Las relaciones serias son evitadas por varios signos del zodiaco como si fueran una maldición ancestral.
En el fascinante mundo del zodiaco, cada signo tiene sus particularidades, especialmente cuando se trata de relaciones serias. Existen ciertos signos que parecen tener una aversión natural hacia el compromiso, huyendo de las relaciones formales tal como uno se escabulliría de una tormenta inesperada.
Acuario es, sin duda, el vencedor indiscutible del arte de la evasión. Este signo de aire valora tanto su libertad y su espacio personal que las relaciones serias parecen más un desafío que una bendición. Las personas de Acuario son conocidas por su intelecto y originalidad, atributos que utilizan para navegar la vida a su manera. Sin embargo, cuando el romance amenaza con convertirse en algo más serio, su instinto de huida se activa y buscan la salida más próxima.
Géminis, otro signo de aire, también se escabulle rápidamente de las relaciones estables. Es el signo que representa la dualidad y el cambio constante. Hoy puede estar completamente dentro de una relación, y mañana puede sentir que esa intensidad ya no es para él. A este signo le encanta la variedad y la novedad, lo que hace que el compromiso pueda parecer monótono si no hay suficiente dinamismo.
Sagitario, el explorador incesante del zodiaco, se siente atraído por la idea del amor, siempre y cuando no implique perder su apreciada libertad. Para los nacidos bajo este signo de fuego, cualquier atisbo de rutina permanente los asusta y los lleva a emprender nuevas aventuras, tanto físicas como emocionales. No es que no busquen el amor, sino que desean amar sin ataduras.
Además, encontramos a Libra, quien aunque valora las conexiones sociales y el equilibrio en su vida, dilata cualquier decisión sobre relaciones serias. Siempre ponderando cualidades y defectos, los Libra pueden perderse en la duda perpetua, lo que les impide avanzar e invertir realmente en una relación duradera.
Leo, con su tendencia a ser el centro de todo, disfruta de ser adorado por su pareja, pero la busca momentáneamente, hasta que se aburra y se abalance sobre una nueva aventura romántica. Nunca le falta plan de escape a este dramático signo de fuego, que prefiere mantener su corazón como una obra en constante representación, lista para el próximo acto. Aunque desea estabilidad, sólo lo hace bajo sus términos y medicamento constante de pasión.
