“Spread your wings and fly away”. La balada power de Queen, track #5 del disco News Of The World de 1977, funciona como banda sonora ideal para el show de River: el equipo abrió sus alas y voló. El rendimiento de los laterales -Fabricio Bustos y Marcos Acuña- fue uno de los argumentos del triunfo contra Atlético Tucumán. No sólo por apariciones puntuales, sino por su despliegue a lo largo de todo el partido. Lo que representa evidentemente una tranquilidad hacia adelante en dos puestos que Gallardo reforzó especialmente para competir en la Libertadores.

La tensión y la comprensión de los momentos del partido tanto de Acuña como de Bustos quizás sea una de las primeras respuestas positivas del sello Gallardo, aun cuando el hombre de la Selección no estuvo en la preparación intensa en Pilar. “Hablamos con los compañeros, sabíamos lo que estaban haciendo. Me salvé de esa pretemporada, ja”, bromeó el Huevo, antes de reconocer que “vino bien para todos”. Por caso, su sincronización -como del ex Inter de Porto Alegre- con sus compañeros de banda destacó al momento ofensivo, quitando referencias. Y acabó siendo determinante al momento de convertir.

Porque Bustos consiguió en su sociedad con Simón quitarle referencias de marca a Atlético y generar espacios para pases filosos y profundizaciones. Con ejemplos para validar la tesis: un pase delicatessen de Echeverri permitió que Fabricio profundizara por su sector y asistiera a Borja en el 2-1, una combinación que se repitió en el segundo tiempo -ya con el #21 entrando por dentro y con el #31 rompiendo por banda- y que si no terminó en gol fue porque la defensa adversaria consiguió desviar el toque al medio.

Con un alto nivel de acierto en sus pases, siempre seguros (91%), Bustos dio tres pases filosos que terminaron en jugadas de remate al arco. Rubro en el que se destacó Acuña por encima de todos: cinco toques terminaron en intentos directos a los tres palos. Métricas que reflejan el aporte de ambos laterales dentro de un circuito de juego que de a poco River empezó a aceitar.

Del lado de Acuña también hubo química. Si Gallardo lo vio “cansado” y lo reemplazó fue porque entendió que el esfuerzo que hizo el lateral campeón del mundo fue brutal. Su entendimiento con Nacho Fernández en una jugada preparada fue una señal de que ya va conectando con sus nuevos cumpas, mientras que la profundización tras un pase top de Lanzini por izquierda le permitió lucirse en todo su esplendor: como cuando era el #10 de Ferro, el multifacético jugador de Zapala ensayó un doble enganche antes de buscar el centro para el costado opuesto. La génesis del 3-1 post cabezazo de Maxi Meza.

Señales hacia adelante de lo que puede ser River si abre sus alas como lo hizo frente a Atlético.

La 14ª fecha del fútbol argentino marcó el comienzo de una nueva norma que empezó a implementarse en los partidos de la Liga Profesional. A partir de ahora, sólo los capitanes o jugadores autorizados tienen la posibilidad de dialogar con el árbitro durante el desarrollo de un partido.

En River, si bien el capitán es Franco Armani, el jugador designado para conversar con Sebastián Zunino en la goleada a Atlético Tucumán (4-1) fue Germán Pezzella. Eso se debó a que cuando el dueño del brazalete es el arquero, se debe elegir a un compañero de campo que lo represente y sea el encargado de conversar con el juez, quien tal como indica la normativa fue informado de esa situación antes del comienzo del encuentro.

Una vez consumado el triunfo ante el Decano, Marcelo Gallardo dio su punto de vista acerca de la aplicación de la zona de exclusión. “Me parece bien siempre y cuando se sostenga. Los amontonamientos, lo que se genera cuando hacen el reclamo, es la demora del juego”, comentó el entrenador.

El técnico consideró que, en caso de ser bien aplicada, la norme podría servir para que haya más tiempo neto de juego: “El árbitro tiene que intentar calmar los ánimos de jugadores, que están con una alteración diferente a la que podemos tener los de afuera. Ojalá se respete y sea positivo. Toda regla que puede ser favorable a mi me gusta”.

Esta normativa se explicó en la reunión de capitanes y DT’s de equipos de Primera que tuvo lugar el pasado miércoles en el predio de AFA en Ezeiza. Federico Beligoy, Director Nacional de Arbitraje (DNA), y Ángel Sánchez, actual instructor de la DNA, informaron que a partir de ahora “solo el capitán o jugador designado” estará autorizado a dialogar con el árbitro durante el partido; con el fin de “cambiar las secuencias que afean el fútbol”. Franco Armani y Matías Biscay (en lugar de Gallardo porque River se entrenaba a la misma hora) estuvieron en representación del CARP.

La disposición explica que “cuando corresponda, el árbitro explicará las decisiones importantes a los capitanes y a los jugadores involucrados en un incidente” y aclara que no se corta del todo el diálogo.