“Entendemos la grave situación habitacional de la ciudad”, dijo Ivanna Chaneton. Comentó que incialmente comenzaron a gestionar con Tierras y Viviendas, pero desde allí les dijeron que se comunicaran con IPPV y así comenzó un largo camino de idas y vueltas para lograr la regularización de los predios según les habían comprometido.
Comentó que cuando se realizó la toma unos meses antes de la cuarentena se hizo una exposición diciendo lo que se estaba haciendo. Luego de la pandemia “hasta el momento no hemos tenido mucha más respuesta”, expresó y lamentó la lentitud del sistema.
El 17 de agosto hubo un problema con otra vecina que quiso avanzar sobre los terrenos y fueron a hablar con Tierras porque “la situación era pesada“. Destacó que “uno entiende que la otra persona también es trabajadora, entendemos perfectamente la situación de la otra persona que quiere avanzar sobre los terrenos pero lamentablemnte como mamá soltera, con un trabajo mal remunerado, no puedo soltar ese terreno”.
Claudia Ancapichun agregó que tanto desde el IPPV como de Tierras les dijeron que podrían construir en el lugar. Explicaron que inicialmetne era un espacio verde que era mantenido por los vecinos que expresaron el acuerdo para que se hiciera un asentamiento con sus hijos. Desde los organismos les dijeron que se regularizaría la situación pero “no nos dan respuesta” y hoy hubo una ocupación, “este chico viene acá con que yo tengo derecho, todos tenemos derecho a tener un terreno”.
Lamentó que tras tantas idas y vueltas aún no les dieron un papel que diga “esto es tuyo, queremos hacer las cosas bien y cuando querés hacer las cosas bien pasan este tipo de cosas”.