En la noche del jueves, Karina Mazzocco visitó a Fer Dente en su programa Noche al Dente en la pantalla de América. Como es habitual a la dinámica del ciclo, charlaron sobre su recorrido profesional y abrieron las puertas para conocer las canciones que marcaron su vida. Hacia el final del ciclo, la conductora de A la tarde pidió “cualquier canción de Soda Stereo”, así, sin especificar cual, dando muestras de un fanatismo por el grupo liderado por Gustavo Cerati. Y apenas mencionar su nombre dio pie para una anécdota que terminó entre lágrimas.

“Fui tan fan de Soda Stereo… pero fan al punto de ir a verlos a los boliches”, reveló Karina, y agregó que los únicos posters que colgaban en su habitación de adolescente eran los de Soda y Gustavo Cerati. Y cuando el conductor le preguntó si lo había conocido al cantante fallecido en 2014, le dio el pie justo para una anécdota

“Hace tiempo un día en Punta del Este nos encontramos con Pampita y Benjamín Vicuña, que todavía estaban juntos, tenían a su hija Blanquita y nos invitaron a un asado en su casa. Entramos y estaba Gustavo Cerati sentado en una silla con sus rulos”, contó Mazzocco, mientras las imágenes empezaban a aparecer en su memoria.

Por ese momento, el músico salía con la actriz Leonora Balcarce, que lo acompañaba en la reunión. Karina no podía creer la situación y le planteó las dudas a su marido, Omar El Bacha. “Está Cerati, lo voy a cholulear”, le dijo una y otra vez. Pero algo le hizo frenar el impulso. “Yo era Karina Mazzocco y no lo podía ir a cholulear. Y no saben cómo me arrepiento”, admitió Karina. “Yo tenía que agradecerle tanta felicidad. Y no lo hice”, agregó y lo que parecía una historia de comedia, mutó en drama con sus ojos llenos de lágrimas.

“Que tonta, una tiene que decir cuando quiere, cuando ama, cuando se equivocó, cuando admira. Como una tarada no lo hice y fue triste. Me hubiese encantado agradecerle tantos momentos de felicidad. Mi hijo canta toda sus canciones”, añadió la conductora, cada vez más conmovida al punto que se le dificultaba seguir con la historia.

“No se queden con nada, la vida pasa y no sabemos cuando no estamos más. Hay que entregar el amor a quien nos lo despertó. Y Cerati es parte de mi vida”, continuó a modo de consejo. Conmovido por el tono que había adquirido el reportaje, Dente la tomó de la mano y le alcanzó un pañuelo de papel.

“No saludé a quien me generó tantos momentos de felicidad”, siguió Mazzocco y comparó la situación con las historias de vida que transcurren a diario en su programa. “Nosotros que hablamos tanto de desencuentros familiares, a veces una se queda con el orgullo de decir, ‘me equivoqué, estuve mal’; o decirle ‘me hiciste feliz, con tu guitarra, con tus acordes y con tus canciones le pusiste música a mi vida’”.

Dente volvió a la escena del asado esteño y le preguntó si al menos lo había saludado. “Nunca me acerqué, creo que nunca lo miré de frente. No lo iba a invadir”, cerró, antes de pasar al tema elegido por la producción. El grupo empezó a tocar “Cuando pase el temblor” y Karina, aun dominada por la emoción, cantó como tantas veces esa rareza folk en el repertorio del trío que se convirtió en uno de sus grandes clásicos.

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