Trevelin es una localidad de Argentina situada en la región de la Patagonia, en el departamento Futaleufú de la provincia del Chubut, Patagonia Argentina.

El otoño en la Cordillera es un momento mágico. En esta época del año, los bosques de lengas y coihues se tiñen con una paleta que va desde el amarillo al ocre y del rojo al dorado.

En el Parque Nacional Los Alerces es posible disfrutar de algunos de los trekkings más atractivos de la Patagonia, y Conocer Trevelin es conocer el Portal de Acceso al hermoso parque, que es Patrimonio Mundial de la Humanidad.

Trevelin es una ciudad marcada por la impronta de los colonos galeses y los pueblos originarios de la cultura mapuche-tehuelche, es el Pueblo del Molino. Es un nombre galés, que se traduce literalmente como tre: pueblo y velin: molino. Es el idioma de los Rifleros que llegaron al valle en 1885 y lo eligieron para desarrollar una colonia próspera y trabajadora.

Dado que Chile disputaba a la Argentina estos territorios, el 30 de abril de 1902 la población de origen galés por absoluta mayoría plebiscitó su integración en Argentina. Este plebiscito se realizó en la Escuela Nacional N.º 18 de Río Corintos, actualmente un lugar histórico.

En 1918 John Daniel Evans inauguró el primer molino bajo el nombre de Molino Harinero de la Compañía Andes para moler trigo, debido a que muchos de los agricultores estaban recibiendo buenas cosechas. Se convirtió en el más grande e importante de la zona y le dio el nombre a la localidad. Evans también se destacó en la comunidad del lugar, por impulsar la creación de la primera escuela e integrar la primera comisión de fomento de Trevelin junto con Matthew Jones, Dyfed Thomas y Plennyd Williams en 1927.

Tras la creación del molino, tres propietarios donan parte de la legua 14 del valle para la creación de un pueblo en las cercanías del río Percey. Debido a que se había creado un caserío en el cual se concentraba el trabajo diario. Aquí es donde surge Trevelin. Anteriormente, el único asentamiento estaba cercano a la escuela del río Corintos. En los años siguientes se comienza a dejar de lado la denominación de Colonia 16 de octubre para llamarse Trevelin. Esto se oficializa con dos permisos: uno otorgado a Francisco Helder en Puerto Madryn, para montar un taller de herrería en el año 1925 en «Trevelin, Colonia 16 de Octubre» y otro sello que fue otorgado a la compañía del molino Andes para estampar las bolsas de harina con la denominación «Molino Andes–Trevelin».

Evans falleció el 6 de marzo de 1943, a los 81 años en su casa en Trevelin. Luego de su fallecimiento, la actividad harinera decayó hasta que, en 1953, el molino cerró. El edificio fue refaccionado y, en 1971, fue inaugurado el Museo Regional de Trevelin.

 Un dragón descansa a la mirada de todos y solo se despierta una vez al día para lanzar una llamarada de fuego, es una gran atracción turística, para quien visita el pueblo.

Este no es un dragón normal, en vez de escamas tiene placas de acero y sus garras son inofensivas. Aunque parezca salido de un cuento, es real. Fue creado por las manos de un artista que le dio a Trevelin un ambiente de fantasía. Su nombre es Tomás Schinelli, tiene 40 años y hoy vive de la construcción de su arte para clientes particulares que quedan encantados con sus estructuras.

Es un pueblo de encanto, con raíces galesas, enriquecidas por el paisaje, por la geografía, por la interacción con los pueblos originarios, por los aportes de inmigrantes de otras nacionalidades, como los españoles, los italianos, los sirio libaneses, un pueblo con impronta productiva, desde los antiguos molinos hasta los jóvenes viñedos, pero que ya han sido reconocidos por su calidad de terroir e identidad geográfica.
Cada ingrediente de su historia los ha convertido en un pueblo de experiencias que vale la pena descubrir y disfrutar a fondo, su aire puro, para una vida más sana, cercana con la naturaleza.

El Valle de Trevelin se ha ganado un nombre propio en el mundo del vino a fuerza de alumbrar etiquetas innovadoras, de altísimo nivel y, sobre todo, con una personalidad única, hay que visitar sus viñedos y conocer todo el trabajo que hicieron los propietarios para convertir cada establecimiento en viñedos de prestigio en este rincón de la Patagonia.

Casa Yagüe, Viñas del Nant y Fall y Contra Corriente confirman un circuito que merece el nombre de Ruta del Vino.

Bodegas en Trevelín

Viñas del Nant y Fall

Llamados así por la cascada natural cercana al viñedo, la Viña Nant y Fall son pioneros en el Valle de Trevelin, en plena cordillera de los Andes Patagónicos, desafiando la extremidad del clima, y marcando el camino, siendo los primeros en estas latitudes en plantar un viñedo.

Pasión de sangre italiana que hoy renace en uno de los viñedos más australes del mundo en donde tres generaciones comparten el trabajo diario para mantenerla viva.

Es un emprendimiento familiar que ha logrado elaborar vinos de altísima calidad, la misma que ofrecen en el trato con sus visitantes, ubicada solo 12 kilómetros de Trevelin, junto a la Ruta 259 que lleva a Chile, las Viñas de Nant y Fall y son una referencia para todos los viajeros.

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La familia Rodríguez ha hecho de este predio uno de los mejores campings para motorhomes de Sudamérica y una de las bodegas más innovadoras de Argentina.

La visita guiada al viñedo permite conocer todo el trabajo que hicieron los propietarios para convertir un matorral en un área de acampe tan pulcro como un campo de golf y en un viñedo de prestigio. Con el tiempo, fueron sumando servicios y hoy ofrecen un almacén de campo (Tanino), servicios gastronómicos y disponen de su propia bodega.

Las viñas que plataron son de Pinot Noir, luego Chardonnay, Gewürztraminer y Riesling ,que luego dan vida a vinos complejos, con identidad y de gran calidad. Tanto que el crítico Tim Atkin, uno de los más prestigiosos del mundo le otorgó 90 puntos.

Son viñas de grandes virtudes cualitativas, donde el clima no es una condición sino un desafío, por lo cual logran poca producción,vinos muy exclusivos y con mucha demanda a nivel mundial.

El terreno de lomas en cercanías de la cascada de Nant y Fall era un paisaje propicio para una locura.  Y eso fue justamente lo que imaginó Sergio cuando pensó, siguiendo una tradición familiar, que podía plantar viñas como una forma de sumar valor a su parada en la ruta de los big trucks.  Con más voluntad que conocimiento, se embarcó en plantar unas primeras hileras de Pinot Noir a las que hubo que dedicarle más cuidados de los esperados. 

Tuvo que ocuparse de la defensa para las heladas, de la poda y de la constante demanda de atado y acomodado de las plantas, casi labor de jardinería, para que el sol y el viento no las dañaran.

“Para la primera cosecha, que fue en 2016, las viñas de Nant y Fall ya habían llamado la atención de otros productores en la zona”, dice, con quienes compartía información e inquietudes. 

De hecho, Casa Yagüe y Contra Corriente, las otras dos bodegas de la zona, ganaron confianza en esos primeros pasos ajenos.

Por las condiciones climatológicas de la región, las heladas demandan un gran desafío productivo. La bodega utiliza el sistema de microaspersión, que consiste en generar una llovizna de pequeñas gotas de agua por encima del viñedo cuando la temperatura baja a 1 ° C (o sea 1 grado previo a que comience a helar). Esto ayuda a  proteger el viñedo con 100% de eficiencia hasta temperaturas de -10°C.

Su enólogo actualmente, hace 1 año y medio, es Gonzalo Tamagnini, mendocino, quien se integró al proyecto para darle toda su experiencia y el toque técnico que necesitaban, nos recibió en bodega y nos contó al respecto del viñedo, que está dividido entre plantas de Pinot Noir, Gewürztraminer y Riesling,

La línea se compone de Cuatro PInot Noir, un rosado, un tinto joven, un blend de añadas, la mitad de éste pasa por roble, y la selección de la maduréz óptima y de la mejor calidad de uva se utiliza para el vino reserva Tierc, que pasa 12 meses en roble francés, selección de robles de La Borgonia.

Catamos, junto a Gonzalo, los Pinot de la línea, recorrimos la bodega y catamos Riesling cosecha 22 próximos a salir, de tanque,

«Nuestro Riesling está elaborado con una técnica que aprendí en Alemania, cometa Gonzalo, de conservación en tanque, por un año, para luego pasar a conservación en botella, la idea, es empezar a trabajar con barricas, pero están en proceso de hacelas perder potencia, la idea no es aromatizar el vino con la barrica, sino que dejarlo evolucionar»

Asistimos a una cata muy profesional guiada por Gonzalo Tamagnini con toda su hospitalidad, dedicación y pasión, luego continuamos degustando los vinos acompañados por la gastronomía de su restaurante, con empanadas de cordero y ravioles caseros, ideal para el PInot Noir.

Hoy, Viñas de Nant y Fall vende sus vinos en la posada del camping y en algunos restaurantes de la comarca. También están presentes en los íconos de la gastronomía y hotelería Argentina, en lugares prestigiosos como el Restaurante porteño Don Julio.

Casa Yague

Casa Yagüe Vinos Australeses, un hermoso viñedo y bodega ubicado en la ruta nacional 259 km 63,5 a 22 km de Trevelin, Chubut,a 50 km de Esquel y a 12 km de Futaleufú- Chile. Ubicado en un lugar único, un entorno natural con viñedos, rodeados de montañas, al lado del Parque Nacional y a orillas del Rió Futaleufú.

Allí podés disfrutar de un almuerzo en Casa Yagüe, con una cocina autentica de campo, en maridaje con los vinos de la bodega. Los vinos son naturalmente orgánicos por las condiciones propias de la naturaleza de este lugar y utilizan productos de la huerta orgánica y de producción propia para elaborar el menú de su restaurante.

Contra Corriente. Patagonia, Argentina

Contra Corriente, en pocas palabras cuenta la historia de cómo dos jóvenes amigos fueron unos de los pioneros en plantar e introducir la vitivinicultura en una nueva región del vino en Patagonia Sur a 9658km de su ciudad natal, y sin ninguna experiencia previa, Rance Rathie y Travis Smith, fueron contra viento y marea (o contra la corriente en este caso), empujando los límites de la viticultura y se embarcaron en concretar la plantación de un pequeño viñedo en Patagonia sur, donde ninguno previamente había pensado que se podía elaborar vino.

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Lograron además conseguir un equipo increíble y juntos están produciendo unos de los mejores vinos australes de la Argentina. Contra Corriente es uno de los primeros productores de la zona en utilizar el clima frio extremo y el terroir de la Patagonia Sur para producir vinos originales, frescos, de aromas complejos e intensos, cuentan con 4 variedades: Chardonnay, Gewurztraminer, Pinot Noir y Riesling.

Su producción es de menos de 10.000 botellas de vinos al año, pocas cantidades, muy exclusivos y con resultados extraordinarios. Los vinos se pueden encontrar en algunos hoteles de lujo, restaurantes y vinotecas de la Argentina o se pueden adquirir directamente de la bodega. 

El terroir extremo es lo que hace que los vinos Contra Corriente sean de sabores intensos, frescos y diferentes de otros vinos de la Argentina. Único entre un puñado de viñedos (todos ubicados en la Provincia de Chubut), nuestro viñedo tiene influencia marítima debido a los vientos del océano Pacífico que siguen los ríos Yelcho y Futaleufú rio arriba a través de Chile, pasando finalmente por una estrecha brecha en los Andes.  Los suelos compuestos por depósitos glaciales y fluviales con presencia de ceniza volcánica, son algo único y suman a la complejidad de los vinos. Los vinos Contra Corriente tienen características únicas debido a su terroir original, extremo y diferente de los demás.

Es un viñedo extremo, ubicado en el paralelo 43º sur  en el valle de Trevelin, y que demanda un trabajo intenso, y a diferencia de los grandes viñedos que cosechan con máquinas, cada planta es trabajada manualmente, al menos una docena de veces durante la temporada, lo que da como resultado una uva de alta calidad, un viñedo con identidad y aromas únicos de la zona donde se encuentran y el clima con tanta amplitud térmica entre día y noche.

Durante la temporada se desbrota, despunta, deshoja, y se van raleando racimos para asegurar una buena maduración de la uva. Los vientos fuertes requieren que los brotes estén bien puestos y atados, y los largos días y los intensos rayos UV, que la fruta esté cubierta para evitar quemaduras. Las plagas son un problema, por lo que el viñedo debe protegerse con cercas eléctricas para mantener alejadas a las liebres y con redes anti pájaros también durante de la maduración de la uva para mantener alejadas a las aves.

Me encantaron sus vinos, y beberlo en su deck con vista al viñedo es una expereincia única.Trevelin me sorprendió muy gratamente, descubrí un pueblo muy tranquilo y muy rico, con muy buen clima, muy frío en las mañanas y cálido sus mediodías y atardeceres, paisajes únicos, con una bella plaza del pueblo, un pueblo en crecimiento, con buena gastronomía, muy buen producto, con historias de dragones, gente muy hospitalaria y un gran terroir, con notas de cata particulares, donde se desarrollan grandes y exclusivos vinos australes argentinos.

Por Revista Travel Gourmet