El presidente del organismo mundial de fútbol, Gianni Infantino, declaró: “Representa un cambio radical en el objetivo de la FIFA de mejorar su marco normativo”.
La Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) ha anunciado recientemente un conjunto de reformas significativas en su Código Disciplinario, con el objetivo de enfrentar el racismo más decididamente, en vista de los próximos eventos deportivos globales: el Mundial 2026 y la Intercontinental 2025.
Encabezando este ambicioso proyecto, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, destacó que la organización busca redefinir sus estructuras normativas. “Este representa un cambio radical en nuestras normas actuales”, declaró Infantino en una conferencia de prensa, subrayando la determinación del organismo internacional por remodelar su enfoque ante comportamientos racistas.
Uno de los pilares de este nuevo marco normativo es la obligatoriedad de un procedimiento de tres etapas para gestionar instancias de discriminación durante los partidos, ahora formalizado en el artículo 15 del código. Esta estrategia promueve la suspensión de encuentros si se detectan cánticos racistas, asegurando un método de respuesta homogéneo entre las distintas confederaciones y federaciones asociadas.
Otra novedad crucial es el ajuste sustancial en las multas por incidentes racistas. Las sanciones económicas pueden ascender hasta cinco millones de francos suizos, significativamente superiores a las estipulaciones previas, enviando un mensaje tajante sobre la nula tolerancia de la FIFA hacia actos discriminatorios. Esto busca imponer consecuencias más severas que disuadan el racismo dentro del fútbol.
Adicionalmente, las federaciones miembro están obligadas a adecuar sus códigos disciplinarios locales a las nuevas políticas de la FIFA, asegurando un enfoque global coherente frente al racismo desde todas las instituciones. Esto no solo representa un fortalecimiento de la reglamentación, sino también la adopción de un mensaje unificado contra la discriminación que debe permear desde lo internacional hasta lo local.
Por otra parte, la FIFA ha dispuesto la posibilidad de apelar ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) si una sanción se considera deficiente. Esta acción busca garantizar que las puniciones sean proporcionales al impacto del incidente ocurrido.
Con todas estas medidas, la FIFA planea potenciar su firme postura contra el racismo, marcándose el desafío de fomentar una cultura de respeto e igualdad en el fútbol mundial. Se espera que estos cambios no solo demuestren el compromiso del organismo, sino que además logren generar un cambio real y trascendental en la conducta tanto de equipos como de espectadores en torno al racismo.
