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Desde su llegada al Barcelona, Hansi Flick ha marcado un cambio radical en la forma de dirigir el equipo, priorizando la disciplina, la puntualidad y una exigencia física constante. Estas directrices han sido bien recibidas por el joven plantel blaugrana, que responde con buenos resultados, tanto en La Liga como en la Champions League. Actualmente, el equipo se mantiene líder en La Liga y suma tres victorias en el nuevo formato de la Orejona, a nueve puntos del Real Madrid, que tiene un partido menos.
La puntualidad es una de las reglas inquebrantables para el técnico alemán. Pau Víctor, uno de los futbolistas azulgranas, reveló en una entrevista en Xapa La Ràdio el rigor de Flick con los horarios. “Si el entrenamiento es a las 11 y llegas a las 11 y 3 segundos, para él ya has llegado tarde”, comentó. Flick considera que la puntualidad es una forma de respeto hacia el equipo y ha implementado un sistema de disciplina que exige a los jugadores llegar una hora y media antes de los entrenamientos, para desayunar y realizar sus preparaciones físicas en la Ciutat Esportiva.
Una de las grandes novedades que ha introducido Flick es la eliminación de las multas económicas, comunes bajo el liderazgo de Xavi. Pedri, en una reciente entrevista en Martínez y Hermanos, explicó cómo en la etapa anterior las multas podían ser bastante elevadas: “Cada minuto de retraso costaba 1.000 euros y se duplicaba si repetías la falta”. En cambio, Flick ha optado por una medida más directa: “Si un futbolista llega tarde, no es titular o no participa en el siguiente partido”. Este cambio en el sistema disciplinario ha tenido un impacto inmediato. Jules Koundé, por ejemplo, fue suplente en un partido contra el Alavés por llegar tarde, lo que subraya el compromiso de Flick con la puntualidad y el esfuerzo.
Además de la disciplina, Flick también prioriza el control físico del equipo. Cada jugador es monitoreado diariamente en peso y otros parámetros físicos para asegurar su rendimiento. Según el Diario AS, el técnico alemán ha reducido los días libres, con la creencia de que cada día sin entrenar es un día perdido. Aunque reconoce la importancia del descanso, su filosofía se enfoca en mantener a los jugadores en óptimas condiciones físicas durante toda la temporada.
Desde el inicio, Flick se comprometió a integrar la cultura del club y del entorno. Meses antes de firmar su contrato, viajó a Manchester para conversar con Pep Guardiola y Domènec Torrent y se involucró en varios eventos del club, como la Diada catalana. Su cercanía y disposición han sido bien recibidas por el vestuario, donde se le describe como una figura cercana y exigente a la vez. Incluso, solicitó al presidente Joan Laporta que asistiera a los entrenamientos con una vestimenta más informal. Laporta aceptó la sugerencia y apareció en los entrenamientos con el chándal del club, un gesto que mostró la buena relación entre la directiva y el nuevo cuerpo técnico.
La implementación de este nuevo código de trabajo y su relación cercana pero exigente con el plantel han fortalecido al Barcelona. Flick ha transformado al equipo con una visión clara y una mentalidad ganadora que inspira a los jugadores. El Culé de Flick no solo brilla en los resultados, sino que muestra una mentalidad y cohesión que auguran una temporada prometedora para los azulgranas.
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