Actualidad
La Casa de Moneda pasa a ser una Sociedad Anónima del Estado
El período de transición será de 180 días.
En una medida que representa un cambio significativo en la estructura de una de las entidades más emblemáticas del Estado, el Gobierno ha decidido convertir la histórica Casa de Moneda en una Sociedad Anónima Unipersonal a través del Decreto 295/2025, el cual fue recientemente publicado en el Boletín Oficial. Esta transformación no solo implica un cambio jurídico, sino que también representa un paso clave hacia la modernización y optimización de las funciones de este organismo encargado de la impresión de billetes y la acuñación de monedas de curso legal en Argentina.
El decreto especifica que esta transformación se enmarca dentro de una serie de medidas tomadas por el Ejecutivo bajo el DNU N° 70/23. Declarada la emergencia pública en ámbitos varios, que incluyen el económico, financiero y administrativo, hasta finales de 2025, se abrió el camino para reestructurar profundamente la manera en que las empresas del Estado operan. Esta emergencia no es vista únicamente como una crisis, sino como una oportunidad de mejorar la eficacia en el sector público mediante reorganizaciones estratégicas.
Entre las acciones características de esta transformación se encuentra la derogación de la Ley N° 20.705, lo cual permite la adecuación de las entidades a un régimen más moderno, como el de las Sociedades Anónimas. Se estableció un período de transición de 180 días desde el dictado del DNU para la implementación de estas transformaciones. Debido a la complejidad del proceso, este plazo fue extendido mediante decisiones subsiguientes, para cumplir a cabalidad con los requisitos del decreto original.
Este proceso culminó con la intervención de la Sociedad del Estado “Casa de Moneda”, establecida por el Decreto N° 964/24, que decretó esta medida por 180 días corridos a partir del 1 de noviembre de 2024.
La asamblea general extraordinaria llevada a cabo el 20 de diciembre de 2024 marcó un punto de inflexión, donde se concretó la decisión de transformar oficialmente Casa de Moneda en una sociedad anónima unipersonal. Esto vino acompañado de la aprobación de un nuevo estatuto social, quedando a la espera de su validación definitiva por parte del Poder Ejecutivo Nacional. Dentro de los desafíos cinco unidades de negocio clave han sido destacadas, resaltando su principal rol en la fabricación de dinero circulante, y abarcando también la producción de estampillas fiscales, pasaportes, chapas patentes, y la prestación de servicios de atesoramiento y destrucción de billetes.
Pedro Cavagnaro ha basado a lo largo del año su gestión en examinar a fondo la estructura y alcance de estas unidades operativas. No obstante, la complejidad del rediseño estructural ha evidenciado que el plazo estipulado inicialmente era insuficiente, justificando así la ratificación de Cavagnaro como interventor por un periodo adicional de 120 días.
