La multiplicación de casos de gripe aviar en las granjas de la provincia llevaron al Gobierno a declarar la emergencia agropecuaria, que incluye medidas con impacto directo en los productores. En ese protocolo fueron incluidos los brigadistas del Splif, quienes se encargan de vaciar los galpones en los que se detectó al menos un caso positivo.
El jefe del Splif en Bariloche, Orlando Báez, contó que 17 brigadistas fueron afectados a esa tarea encomendada desde el Gobierno Provincial en el marco del sacrificio de ejemplares en las granjas avícolas.
“Nos toca ayudar a desocupar los galpones, sacar las aves, llevarlas a un sector y Senasa se encarga de la eliminación de los ejemplares”, resumió acerca del procedimiento que se lleva a cabo para evitar la propagación de un virus que es transmisible a los humanos.
Báez describió que el sacrificio se realiza mediante una cámara de gas y que se cavaron algunos pozos en los que las aves son enterradas.
“Es bastante complejo, se han detectado casos en muchos galpones”, confió acerca de un procedimiento que se dispara con tan solo un caso positivo y que lleva a eliminar toda la producción. Es por eso que el brigadista se enfocó también en el perjuicio económico a los productores y advirtió que muchos trabajadores podrían perder su fuente laboral.
“Lo que nos han comentado es que, una vez que se elimina las aves, tienen que tener los galpones cerrados durante un año”, agregó acerca de la metodología aplicada en una emergencia sanitaria que, tal como sucedió durante la pandemia de Covid-19, los tiene abocados a una misión que normalmente excede sus funciones pero “estamos predispuestos a dar una mano”.
La gripe aviar
El primer caso se confirmó hace tres semanas en un establecimiento de pollos parrilleros ubicado en Mainqué. Desde entonces ya son cinco los casos detectados en Río Negro pero afectan directamente a las demás aves.
La influenza aviar tipo A es una enfermedad contagiosa de declaración obligatoria, causada por un virus que afecta a muchas especies aviares y nunca estuvo presente en Argentina, por lo que se la consideraba exótica. Las aves acuáticas, en particular, se consideran un reservorio importante de este virus.
Cuando la influenza aviar es transmitida al ser humano, los síntomas en las personas pueden ir desde una infección leve de las vías respiratorias superiores (fiebre y tos) hasta neumonía grave, síndrome de dificultad respiratoria aguda (dificultad para respirar), shock e incluso la muerte.
“La detección y notificación temprana, la atención inmediata, así como las medidas de bioseguridad, son pilares fundamentales de la estrategia de prevención y contención que lleva adelante el Senasa con la colaboración permanente del sector productivo y toda la comunidad”, señala el Gobierno Nacional en su sitio oficial.