Lewis Hamilton se hartó de su ingeniero de pista: “Por favor, basta” :: Olé

No fue el mejor debut en Ferrari para Lewis Hamilton, el heptacampeón que llegó a Maranello para pelear por victorias y debió conformarse con un 10° puesto en el GP de Australia de la Fórmula 1. Seguro que las condiciones de pista tuvieron algo que ver, y provocaron que hasta un McLaren (el de Oscar Piastri) terminara atrás, pero aun así quedó un gusto amargo. Para colmo, el transcurso de la carrera le dejó una razón más para irse molesto a su casa: la relación tirante con su ingeniero de pista, con el que tuvo más de un chispazo.

La comunicación entre el ingeniero y el piloto es clave para hacerle saber qué pasa en la carrera, la diferencia que hay con los competidores, cuál es el desgaste de los neumáticos, entre tantas otras cosas. La cuestión es que Riccardo Adami, el encargado de comunicarse por radio con Lewis, quiso sobrecargarlo de información y el británico no fue muy receptivo…

“Sí, ningún problema… Sólo no repitas todo, por favor”, fue uno de los primeros indicios de molestia por parte de Hamilton. Luego, cuando se le recomendó que usara el K1 (sirve para adelantar) al acercarse a un rival, volvió a decirle: “Déjamelo a mí, por favor. Sí, lo sé, déjamelo a mí, por favor”. La gota que rebalsó el vaso fue cuando Adami le sugirió que subiera una marcha y luego apretara el DRS, ante lo que el heptacampeón lo cortó con un “por favor, basta”.

Pese al clima caldeado que hubo entre los dos, Lewis terminó contactándose con buena onda tras la carrera: “Sí, no fue genial, pero al menos no volvimos a casa con las manos vacías. Sigamos empujando”. Igual, seguro que hubo una charla para tratar de que su relación se asemeje un poco a la que tenía con Bono, su ingeniero de pista en Mercedes, con el que se entendía en un par de palabras. Se verá si hubo alguna evolución en China, el próximo fin de semana.