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Lleno de escándalos, de polémicas, de controversias y otras cuestiones espinosas. El recital de Tini Stoessel en una esquina de Palermo provocó cientos de reacciones, por todo el aluvión de público que se acercó y provocó un caos en las calles porteñas.
Tal grado de desbande que se produjeron robos entre los asistentes, así como se viralizaron escenas muy delicadas de peleas a las trompadas entre fanáticas, que se trenzaron en la violencia física para disputarse un lugar de privilegio cerca del escenario.
Más allá de todos esos embrollos, el show satisfizo a los miles de almas que se apersonaron en esa esquina, que eligió la plataforma digital La Casa, que posee a Lizardo Ponce como cara más reconocida. Y dentro de esos espectadores se destacó una en particular.
Resulta que Paula Chaves movió sus influencias y consiguió que Lizardo le aparte un espacio de lujo, específicamente arriba de las tablas para que se ubique su hija Olivia, una niña que ama a Tini y que se erige en una admiradora acérrima.
Esa ubicación espectacular de Olivia le posibilitó experimentar el momento más increíble de su corta niñez, porque Stoessel la divisó en medio de una maraña de niñas, absorta en un llanto de emoción incontrolable por tener a su ídola a unos centímetros.
Así, Tini cruzó miradas e incluso expresó con el micrófono en plena entonación de su música: “Mi vida”. Tras ese gesto, la novia de Rodrigo de Paul le aproximó su instrumento y estimuló a que la hija de Peter Alfonso cante con todas sus fuerzas una pequeña frase.
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