del Congreso, donde los diferentes bloques parlamentarios se preparan para una confrontación crucial respecto a este tema.
El veto de Javier Milei ha levantado una polvareda significativa. A pesar de la fuerte resistencia manifestada en las calles con la Marcha Federal Universitaria, el decreto presidencial 879/2024 fue publicado, removiendo el proyecto del circuito parlamentario y generando diversas reacciones dentro del Congreso de la Nación. Los defensores de la ley sostienen que el financiamiento universitario es imprescindible en un país que valora su sistema de educación pública. González, se sitúa como un antioxidante político en el seno del PRO, negándose a ceder a las presiones internas que lo invitan a alinearse con el oficialismo.
Las perspectivas de reinstaurar el financiamiento universitario a través de la acción legislativa ahora dependen de lograr una mayoría calificada de dos tercios en ambas Cámaras. Este proceso legislativo de destinatarios directos es a menudo complejo, dada la naturaleza polarizada de la política reciente en Argentina. Sin embargo, González ha demostrado interés continuo en participar y fomentar el debate constructivo respecto al financiamiento de instituciones académicas que son, según él, piedra angular del desarrollo nacional.
En un contexto político-cultural que propicia las tensiones más que las resoluciones, el legislador del PRO afirmó: “Hay mecanismos en un presupuesto donde usted puede tener voluntad política para solucionar el problema”, reflejando una fe inquebrantable en el potencial del compromiso democrático para sortear obstáculos aparentes.
En esta línea, la próxima sesión parlamentaria, convocada para el crucial día 9 de octubre, será un campo de diálogo y discernimiento crítico respecto a la exigencia de exigir o declinar el poder del veto presidencial.