Martín Rau y Alejandro Glinka presentaron sus alegatos en el cierre del juicio que se le sigue en Misiones al exdiputado provincial Germán Kiczka y a su hermano Sebastián por tenencia de material de abuso sexual infantil
En un caso que ha sacudido a la provincia de Misiones, este miércoles se están llevando a cabo los alegatos finales en el juicio contra Germán Kiczka, exdiputado provincial, y su hermano Sebastián, acusados de delitos gravísimos relacionados con el abuso sexual infantil.
La fiscalía provincial, representada por Martín Rau y Alejandro Glinka, ha solicitado que el tribunal imponga severas penas de prisión a ambos acusados: 15 años para Germán Kiczka y 12 años para Sebastián Kiczka.
Este proceso judicial ha captado la atención pública debido al perfil de los acusados y la naturaleza alarmante de los crímenes de los que se les acusa. Según los alegatos presentados, tanto Germán como Sebastián Kiczka habrían estado involucrados en la tenencia y distribución de material de explotación sexual infantil.
Durante el juicio, se han presentado como evidencia archivos encontrados en sus dispositivos electrónicos, los cuales contenían imágenes y videos horrendos que los fiscales no dudaron en calificar como repugnantes y propios de “cualquier degenerado”.
Durante sus intervenciones, los fiscales detallaron cómo estas pruebas dejaban en evidencia la responsabilidad de los acusados. En el caso de Sebastián Kiczka, se añadió un cargo de abuso sexual simple después de que se escuchara el testimonio de una adolescente que lo acusó de haberla agredido en un gimnasio. El recuerdo del evento fue narrado con dolor, remarcando que fue empujada contra una bacha mientras el acusado tocaba sus partes íntimas sin su consentimiento.
No solo el abuso físico fue parte del horror al que, según la fiscalía, sometieron a sus víctimas estos dos adultos. El exdiputado Germán Kiczka, acusado de distribuir este material oscuro y ilegal, habría facilitado con premeditación que sus archivos estuvieran accesibles para otros. “Los imputados tenían a disposición videos de abuso sexual infantil”, señaló Glinka, siendo especialmente impactante la lectura que hizo de algunos títulos de los archivos descomisados, revelaciones desgarradoras que pintaron un cuadro horrífico ante los jueces.
