Marco Rubio, secretario de Estado estadounidense, señaló que, en caso de que no haya avances en las charlas, EE.UU. abandonará el proceso para mediar en las conversaciones para que la guerra, comenzada en febrero de 2022, llegue a su fin.
En un escenario internacional cargado de tensiones e incertidumbres, la postura de Estados Unidos frente a las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania ha sido determinante. El recientemente nombrado secretario de Estado, Marco Rubio, aprovechó su visita a la ciudad de la luz, París, para enviar un mensaje claro y contundente tanto a Moscú como a Kiev: si no hay progresos sustanciales, Washington se retirará del proceso de mediación para poner fin a un conflicto bélico que ha mantenido en vilo al mundo desde febrero de 2022.
Acompañado por Steve Witkoff, enviado especial estadounidense a la región de conflicto, Rubio subrayó la urgencia de respuestas y acciones concretas por parte de las partes enfrentadas. En una declaración realizada en el corazón de Europa, el secretario de Estado advirtió que el tiempo es esencial. “Necesitamos resultados en cuestión de días, no de semanas”, afirmó Rubio, destacando la necesidad de definir si la guerra, encarnizada y prolongada, tiene salida mediante el diálogo y acuerdos de paz.
A lo largo de su estadía en París, Rubio y Witkoff sostuvieron numerosas reuniones con representantes europeos y autoridades ucranianas con la esperanza de revigorizar el impulso hacia un acuerdo de paz sostenible y tangible. Desde su perspectiva, la función de mediación de Estados Unidos tiene sus límites si no se vislumbra una oportunidad real de resolución.
En declaraciones a CNN, Rubio extendió su preocupación ante un potencial estancamiento del proceso: “Si las brechas son insalvables, si las diferencias son tan profundas que un acuerdo parece imposible, entonces consideraremos dar un paso al costado”, sentenció.
Esta visión, aunque con un marcado tono de urgencia y franqueza, ha sido percibida con un optimismo de fondo por parte de sus contrapartes francesas. En contraste con la preocupación aparentemente pesimista de Rubio, Francia ha ostentado un enfoque más optimista respecto a las conversaciones. El ministro delegado para Europa, Benjamin Haddad, remarcó que estos encuentros han fortalecido las relaciones transatlánticas y han alineado los intereses de Estados Unidos, Europa y Ucrania en torno a una paz duradera en la región.
Mientras tanto, en el entorno político estadounidense se especula con respecto al papel del presidente Donald Trump en estas negociaciones, quien, según Rubio, habría manifestado su decisión de concluir esfuerzos diplomáticos si estos no mostraban señales claras de avance. “Esto no es algo que iniciamos nosotros”, insistió Rubio. “Durante tres años hemos sido un pilar para Ucrania y deseamos poner fin a esta tragedia, pero es vital entender nuestros propios límites de influencia y participación en una guerra que no es nuestra”, puntualizó.
