La concesionaria Catedral Alta Patagonia (Capsa) recordó que desde el primero de octubre el área está cerrada para esquiadores de todas las modalidades y snowbordistas, incluidos aquellos que suben con esquís de montaña (con pieles de foca) o caminan con raquetas.
“Esto no es un capricho ni una decisión arbitraria, responde exclusivamente a criterios de seguridad, fuera de la temporada invernal no hay patrulleros ni esquema de asistencia médica en pistas, y dentro del área Capsa es responsable de la seguridad. No tenemos cómo asistir a la persona que se ponga en riesgo”, afirmó Débora Bustos Williams, responsable de Comunicación del complejo.
En diálogo con Bariloche2000 la referente precisó que la montaña “sólo está abierta para los peatones que suban por la Telecabina Amancay, que permite disfrutar las vistas, concurrir a la confitería La Roca, al sector de trineos, de snow BMX y un sendero para caminar con raquetas, todo organizado y asegurado por la empresa.
“Es importante que todo el que visite Catedral, como cualquier montaña, conozca y respete las normas del lugar. Hay que tomar conciencia, ser responsables, y evitar consecuencias indeseadas”, agregó.
Además de esquiadores alpinos y de montaña, snowbordistas, caminantes con raquetas, también está prohibido subir hasta el filo (desde la terminal de la Telecabina) y cruzar al otro lado, para dirigirse al refugio Frey o a Jakob, senderos de montaña habituales, pero que obligan a cruzar las mallas que impiden el paso en toda el área Catedral.
“El visitante debe saber que no puede cruzar ninguna valla o red que prohíbe el paso”, acentuó.
En cambio, sí está permitido el trekking por el sendero histórico al refugio Frey, que nace junto al estacionamiento y se dirige hacia el sur y suroeste, y va ascendiendo por el faldeo del cerro Catedral.
“En ese caso lo que deben hacer los caminantes es cumplir con el registro obligatorio de Parques Nacionales”, sostuvo.
Bustos Williams destacó que estas medidas deben respetarse igual que las que se imponen en la primavera y verano, en particular la prohibición de hacer fuego, y la obligación de respetar y cuidar la fauna y flora de los distintos ambientes naturales.
Recordó el caso reciente de dos guías de montaña habilitados subieron a Catedral con una turista japonesa que sufrió un ACV y falleció días después internada en la ciudad, en el que los expertos “hicieron todo mal”, como lo reconoció la propia Asociación Argentina de Guías de Montaña.
“El cerro estaba cerrado por fuertes vientos, más en la alta montaña, donde los riesgos eran múltiples y graves”, señaló.
Como en el invierno Catedral trabaja con todas las medidas de seguridad de un centro de esquí, que incluye estudios climáticos y de condiciones de la nieve, o el trabajo en prevención de avalanchas, en la primavera y el verano activan otros protocolos de protección de la naturaleza.