Tras 12 días de intensa búsqueda en la selva, la mujer fue encontrada con vida.
En medio de una angustia que parecía interminable, la noticia del regreso de María Belén Zerda apareció como un rayo de luz. La argentina, que había desaparecido en la impenetrable selva de Cancún dos semanas atrás, finalmente volvió a pisar suelo argentino. La historia detrás de su desaparición resonó tanto en México como en Argentina, manteniendo a todos en vilo hasta su hallazgo.
Fue una odisea marcada por la incertidumbre y la esperanza. Según su hermano Guillermo, María Belén, de valientes 38 años, aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza a las 10:30 de la mañana, donde se encontró con los rostros emocionados de su familia. Esta fue una reunión cargada de lágrimas y alivio luego de días de intensa búsqueda. En su llegada pidió privacidad para su familia, evitando proporcionar detalles inmediatos sobre el episodio que la mantuvo alejada del mundo.
El espectro de la selva de Cancún puso a prueba cada recurso humano y técnico destinado a encontrarla. Diversos cuerpos de seguridad del estado de Quintana Roo se adentraron en la espesura de Benito Juárez: una zona conocida por su vegetación densa, sus peligros naturales y un clima implacable de humedad y temperaturas extremas.
Fue en un discreto recorrido por el boulevard Luis Donaldo Colosio donde se produjo el inesperado reencuentro. María Belén finalmente fue hallada caminando, según la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo. Las condiciones difíciles no mellaron su determinación, probando ser de una templanza admirable. Una fuerza de acero que sorprendió hasta a su hermano, quien aseguró haber visto a su hermana más fuerte de lo que jamás hubiera imaginado.
La familia Zerda se encontró ante un lado oscuro cuando las primeras teorías sobre la desaparición llevaron a cuestionar su estabilidad mental, señalada por las autoridades. Rápidamente esto fue desmentido, con énfasis en la salud robusta y el físico preparado de María Belén. Otra línea de investigación apuntó a la posibilidad de amenazas digitales, con un mensaje sobre el hackeo de sus cuentas rondando las hipótesis. Sin embargo, ningún detalle ha sido confirmado aún por las autoridades.
El operativo de rescate, que pronto se convirtió en una sesión maratónica de esfuerzos coordinados entre naciones, encontró su epílogo en este regreso sorpresivo. La familia Zerda regresó a su hogar en Argentina asegurados de que el dulce calor familiar y el constante apoyo serán el núcleo en el que María Belén podrá encontrar consuelo y fuerza para sanar. Para muchos, este suceso se convirtió en un testimonio de resistencia y esperanza, recordando que incluso en el misterio y el temor, la unión y la tenacidad pueden abrir caminos de vuelta a casa.
