Desde que la Justicia emitió la orden de captura para detener a Franco Luengo, único sospechoso del homicidio de Brian Obreque, hubo gran cantidad de personas que fueron imputadas por encubrimiento, debido a que colaboraron con él para que permanezca en clandestinidad.
Desde que comenzó la búsqueda del presunto homicida, hubo varias personas más imputadas por encubrirlo y protegerlo.
Ayer cuando fue encontrado sin vida, no fue la excepción. El dueño de la vivienda donde murió y otras dos personas fueron imputadas por encubrirlo.
De acuerdo a los datos que trascendieron en el barrio Virgen Misionera, los tres dijeron que no lo conocían, no sabían su nombre e incluso comentaron que arribó a la casa la noche anterior.
Las incongruencias de su testimonio no hicieron más que convencer a los investigadores que los tres ocultaban algo.
Al menos dos de los tres imputados residen en La Telesita y Jaime Dávalos. Allí empezó a convulsionar Luengo y murió poco después. Fueron detenidos y trasladados a una dependencia policial, y podrían prestar declaración en las próximas horas.
Desde que comenzó la búsqueda del presunto homicida, hubo varias personas más imputadas por encubrirlo y protegerlo. Ello dificultó la tarea de la Policía de Río Negro para capturarlo. Incluso el día en el que apareció muerto, la Policía con una orden judicial allanó un domicilio en el barrio Vivero Municipal.
Testigos aseguran haberlo visto allí el lunes a la noche, no había dudas. Pero al ingresar al domicilio, el sospechoso del homicidio de Obreque ya no estaba. Una vez más logró escabullirse.
La recompensa para quien aporte datos sobre su paradero, quedó desierta. La información que aportaron los testigos no resultó útil para poder encontrarlo y finalmente el sujeto fue hallado sin vida, por razones que serán esclarecidas con el fin de la autopsia.
