Desde su lanzamiento en mayo pasado, los billetes de $2.000 continúan generando inconvenientes para los usuarios en su uso cotidiano. A pesar de haber sido probados en cajeros automáticos y máquinas de conteo antes de su circulación, muchos cajeros aún no han sido actualizados para aceptar estos billetes.
Esta situación ha llevado a que numerosas sucursales bancarias no los acepten en sus terminales automáticas para depósitos ni los entreguen al momento de retirar dinero.
El Banco Central (BCRA) ha señalado que esta problemática se debe a que “puede haber algún cajero automático de alguna entidad que aún no se actualizó”, pero asegura que se trata de casos aislados y no de una situación generalizada.
Sin embargo, fuentes cercanas a las entidades bancarias han confirmado que la mayoría de los bancos aún no ha adaptado sus cajeros para los billetes de $2.000. Esto ha llevado a que, en muchos casos, los bancos los entreguen por caja debido a la falta de preparación técnica en las terminales de autoservicio, generando sorpresa y enojo en los clientes.
El proceso de adaptación de las terminales no es fácil y requiere tiempo, según indicaron fuentes del sector bancario. Es necesario enviar los billetes al exterior para realizar la actualización del software y luego cargarlos en todos los cajeros. Este trámite puede tardar entre tres y cuatro meses. Además, se suma que no hay una gran cantidad de billetes de $2.000 en circulación, lo que dificulta aún más su accesibilidad para los usuarios.
Actualmente, existen en circulación alrededor de 117,4 millones de billetes de $2.000, mientras que los billetes de $1.000 suman 3.997 millones. Esta situación evidencia la necesidad de una pronta solución por parte de los bancos para adaptar sus cajeros y facilitar el uso de los billetes de mayor denominación, evitando así inconvenientes y malestar en los usuarios.
A su vez, es importante que el Banco Central brinde un seguimiento más exhaustivo de la adaptación de las terminales y garantice la disponibilidad de los billetes en el sistema financiero.