Cada año, Need Education presenta un informe sobre la madurez digital de las compañías en México, donde indagan las mejores prácticas y los puntos de dolor en cuanto a la transformación digital. Con entrevistas a CEOs de grandes empresas —Walmart, HSBC, Nestlé, AT&T, Danone, etc.— y personas que ocupan cargos jerárquicos, el extenso informe busca reconocer las necesidades de evolución digital del mercado, el nivel de conocimiento de las habilidades digitales requeridas para asegurar el crecimiento, y las tendencias que van a dar origen a nuevos negocios e impactarán en los establecidos. El informe recoge esos aprendizajes y vuelca los resultados en un documento final que tiene la doble función de ser un análisis de situación a la vez que una guía para el cambio.
El informe de 2023 tuvo un hecho saliente: la irrupción de la inteligencia artificial en todos los órdenes de la vida. Porque, si bien la IA lleva décadas de desarrollo —y casi todas las compañías entrevistadas usan algoritmos de inteligencia artificial desde hace años—, los cien millones de usuarios que ChatGPT consiguió en sólo dos meses modificó completamente el escenario. ¿Cómo tomaron las empresas este nuevo paradigma? ¿Habrá más trabajo (relacionado con desarrollos de hardware y software)? ¿Habrá menos (la IA hará que empleos tradicionales pierda apoyo)? ¿Dónde están las oportunidades de negocios y cuáles son los riesgos?
Gustavo Barcia es argentino, pero lleva tanto viviendo en México que el acento porteño se mezcla con algunos giros capitalinos. El CEO y fundador de Need Education habla en esta entrevista de Ticmas de los aprendizajes del informe, pero también de cómo acompañan a las empresas en su camino para alcanzar la madurez digital —y con ella la competitividad—, y de las respuestas que la universidad debe dar en relación a la búsqueda de profesionales actualizados y proactivos.
—A partir del índice de digitalidad, ¿cómo ve la salud digital de las empresas en México?
—Lamentablemente, creo que todavía no se identifica muy bien qué significa la digitalización para las compañías. Nosotros tratamos de concientizar eso constantemente. Previo a la pandemia, la gente pensaba que ser digital era implementar un ERP o un CRM, hacer algo en e-commerce o tener una campaña en línea. Durante la pandemia se aceleró el conocimiento, pero pasamos a algo mucho más práctico: ser digital significaba estar conectado y trabajar a la distancia. Los directores recién ahora están entendiendo que ser digital es transformar a toda la compañía, transformar los procesos, la forma de trabajar. Y luego, que se necesita un cambio de mindset. Las compañías ponen a la tecnología por delante del mindset y la gente.
—”Tengo el ‘fierro’, luego soy digital”.
—”Tengo el ‘fierro’ y la gente lo usa le sirva o no porque yo lo decidí, y por eso pienso que soy digital”. Por lo general, ese tipo de transformaciones fracasan, y la gente termina por no adoptar ninguna plataforma ni entender por qué lo tendría que hacer. ¿Qué vemos en México? Que hay un camino enorme todavía por recorrer en temas de transformación digital. El último informe dio 34 puntos sobre —no le pongamos sobre 100, porque 100 es la perfección—, pero sobre 70. Va creciendo muy, muy lento.
—¿Cómo es el acompañamiento que hacen con las compañías durante el proceso de digitalización?
—Primero hacemos una evaluación del índice de madurez digital para ver cómo se compara contra la industria e identificar dónde están los gaps de cada área. En virtud de su objetivo, de la industria y de la medición que hacemos, desarrollamos programas de aceleración y transformación digital de upskilling y reskilling a medida pensados para gerentes y cargos superiores, porque son los que tienen verdaderamente el poder de la transformación. Y, por lo general, son los que menos saben.
—Es la lógica de los sellos de calidad, ¿no? Cuando una compañía quiere conseguir un sello de calidad, la primera entrevista es con el CEO.
—Totalmente, esa es la lógica. Son los primeros que tienen que cambiar. Hacemos programas de upskilling y reskilling diseñados 100% a medida para que, primero, entiendan el concepto y el mindset digital que tienen que tener —para qué sirve la digitalización; cuál es el objetivo—, y, segundo, para que todo ese conocimiento se vea representado en la práctica. Hoy los ejecutivos se enfrentan a la necesidad de evolucionar y cambiar lo más rápido posible, pero no tienen tiempo: están viajando, tienen compromisos, y dejan todo rezagado. Entonces, cuando nosotros entramos en el proceso, buscamos que se refleje en la práctica lo más rápido posible. Les damos el conocimiento para que eso suceda y vamos evaluando los proyectos. Y les ponemos mentores que los vayan acompañando. Al finalizar, ellos ya tienen una dinámica en donde cambiaron su forma de trabajo, tienen más agilidad y entienden cuál es el norte hacia dónde ir.
—¿Cuánto dura en promedio —porque cada empresa es distinta— es el trabajo consultoría?
—Entre ocho meses y doce meses. Comenzamos con el informe. Con eso pueden entender dónde están y cuál es el potencial que tienen y cómo sumar el proceso de formación e implementación.
—¿Cuándo se ven los resultados?
—Algunos CEOs nos han dicho que, ya en el primer año, levantaron las ventas en línea un 40%. O pasaron del 1% al 18% en e-commerce.
—Vuelvo a la primera pregunta: un índice del 34% en México es sorprendentemente bajo si se considera que hay muchísimas compañías internacionales y que el principal mercado externo es Estados Unidos. ¿Cómo se entiende, entonces, ese número?
—Las compañías internacionales que son nativas digitales tienen otro nivel. Pero a la vez hay grandes compañías mexicanas con llegada internacional que deberían estar más evolucionadas y es donde está más bajo. Hace tres años, las compañías nacionales estaban en una paridad con las internacionales; nos sorprendió que el año pasado las internacionales hayan pegado un salto cuántico con respecto a las mexicanas. Esto se debe a que los lineamientos de afuera son muy claros y se implementan y el cambio se ve. Un ejemplo: les preguntamos a todos los CEOs si estaban haciendo algo con inteligencia artificial. Las compañías internacionales sí; en cambio, las grandes compañías mexicanas recién estaban pensando evaluar qué hacer, con mucho miedo.
—La segunda parte Need Education es, justamente, “Education”. En México, el 44% de la población va a la universidad. No todos se reciben, por supuesto, pero es un porcentaje alto respecto del resto de la región. Pero, si tomamos en cuenta que los universitarios se han formado en un ambiente digital —nacieron con internet en los hogares—, ¿qué debería incluirse en los programas educativos para incluir la digitalidad en la formación?
—Esta nueva generación es nativa digital, pero desde el punto de vista de los devices. Nació con un celular, nació con internet y las redes sociales. Las universidades también pensaron la digitalización en términos de devices y plataformas que reproducen el contenido de un libro. Eso no es digitalización. La digitalización es una forma de pensar diferente. Yendo a la pregunta: ¿qué me gustaría? Que haya un proceso que lleve a los estudiantes a trabajar en una empresa. En Estados Unidos, esos periodos eran de dos meses; hoy ya lo han pasado a ocho meses porque en dos meses nadie puede aprender nada. Así, con cualquier carrera en la que estén estudiando, pueden entender sobre nuevas plataformas digitales, cómo opera la inteligencia artificial, etc. Lo aprenden en el trabajo. Hay pocas universidades que lo estén haciendo. En muchas empresas me dicen que los chicos que egresan no están preparados para los desafíos del mundo de los negocios.
—Si tuviera que ponderar la importancia de la formación continua en tu trabajo, y asumo que va a ser un número importante, ¿qué porcentaje le darías?
—¡El 100%! Antes, sólo los médicos tenían que formarse constantemente. El resto con suerte hacía un postgrado o una maestría, y ya está. Ahora bien, lo que veo del lifelong learning es que es imposible que una sola institución acapare todo, porque se necesita de muchos inputs. Uno tiene que definir las habilidades que necesita y luego ver dónde y cómo conseguirlas, y cómo aplicarlas lo más rápido posible. Esto también está acompañado de mentores que te dé una red de contención. Hacerlo solo es muy complicado. Hace treinta años, yo hubiera dicho “En 12 o 13 años me jubilo, para qué seguir estudiando”. Pero si ahora vivimos hasta los 90, 100 —y aún cuando puedas vivir con el dinero que tengas— algo hay que hacer. Hay que generar valor a la sociedad. Estamos en una época especial; necesitamos esa chispa de inspiración para decir “Estos próximos diez años me vuelvo a reinventar”. Y eso está compuesto de aprendizajes, práctica, networking, y los temas que te llamen la atención.
Pablo Bernasconi, notable escritor e ilustrador, vecino de Bariloche desde hace mucho, recibió un Diploma al Mérito en Literatura Infantil de la Fundación Konex, que este año premió el trabajo en Literatura de los últimos diez años.
Balanceando el peso de la distinción con el aliento que otorga, Bernasconi dialogó con el programa Engranaje de Radio Seis, y reconoció que “con los premios, hay cierto peso en la mirada a futuro, pienso en los cocineros cuando reciben las estrellas Michelin, a las que se refieren como una maldición, que de ahí no se puede bajar, un descalabro del ego que puede ser dañino. Eso existe”.
“Pero eso no me modifica, más que entender que tengo más fichas para jugar. Es un aliento importante para mis proyectos. Hay que aprender a vivir con eso. Mi postura es capitalizar a riesgo total. Estoy en un proyecto en el que necesito ese capital, no hablo de dinero, sino de capital simbólico, y es un montón. Se abren ventanas, dan una pauta”, agregó.
Es evidente que Bernasconi no tiene problemas con los premios, recibió muchos en su prolífica trayectoria, y mantuvo inalterable su producción literaria y gráfica, talento narrativo y artístico. Y eso es lo que valoró de la distinción recibida.
“Es un premio a las cosas de largo aliento. Diez años, un reconocimiento para muchas personas con mucha constancia, es difícil. Eso es lo interesante, más que un premio a un libro a una constancia de trabajo, a sostenerse en el rubro tanto tiempo. En este caso hubo muchos curadores de este premio, personas reconocidas y muy queridas, por eso es muy reconfortante”, agregó.
También se vio del otro lado del mostrador, él decidiendo a quién premiar en Literatura y Artes Plásticas, y buscando equilibrio ante posibles arbitrariedades. “Siempre fui jurado con otras personas, entre tres y cinco, y la arbitrariedad languidece. Hay que argumentar y aparecen las dudas. Al menos lo que se logra es una arbitrariedad argumentada”, bromeó.
Y dedicó un cierre para los tiempos que corren para los artistas: en el último tiempo, en el último año, hay una mirada muy fuerte, violenta, agresiva, hacia cierta mirada de los artistas. Estamos en guardia, tenemos que pararnos bien, es un vendaval muy intenso”, sostuvo.
La reseña Konex
La Fundación Konex entregó a Pablo Bernasconi el Diploma al Mérito, por la Producción en Literatura Infantil, con la siguiente reseña de su figura:
Nació el 06/08/1973. Premio Konex 2024. Diseñador gráfico (UBA) y docente. Ilustrador, autor integral y creador de mágicas metáforas visuales, es un artista inclasificable capaz de lograr creaciones llenas de humor y profundidad.
Tiene publicados más de 45 libros. Realizó exhibiciones individuales y grupales de su obra en muchos países. Fue el responsable de las ilustraciones críticas en la página 2 de la edición dominical de La Nación por más de 10 años.
Muchas de sus imágenes aparecieron en revistas y periódicos de todo el mundo como The New York Times, Wall Street Journal, Rolling Stone y Times. Entre sus últimos libros publicados se destacan Retratos, Burundi, Mentiras y Moretones y La verdadera explicación. Recibió importantes premios, tales como Los Destacados de ALIJA en varias ocasiones, Medalla de Oro en la Society for News Design, fue finalista del Hans Christian Andersen (IBBY) en 2018 y candidato al ALMA en 2021 y 2022, entre otros.
Su muestra Finales, exhibida en los principales museos de la Argentina, fue vista por 150.000 personas. Actualmente, exhibe la muestra itinerante El infinito, cruzando arte y ciencia. Su obra ha sido traducida a quince idiomas.
SE PRESENTARÁN DOS LIBROS CASI AL MISMO TIEMPO EN SITIOS DIFERENTES
| 12/09/2024
A las 19, Jorge Alegret dará a conocer “La fricción de lo ausente” en una sede de la UNRN. Media hora después, Sebastián Di Silvestro hará otro tanto con “Parranda del güey popular” en La Llave.
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Si se califica de histórica tal vez sea una exageración, pero al menos será poco usual: en la noche del viernes (13 de septiembre) se presentarán dos libros en lugares distintos de Bariloche, aunque ambos pertenezcan al mismo género. En efecto, a partir de las 19 Jorge Alegret dará a conocer “La fricción de lo ausente” en una de las sedes de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), mientras que media hora más tarde Sebastián Di Silvestro hará otro tanto con “Parranda del güey popular” en La Llave. Pocas noches tan poéticas.
Vayamos por orden de aparición. Aunque de origen marplatenses y después de otros domicilios patagónicos, Alegret hace años que reside en Bariloche, a tal punto que supo publicar a través del Fondo Editorial Rionegrino (FER). En esta ocasión, su obra más reciente salió de imprenta con el sello de Baltasara Editora después de que nuestro vecino ganara una convocatoria que se concretó en 2023.
Dice de sí misma la editorial que es independiente y que “recoge la tradición del librero y editor español Laudelino Ruiz”, quien vivió en Rosario (Santa Fe) entre 1930 y 1972. El sello divide sus lanzamientos en siete colecciones: Narrativa, Poesía, Teatro, Ensayo, Testimonio, Patrimonio y Andrómeda. Con su catálogo, procura “rescatar la memoria de hechos acontecidos en Rosario y en el mundo, de los que se encuentran señales en el archivo Laudelino Ruiz”. También es su cometido “promover y difundir la obra de escritores locales, nacionales e internacionales”. Ahí entró el trabajo de Alegret.
A pedido de la editorial, escribió la crítica literaria Alejandra Dotta a modo de reseña: “Hay en este poemario dos ejercicios, el de la memoria como construcción y el de la palabra como medio”. Dice la especialista que “la primera parte del poemario nos devuelve la idea de contemplación, no como observación, no como conocimiento, no como admiración. La contemplación que propone el poeta se acerca más a ser una consecuencia de haber vivido, al acto por el cual nos hacemos conscientes de un irremediable pasar sobre el que no opera la voluntad”.
Así las cosas, “lo trágico, propio de la existencia humana, pierde en la vivencia cotidiana su dramatismo, pero no cierra la herida”. Entonces, cita la reseñadora: “[…] el tiempo se va por el sumidero de las mercancías […]”. Dichos del poeta. En sus escritos, continúa Dotta, “el paisaje se agranda, toma una dimensión inaccesible a la escala humana, repite sus ciclos infinitos; nos devuelve punto. En las palabras de Alegret cada cosa hiere porque su ser no oculta su sentido. O, mejor dicho, su sinsentido”.
El autor escribe así: “Hoy el temporal es como una nota pedal en el continuo minimalista de mis latidos. Contrapunto de galerna y miocardio. La imagen de una enamorada con boina que me invitaba a traducir Prévert, su desesperado silencio en mis ojos. El abuelo, los restos de una centolla frita, una botella de jerez vacía, después la embolia. La piel del viento, mi piel. Los cerros volátiles exhalando el cielo de mi pueblo, y una bicicleta, animal de bajamares. Todo ese tiempo de vagar con la música del vendaval en los párpados. Desalojados, nos pensamos en cuerpos negados al dolor. Nunca nos buscamos la yugular y el vientre. Sólo vibramos en el mismo temporal, con el mismo vicio de hacernos lejanía”. Cualquier adjetivo se antoja superfluo para el cronista.
La presentación de “La fricción de lo ausente” tendrá lugar en Anasagasti 1463 (2do piso). Jorge contará con la participación de Fabián Zampini, quien es docente e investigador en la casa de altos estudios, donde fue director del Profesorado de Lengua y Literatura. Además, la actriz y directora de elencos Lihue Vizcaíno leerá páginas del flamante libro.
En cuanto al libro de Di Silvestro, El Cordillerano ya anticipó su salida cuando estaba en etapa de preventa. En su contratapa, resalta el trabajo otro gigante de las letras regionales, Rafael Urretabizkaya, quien escribió: “No le alcanzan las orillas del idioma ni los márgenes del cuerpo. Desbordante, no pregunta cuántos son porque está claro que no le importa. Entra riendo a la batalla como solo puede hacerlo el que sabe llorar. Y Sebas sabe”.
En efecto, el autor sabe “reír, llorar, escribir. Busca pelos y señales entreverando su voz con otras muchas”, añade su colega de San Martín de los Andes. “La Parranda del güey popular; un libro fabuloso que no pide permiso ni perdón al estilo de los bueyes, las rebeliones, los pájaros, los bichos, el amor, la realidad, la vida, la fantasía, la muerte. Al estilo de la ‘gauchada’, esa fe criolla en la humanidad”, concluye tamaña presentación.
Un tanto más académico, el también poeta Jorge Spíndola dice en el prólogo: “Si bien la lengua de este güey se asienta en la rica tradición del verso popular de Nuestra América, abre un espacio, un resto de aire que respira un aire abierto. En esa respiración en que se hace el verso de Sebastián Di Silvestro, uno puede hilvanar una conversación abierta que tiene en su trasfondo la memoria social de los desposeídos”.
Por su parte, Sebas ideó una presentación un tanto más multitudinaria que la de su colega. Aportarán música Alejandro Otsubo, Püllü Legüero, Romina Blanco y Joaco Conte, junto con “más de treinta amigas y amigos con sus voces”. Cuando finalicen, “compartiremos una picadita a la canasta”, dice el flyer. Sabrán lectores a qué presentación concurrir, pero sería necio quedarse en casa en la más poética de las tardecitas barilochenses.
Será el viernes (13 de septiembre) en su propia sala. “Los farsantes exhiben su impunidad, hacen de la crueldad su mejor gag”, cuestiona el elenco que dirige Gabriela Otero.
“Tragedia que se repite se vuelve farsa”, anticipa la sinopsis de la obra que El Brote estrenará el próximo viernes (13 de septiembre) desde las 20. La aseveración tiene raíces en la teoría política más influyente de los últimos 200 años, pero adquiere absoluta actualidad en la Argentina de 2024. El título de la nueva pieza es precisamente “El pan o la vida. Reescritura trágica en clave de farsa” y tiene como dramaturga a Gabriela Otero, quien también dirige la puesta en escena. El estreno se producirá en la sala donde el elenco hace de local (Beschtedt 568).
En la trágica repetición argentina “los farsantes exhiben su impunidad, hacen de la crueldad su mejor gag. Nosotros, atrapados en un bucle de la historia, saltamos para alcanzar el pan”, completa la breve introducción. En intercambio con El Cordillerano, la teatrera recordó que “con más de 27 años de oficio teatral, El Brote se caracteriza por la apuesta a la creación de dramaturgias con una identidad propia y regional”.
Como resultado de esa opción, el grupo tiene en su haber nada menos que “13 obras de creación grupal, que atraviesan distintos momentos del país desde 1997 hasta la fecha”. De manera que El Brote algo entiende de tragedias, repeticiones y farsas. Mucho tuvo que ver en los ritmos de su camino el “maestro teatral” Humberto “Coco” Martínez, quien en su oportunidad observó: “Los actores (del elenco) no portan el discurso, ellos son el discurso”.
Para Gabriela, se trata de “un discurso encarnado, con una calidad de presencia escénica que sitúa el acontecimiento teatral en un lugar de verdad vital”. Entonces, “para actores que saben bien de hambre, de locura “ y “de desmemoria, no es el miedo a caer o el deseo de sobresalir lo que los mueve (hacia) el gesto efímero del teatro. Es la valentía de existir”, resaltó su directora.
El elenco de “El pan o la vida”
Así las cosas, “el Brote propone dar escena, una vez más, a quienes están siendo expulsados de la escena. Revisita y convoca a la memoria colectiva a través de distintos procedimientos dramatúrgicos y con austeridad en el uso de recursos técnicos y escenográficos, se propone poner en evidencia lo imprescindible del teatro: las y los actores y el público, la reunión de cuerpos presentes”, valoró.
“El teatro se desnuda de artificios y hace de eso una revelación: reconocernos en la escena, no solo como espejo de la realidad, sino también como espejo de los sueños”. En la nueva obra “las escenas se estructuran en actos, independientes entre sí, que se articulan en torno a un eje común: la lucha por alcanzar el pan. Pareciera imposible encontrar humor en una realidad tan cruda, pero el género de la farsa nos permite a través de la caricatura y el grotesco generar identificación y extrañamiento reflexivo”, anticipó la actriz.
Inevitable en el contexto preguntarse: “¿de qué me estoy riendo? El humor propio de la sátira farsesca y los códigos del teatro popular, se conjugan con procedimientos de distanciamiento brechtiano en una combinación tragicómica propia del estilo de El Brote”, describió Gabriela. “Las y los actores sostienen con frescura y verdad escénica un hecho teatral que nos interpela como sujetos de una historia que define su devenir en tiempo presente”.
En escena estarán Guillermina Ormeño, Ramón Gandolfo, Marina Fernández, Sabrina Fuselli, Natalia Gómez, Cristina González, Susana Thomas y la propia Gabriela, con Natalia Gómez como asistente de Dirección. De los aspectos técnicos se ocupa Sabrina y de la difusión en redes sociales Virginia Salamida. El colectivo decidió concretar el estreno en el marco de las Jornadas Frente en Movimiento, que impulsa el Frente Cultural Bariloche.
“El Brote es parte del Frente Cultural, un movimiento abierto, horizontal, autogestionado y solidario del que participan trabajadores y hacedores de la cultura, que nos hemos convocado en defensa de nuestro quehacer y en respuesta a las crueles políticas neoliberales que afectan los derechos básicos de la población”, enmarcó la directora del elenco. “Lo hacemos activamente reclamando su cese”.
Las jornadas también se pensaron como actividades solidarias “con la necesidad básica de alimentación que sufren familias vecinas de nuestros barrios. Por eso, en cada actividad recolectamos alimentos no perecederos y aportes para alimentos frescos indispensables para llevar un plato más de comida a los comedores barriales de nuestra ciudad”, recordó la teatrera.
De hecho, la recaudación de la función se destinará al merendero “Ayudame a crecer”. Por otro lado, el estreno del “El pan o la vida. Reescritura trágica en clave de farsa” también se inscribe en el marco de las 2das. Jornadas Latinoamericanas Simultáneas de Arte y Salud Mental. La instancia cuenta con la organización de la Red Latinoamericana de la especialidad y se desarrolla en localidades de la Argentina, Venezuela y Brasil.
La propuesta fue oportunamente seleccionada en el concurso Producción de obra del Instituto Nacional del Teatro (INT). Como la capacidad de la sala es más bien limitada, sería inteligente reservar al +54 2944 50 2349 (Virginia). “Atrapados en un bucle de la historia, saltamos para alcanzar el pan”, dice El Brote. Y tal vez, esté contribuyendo a desarmar la maraña de la farsa.