Más de 3 mil millones de personas jugarán videojuegos para 2029. Estamos hablando de una industria que mueve el doble de dinero que la de la TV y la música combinadas. Si, juntas. Ahora bien, ¿qué lugar tiene el gaming web3 en ese panorama? Los videojuegos blockchain tuvieron un auge con su aparición y con la novedad que los usuarios podían ganar dinero mientras jugaban, pero esa llama se fue apagando con lanzamientos de juegos poco entretenidos que la gente jugaba solo para ganar unos dólares y los dejaban rápidamente.
En la pasada edición de la European Blockchain Convention, tuve el placer de compartir un panel sobre gaming web3 con otros dos grandes profesionales del sector: Bay Backner, Head Producer de Decentraland, y Sébastien Borget, Co-Founder y COO de The Sandbox. En ese panel, intentamos recorrer el corto pero sinuoso camino del gaming web3, considerando el crecimiento que tuvo el sector y también lo que aún le resta hacer para lograr una popularidad que por el momento pareciera serle esquiva.
Personalmente, creo que hemos pasado la fiebre del play-to-earn, donde la gente solo buscaba juegos web3 para ganar dinero. El gaming web3 está mucho más maduro que antes, pero creo que aún falta que llegue ese gran juego que cautive a los gamers por el juego en sí mismo y ya no por si es web3 o no. La industria de los videojuegos es una de las más grandes del mundo y la tecnología blockchain tiene mucho para aportarle al gaming en general, abriendo las puertas de esta tecnología a más personas. Que un juego web3 se vuelva realmente masivo será un gran paso también para una mayor adopción en términos de activos digitales, ya que esos jugadores que hoy no saben lo que es blockchain tendrán todos su wallet y serán todos dueños de al menos un activo digital a través de ese juego. El camino hacia un juego web3 masivo ya lo están recorriendo títulos como Off The Grid o MATR1X Fire, que fue también lanzado por BingX Launchpool hace poco.
En esa línea, Sébastien Borget considera que la industria maduró mucho en términos de la calidad de juegos que se producen, el onboarding y la experiencia de usuario de los que se suman desde web2 y de los que ya estaban en web3. Encontramos juegos de alta calidad que son muy divertidos de jugar y la gente ya no viene al espacio web3 solo por el incentivo de ganar tokens. Uno de los puntos más importantes que blockchain trae al gaming es que los jugadores pueden participar tanto financiando el proyecto como tomando decisiones, lo que termina generando nuevas DAOs. Además de poseer activos como NFTs, tierras o incluso avatares, los usuarios pueden ser dueños de tokens que les permiten tener mayor participación en el desarrollo del proyecto en sí.
Ahora bien, creo que venimos de un contexto en que las blockchain usadas para web3 gaming eran Etherum y Polygon y ahora hay muchas más, con Avalanche a la cabeza. Actualmente, el gran cambio lo está generando Tron, que está siendo la blockchain elegida para la aparición de todo un mercado de juegos web3 dentro de la propia aplicación de Telegram. La aplicación de mensajería tiene casi mil millones de usuarios y los juegos tap-to-earn están aprovechando que toda esa gente ya está dentro de Telegram para captar su atención y retenerlos en juegos. Pero, ¿son divertidos esos juegos? Claramente, la experiencia pasa más por jugar a algo mientras se está en la aplicación y, de paso, ganar dinero.
Bay Backner sumó un concepto interesante a este punto al considerar que las nuevas generaciones no solo buscan jugar, sino que quieren un contenido social y una conexión social. La gente entra a entornos como Decentraland no solo para invertir financieramente, sino para invertir en un contenido propio que sirve como expresión social y que permite una conexión social. Eso es también replicable con lo que pasa hoy por hoy en los juegos dentro de Telegram.
En definitiva, considero firmemente que el gaming es comunidad. La mayoría de la gente juega con amigos o incluso hace amigos mientras juega. Hoy por hoy se puede ver grupos de jóvenes en plazas y otros lugares de reunión que están jugando videojuegos. Y no es algo malo, es otra forma de relacionarse. Si queremos que eso ocurra también con el gaming web3, hay que hacerlo transparente para el usuario final, que no haya tanta dificultad para el onboarding. Los juegos tap-to-earn están explotando porque son fáciles, divertidos, se juegan en comunidad y no tienen trabas para comenzar a jugar.
Claro que eso no es todo y queda para otra ocasión o hablar de interoperabilidad. Pensar en la posibilidad de uno poder llevarse sus ítems de un juego a otro sueña hoy utópico, aunque se está trabajando para intentarlo. Imaginen conseguir una carta en el FC25 y poder llevarla a Sorare o viceversa, tener un skin o un arma en CS2 y llevarlo a Valorant, o incluso tener un Avatar en Decentraland o The Sandbox y usarlo como personaje jugable en otro juego. Soluciones como estas son las que blockchain puede aportar al gaming y veremos si ese camino se puede recorrer o queda en una utopía.
Brand Manager Europa y Latam de BingX