Este jueves marcó un día histórico para la exploración espacial, cuando la misión Polaris Dawn de SpaceX logró ejecutar el primer paseo espacial por una tripulación completamente civil. El evento, transmitido en directo, capturó la atención del mundo mientras los cuatro astronautas no profesionales se embarcaban en un hito sin precedentes. La tripulación alcanzó una altitud mayor que cualquier otra desde las misiones lunares de la NASA, con una órbita reducida a la mitad de su usual a 737 kilómetros. Este logro ofrece una emocionante perspectiva para el futuro de los viajes espaciales comerciales.
El empresario y multimillonario Jared Isaacman lideró la misión. Tras salir de la nave Crew Dragon, declaró: “En casa tenemos mucho trabajo por hacer, pero desde aquí la Tierra parece un mundo perfecto”. Su comentario resonó con el sentimiento universal de admiración por nuestro planeta cuando es observado desde la vastedad del espacio. Isaacman fue acompañado en este innovador paseo por otros tres tripulantes: la ingeniera de SpaceX Sarah Gillis, el teniente coronel retirado de las Fuerzas Aéreas estadounidenses Scott Poteet, y la también ingeniera de SpaceX Anna Menon.
La actividad extravehicular inició oficialmente a las 10:12 hora local, marcando el comienzo de lo que sería una serie de procedimientos meticulosamente planificados y ejecutados para garantizar la seguridad y eficacia de la misión. A pesar de un breve aplazamiento anunciado una hora antes del inicio previsto, la misión se desarrolló sin contratiempos significativos. Isaacman y Gillis tomaron turnos para salir de la cápsula, manteniéndose siempre cerca de la escotilla y asegurándose a la estructura metálica de la nave.
El paseo espacial tenía como objetivo principal probar los nuevos trajes espaciales y los procedimientos asociados a la operación extravehicular. Aunque el paseo en sí duró apenas 30 minutos, los procedimientos de preparación y conclusión se extendieron por cerca de dos horas. Esta rigurosidad es indicativa del nivel de precisión y cuidado que requiere una misión de tal magnitud y representa un avance significativo en la preparación de futuras misiones espaciales comerciales.
A bordo de la Crew Dragon, Menon y Poteet observaban y gestionaban las operaciones desde el interior de la cápsula. Todos los participantes estaban equipados con cables de seguridad de 3,6 metros, garantizando en todo momento su conexión con la nave. Este tipo de precaución refuerza la importancia de la seguridad en las actividades espaciales, especialmente cuando se lleva a cabo a altitudes tan extremas.
El paseo espacial de la misión Polaris Dawn se enmarca dentro de un programa más amplio de SpaceX que incluye tres vuelos, siendo este solo el inicio. Jared Isaacman, quien financió la misión, no reveló el costo exacto de esta aventura, pero queda claro que ha establecido un precedente histórico en la carrera espacial privada.